sábado, abril 27, 2024

    Paula Valdeón Lemus: “La fachada es un elemento clave en mi obra”

    MARINA AVIA ESTRADA mirando a PAULA VALDEÓN LEMUS

    Los tonos pasteles y patrones familiares característicos de la obra de Paula Valdeón Lemus (Villafranca de los Barros, 1992) esconden un sinfín de reflexiones por desentrañar. Los estratos y capas que componen sus piezas son entes contenedores de memorias, recuerdos, paisajes comunes, sistemas y orden. Invocan y desafían las temporalidades preestablecidas: nos vuelven a mostrar aquello que hemos visto una y mil veces y, sin embargo, nunca hemos mirado. Son obras intimistas y públicas, que transforman privacidades en realidades colectivas. Paula Valdeón Lemus torna la fachada y sus fragmentos decorativos en elementos disruptivos y afectivos que nos conectan con nuestro entorno y nos permiten profundizar en él.

    Otra escuela_Paula Valdeón Lemus | Mujeres Mirando Mujeres | Marina Avia

    Detalle. Otra escuela sin número. 45 x55cm. 2021. Óleo y grafito sobre lino

    Marina Avia Estrada: Me gustaría empezar preguntándote cómo le explicarías tu obra a tu abuela.

    Paula Valdeón Lemus: Me gustaría explicársela como se la contaría a cualquier persona, de forma directa. Cuando hablo con mi abuela de mi obra a veces soy un poco condescendiente, pienso que no me va a entender, y sin embargo es ella quien a menudo acaba haciéndome preguntas sorprendentes sobre lo que hago. En este sentido le hablaría de que me interesan los lugares que habitamos, en concreto aquellos elementos que forman parte de nuestras viviendas y edificios pero que en el día a día pasan desapercibidos. Le contaría cómo me llaman la atención, a veces casi de forma magnética, detalles aislados como azulejos y baldosas que componen parte de nuestras referencias estéticas urbanas y a los que trato de dar una segunda vida. Para mi es importante rescatar estos fragmentos de materia, habitualmente escondidos y descartados, y darles una relevancia, mostrar a través de ellos otra forma de mirar.

    MAE: ¿Qué historias se esconden detrás de los azulejos con los que trabajas, a nivel histórico, social, político, emocional? Imagino que hay algo que te llama de los azulejos de forma obsesiva y no sé si está relacionado con lo que ocultan o con lo que muestran.

    PVL: La realidad es que empecé a fijarme en los azulejos una noche que estaba con un amigo mientras pintaba graffitis en las calles de Madrid. Yo me aburría y empecé a mirar lo que había a mi alrededor. En un contenedor encontré un trozo de azulejo y desde ese momento comencé a acumularlos. Me interesa la materialidad de estos elementos que contiene todo tipo de privacidades; son fragmentos que atestiguan todo aquello que ha ocurrido entre esas paredes y, al mismo tiempo, son memorias que recordamos con cierta clarividencia de nuestras casas de infancia. A nivel teórico me han inspirado para profundizar y contextualizar el sentido de estos elementos y patrones, la lectura de Ornamento y delito de Adolf Loos o Los ojos de la piel: La arquitectura y los sentidos de Juhani Pallasmaa, entre otras referencias.

    Respecto a la simbología, cada uno de los azulejos con los que trabajo tiene un significado diferente. Como ejemplo, la obra Una serpiente y una calle verdes (2022) en la que estoy trabajando ahora, parte de una baldosa de diseño colonial barroco que fui encontrando en numerosos suelos de casas y establecimientos de Chiapas, y que me llamó la atención por ser uno de los patrones más repetidos de la ciudad. Por otro lado, combino este diseño con un patrón que representa a Kukulkán -una serpiente, símbolo de la Tierra para la población Tzotzil- que aparece en los trajes ceremoniales de Chiapas. En mi obra se unen los dos motivos de forma simbólica: un patrón que procede de los suelos coloniales que se interpone entre la Tierra primigenia representada por la serpiente. La esencia de estas piezas está muy ligada al impacto que tuvo en mí experimentar de primera mano el sincretismo religioso de la región de Chiapas, donde conviven religiosa y estéticamente dos culturas de manera contractual y armónica.

    Una serpiente y una calle verdes_Paula Valdeón Lemus | Mujeres Mirando Mujeres | Marina Avia

    Una serpiente y una calle verdes, óleo y grafito sobre lino. 110 x 85 cm. 2022

    MAE: En varias de tus entrevistas mencionas la importancia que tiene para ti el proceso de creación y las metodologías que sigues. Esta “reivindicación” de procesos con ritmos más lentos, pausados y artesanales contrasta de forma evidente con los modelos industriales que aparecen recurrentemente en tu obra, diseños que son fruto de procesos de fabricación masivos. ¿Es de alguna manera tu obra una forma de reconciliar ambos mundos? ¿Cómo concibes lo artesanal en tu obra?

    PVL: En proyectos como Otro azul (2021) reflexiono precisamente sobre cómo darle la vuelta a esa artesanía originaria a través de procesos meticulosos y artesanales. Es verdad que resulta paradójico que la mayoría de los azulejos y patrones con los que trabajo hayan sido producidos a través procesos industriales pero su diseño no deja de ser fruto de una mano más personal y particular. Cuando empiezo a trabajar con un azulejo siempre pienso quién diseñaría ese patrón y cuáles serían sus referencias de inspiración. Es por esto que los procesos manuales que empleo vienen a recordar el origen artesanal de los materiales sobre los que trabajo y, al mismo tiempo, la temporalidad lenta que empleo influye sobremanera en el resultado de mi obra; tengo más tiempo para cambiar, modificar, alterar mis piezas. Nunca sé cómo va a ser una obra; según trabajo en ella voy descubriendo cosas que van condicionando las decisiones formales que tomo. Los movimientos mecánicos de mi trabajo se convierten casi en un proceso meditativo y ahí pasan muchísimas cosas que al final se reflejan sin duda alguna en la obra. Esto también tiene una parte un poco terapéutica, se convierte casi en un mantra. Es ahí donde reside la diferencia de lo que hago.

    Virgen de los Milagros I_Paula Valdeón Lemus | Mujeres Mirando Mujeres | Marina Avia

    Virgen de los Milagros I. Óleo y acrílico sobre lino. 35×45 cm. 2021

    MAE: La memoria parece ser el eje sobre el cual gira (y se analiza) el grueso de tu obra. ¿Qué definición de la(s) memoria(s) vinculas con tu práctica artística?

    PVL: Quiero dejar de lado la visión romantizada de la memoria. No me parece relevante la historia particular de un azulejo, sino la memoria colectiva que generan en nuestros imaginarios. Me interesa que se reconozca la importancia que han tenido y tienen en nuestras vidas estos motivos decorativos, arquitectónicos y estéticos. Y que a través de ese reconocimiento podamos disfrutar y tener una mayor sensibilidad de la materia.

    Tierra III_Paula Valdeón Lemus | Mujeres Mirando Mujeres | Marina Avia

    Tierra III. Cerámica tallada y esmaltada, medidas variables. 2022

    MAE: Al ver tu obra por primera vez, me invadió un sentimiento de nostalgia, ese sentimiento que según la etimología griega es “el regreso del dolor”, aquello que nos conecta con nuestros “yoes” pasados y nos hace siempre creer que cualquier tiempo pasado fue mejor. ¿Qué papel dirías que juega la nostalgia en tu obra?

    PVL: Esto está muy conectado al discurso de la memoria del que venimos hablando. Aunque no me interese mostrar lo personal en mi trabajo, mi día a día es muy nostálgico y esto se ve reflejado en mi obra. En un pasado me interesaba incluir elementos escondidos en mi trabajo como un tamagotchi o un recorte de las gemelas de Sweet Valley, que representaban reminiscencias surgidas de algunos de los diseños alicatados que fotografiaba en la calle o que recogía de contenedores. También trabajaba con textos de escritura automática, que no tenían ninguna intención literaria, y que sin embargo han sido claves para la realización de algunas de mis piezas.

    Creo que la nostalgia es un factor común entre muchos artistas, que se deriva fundamentalmente del hecho de vivir en un constante estado de transición e inestabilidad. Esto genera una especie de nostalgia colectiva que nos permite parar, observar y refugiarnos, en este caso, en el arte. Por otro lado, está claro que el regresar a otros tiempos y lugares es algo recurrente en mi trabajo. Y cuando esto sucede, me da la sensación de que el mensaje está llegando al espectador. A través de mi obra pretendo que el espectador habite los refugios que constituyen mi obra y que proporcionar un lugar para reflexionar sobre la cantidad de espacios, que independientemente de los tiempos y las localizaciones geográficas, se han alicatado utilizando los mismos diseños y ornamentos y forjando diferentes privacidades.

    Una calle y un número azul_Paula Valdeón Lemus | Mujeres Mirando Mujeres | Marina Avia

    Una calle y un número azul.40 x 50 cm

    MAE: Perteneces a una generación de artistas que, en disciplinas muy diversas -desde las artes visuales, la literatura, o las artes escénicas- están abordando líneas de trabajo donde se conecta memoria-emoción-reivindicación. Me viene a la cabeza la ópera prima de Andrea Abreu y su Panza de Burro, que siento que conecta con tu obra en algunos aspectos. ¿Qué crees que tienen para aportar estas nuevas voces de mujeres, voces descentralizadas y alternas?

    PVL: Aunque diga que no quiero romantizar la memoria personal, sí siento que de alguna forma pertenezco a esa generación de artistas que abordan relatos intimistas que mencionas. Seguramente de forma inconsciente. Sin embargo, tuve un periodo en el que me volví muy crítica con lo que hacía; mi entorno me daba a entender que mi práctica artística no era lo suficientemente sólida y desvalorizaba mi uso de la pintura como medio de expresión. Esto hizo que me cohibiera a la hora de crear, me auto-juzgaba antes de llegar a producir. Después de darme cuenta de que esto era absurdo y seguir haciendo lo que yo quería, ahora acepto que mi obra tiene un fuerte componente estético pero que contiene millones de historias, en ocasiones relatos incómodos y reveladores. Y siento que de alguna manera es una revelación inconsciente contra el ambiente en el que me crié: una sociedad en la que la “fachada” era lo importante, donde ocultar los sentimientos de cara a la galería es lo que se esperaba de ti.

    Cuando superé eso, me reconcilié con mi relato y con la pintura como mi lenguaje comunicativo. Mi obra estéticamente es algo decorativo, me interesa que generen ambientes confortables, agradables, placenteros. He aceptado que en mis piezas la fachada importa mucho, de forma figurativa pero también literal: al fin y al cabo los motivos que me inspiran surgen de fachadas arquitectónicas.

    Otro baño de la divina_Paula Valdeón Lemus | Mujeres Mirando Mujeres | Marina Avia

    Otro baño de la divina.40 x 30 cm. Óleo y grafito sobre lino

    MAE: Tengo la costumbre de terminar las entrevistas haciendo siempre la misma pregunta. ¿Qué proyecto utópico o soñado te gustaría llevar a cabo en un futuro próximo?

    PVL: Me encantaría llenar metros y metros cuadrados de una sala expositiva con obra cerámica. Recubrir suelos y paredes reproduciendo los patrones con los que trabajo con piezas cerámicas, como si fuera un tangram, hasta cubrir el último centímetro de una sala.

    Marina Avia Estrada. Bio MMM.
    Paula Valdeón Lemus. Bio MMM.
    Imagen destacada: Guadalupe azul, óleo y grafito sobre lino. 220 x 140 cm. 2022

    Otras publicaciones de Marina Avia Estrada en MMM: Maite Ortega. Clara Rossy. Elisa Pardo Puch.

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