Ellie Omiya: “La pintura para expresar lo indescriptible con la palabra”
CLAUDIA MONTES mirando a ELLIE OMIYA
El trabajo de Ellie Omiya siempre ha girado alrededor de las emociones y de sus vivencias personales. A través de sus creaciones, trata de comunicarse con los demás, transmitiendo un mensaje de empatía y de esperanza frente a las adversidades de la vida. La artista dice de su propia obra «Para mí, todo se trata de pintar. Cada vez que presencio algo magnífico, hermoso o simplemente indescriptible con palabras, lo único que me impulsa a expresar mis emociones y experiencias es la pintura».
Omiya nació en Osaka, en 1975 y tanto su recorrido vital como su obra están fuertemente marcados por los eventos de su entorno. En su niñez, Omiya soñaba con contribuir a la replantación de árboles para contrarrestar la deforestación y en ese empeño enfocó su meta académica, pero justo antes de entrar en la universidad, su padre enfermó de leucemia. Eso hizo que cambiara sus planes y estudiara Farmacia en la Universidad de Tokio. Tras graduarse, se dió cuenta que, pese a su noble propósito, ese campo no llenaba su vocación, así que empezó a buscar empleo en el sector del arte. Omiya cuenta que los inicios fueron muy difíciles, pues en Japón hay una alta competencia entre los estudiantes de último año, obligados a recibir una oferta de trabajo antes de terminar la carrera. Además, muchas empresas se preguntaban por qué una estudiante de ciencias quería incorporarse al ámbito artístico.
Tras muchas respuestas negativas, Omiya recibió una oferta para trabajar como redactora en Dentsu Inc., una gran agencia publicitaria, y eso le permitió ingresar en el medio televisivo. Pasados siete años, Omiya empezó a trabajar para NHK, el canal público japonés, donde progresó muy rápidamente, y en el que debutó como directora con un proyecto para la marca Nestlé. Su trayectoria televisiva no hizo más que crecer, llegando a escribir y dirigir series para Fuji Television, NTV y Yoshimoto Kogyo Co., Ltd,.entre las que destacan Kinoshita Chief and Me, ROOM OF ING y The Waveriding Restaurant. Ellie Omiya alcanzó un importante prestigio trabajando también frente a las cámaras como presentadora del programa Artist. Paralelamente, dirigió las películas 海でのはなし y 桜と印籠 y las obras de teatro God Doctor y Singer 5, estrenadas en 2009 en el New National Theater y el Kinokuniya Hall, de Tokio, respectivamente. Además, adquirió mucha fama como presentadora de radio en emisiones tan populares como Style Café session with JT, Ellie Omiya’s All Night Nippon, Toyota Friday Drive with Ellie y The Hangout.
Sin embargo, su vida dió un gran giro en 2012. Una vez más, el azar le brindó una gran oportunidad de cambio durante la celebración del galardón Montblanc de la Culture Arts Patronage Award, otorgado al presidente de la fundación de arte Benesse, Soichiro Fukutake. En el transcurso del acto de entrega del premio, se le pidió que pintara una obra en directo, frente a una audiencia de importantes miembros del mundo del arte. La artista cuenta que ante los nervios del momento, decidió dejarse llevar por las emociones que le despertaba la música. Gracias a superar con éxito este gran reto y al recibimiento extraordinario de la obra Celebration Melody: Naoshima, Omiya descubrió su vocación: la pintura.
Hoy en día, Omiya cuenta con una sólida y notoria carrera artística, y es especialmente conocida por sus representaciones pictóricas en directo para eventos diversos y exposiciones, muchas veces con acompañamiento musical. Y más allá de su obra pictórica, también es creadora de esculturas, instalaciones públicas y obras interactivas, en las que la intervención del público juega un gran papel.
En 2015, su obra pudo verse en las exposiciones individuales Emotional Journey, en la galería Daikanyama Hillside Terrace, y Painting Dreams, en Shibuya Hikarie 8/ CUBE. Un año más tarde, inauguró su primera muestra individual en el reconocido museo Towada Art Center, en Aomori. Tras su debut museístico, expuso en 2017 This is forest speaking en la sala Kanaz Forest of Creation de Fukui, y participó en el Rokko Meets Art 2018 con su obra Mansion of a Widow. Esta exposición presentaba 41 piezas sobre las memorias de una mujer que enviuda a los 27 años, dispuestas como si fuera su habitación. Pinturas de objetos cotidianos como una cama, un sofá, una lámpara y plantas rodean a los visitantes, envueltos en la estancia inmersiva que representa las diferentes etapas del duelo y los recuerdos de los momentos felices.
En 2019, presentó Beautiful Days en Daikanyama Hillside Terrace / Hillside Forum, en Tokio, junto a una nueva instalación de gran escala titulada One Day’s Picnic. Ese mismo año, inauguró su primera exposición a escala internacional, A Wonderful Forest, en TICOLAT TAMURA, en Hong Kong.
Con motivo de esta muestra, el director del reconocido Museo de Arte Mori de Tokio, Fumio Nanjo, dijo que “su arte genera amabilidad, sensibilidad y esperanza junto a una gran comprensión de la importancia de la meticulosidad. Desde su visión, cualquier objeto mundano, símbolos, paisajes, personas, clima, flores y animales, piezas de mobiliario, etc. tiene la oportunidad de convertirse en temática principal. El arte de Omiya hace feliz a la gente, lo que quizás represente una de las funciones más importantes del arte en general».
En 2023, Omiya se aventura a experimentar con la tecnología inmersiva. Contando con la producción del estudio japonés CinemaLeap Inc., dirigió su primer trabajo de realidad virtual titulado Frequency. Omiya expone de nuevo sus vivencias más íntimas y, sumergiendo al usuario en un mundo virtual inspirado en sus pinturas, nos presenta a su protagonista, Anne, inspirada en ella misma. Acompañamos a Anne desde su infancia a la edad adulta y ese recorrido representa la vida de la artista desde su niñez.
A través de la interactividad, Omiya nos propone dibujar desde nuestra esencia y nos invita a descubrir cómo cada persona contiene la suya, que es única y nos hace especiales. Además de adentrarnos en sus pinturas a través del escaneo digital, Ellie Omiya elige dar a los objetos movimientos únicos, creados mediante la técnica de captura de movimiento, que registra los bailes de artistas de danza contemporánea. De nuevo, la artista difunde un mensaje de empatía y respeto a través de su poética obra. Aún siendo su primera experiencia trabajando en realidad virtual, Frequency fue una de las obras nominadas a participar en el programa inmersivo de la Biennale de Venecia; además, también formó parte de la programación del festival tokiota Beyond the Frame.
Sus obras despiertan optimismo y empatía y consiguen conquistar la escena internacional, exponiendo en el Milán Salone 2019, en la galería londinense Boulakia, en Londres y en la Nova Contemporary de Bangkok, entre otros lugares. Mezclando la cotidianidad con elementos de la naturaleza, el arte de Ellie Omiya refleja las emociones vividas y nos recuerda la fuerte conexión entre las personas y la universalidad de los sentimientos. Su estilo naif y colorido, de trazos gruesos resultantes de impulsivas brochadas, la convierte en una de las principales representantes del art brut japonés.
Claudia Isabel Montes Curto. Bio MMM. Web
Ellie Omiya. Bio MMM. Web