Raquel Algaba: la fragmentación del individuo y la fragilidad de la cerámica.

LAURA PINILLOS VILLANUEVA mirando a RAQUEL ALGABA

La obra de Raquel Algaba (Madrid, 1992) se mueve entre el mito y el subconsciente, y busca dar respuesta a interrogantes sobre las construcciones mentales que nos conforman como individuos. A través de figuras humanoides, representadas tanto en dibujo como en cerámica, explora los límites de la mente humana y sus relaciones con el plano físico, especialmente con el cuerpo.

Sus obras poseen una belleza innegable y son sumamente atractivas a nuestra mirada. Tanto sus dibujos como sus piezas cerámicas se caracterizan por el uso de elementos antropomórficos que van mutando o se camuflan en otras formas, decorados con signos gráficos de origen incierto en una gama cromática bitonal en blanco y negro. Estas figuras ocupan un espacio impreciso, con un aire teatral que bebe, sin duda, de su formación como escenógrafa y de su experiencia en los ámbitos del cine y el teatro. Sin embargo, debemos evitar centrarnos únicamente en el componente estético, ya que, además, soportan una importante carga simbólica.

De la serie Tsumego, 2018-2021. Cerámica esmaltada

Dame, 2017. Grafito sobre papel

A través de una visión muy personal, traduce a este idioma tan propio conceptos como la fragmentación del individuo y el cómo nos constituimos como tal a través de conexiones inconscientes que realizamos entre el lenguaje, el mito o nuestras creencias personales y colectivas.

Lo mejor, para acercarnos a su obra, es conocer en detalle su trabajo que se divide en dos vertientes relacionadas entre sí y que continúan en constante desarrollo: Mind’s Constructions y sus investigaciones sobre el concepto del mito partiendo de La Odisea.

Raquel Algaba lleva trabajando desde 2017 en el proyecto Mind’s Constructions, centrado en desentrañar el funcionamiento de las construcciones mentales y las referencias e influencias externas que nos conforman como sujetos y nos hacen funcionar dentro de un entramado social.

Algunos de estos proyectos se materializaron bajo obras concretas como Exonario (2018) que se presentó dentro de su exposición individual Tirad la escalera en el CEART de Fuenlabrada, en la que nos habla de la dificultad de lograr el equilibrio entre las partes de las que se compone nuestra mente o los fragmentos de nuestro propio ser y, por ende, poder abrirnos al otro en toda nuestra complejidad, en un ejercicio conceptual que nos recuerda a esa metáfora de Heráclito que nos dice que nunca podremos bañarnos en el mismo río porque nuevas aguas corren sobre nosotros: “Imagínate subido a una escalera. Imagínate que tienes que avanzar hacia alguna parte, ya sea hacia arriba, o hacia abajo. Nunca serás de nuevo la misma persona que consiguió alcanzar el anterior peldaño. Tampoco eres aún la persona que ha logrado alcanzar el peldaño siguiente. Mantenerte en la escalera se trata de alcanzar un equilibrio aún sin dejar de moverte.” [1]

Exonario, 2018. Madera, textil y cerámica esmaltada. Instalación principal exposición individual, CEART Fuenlabrada «Tirad la escalera»

Mind’s Constructions I, 2018. 30 x 40 cms. Lápiz de grafito sobre papel Canson

A partir de 2019, y tras un viaje a Japón que le resultará especialmente inspirador, comienza a introducir elementos de la cultura japonesa en su obra. Especialmente, influencias del juego del Go, cuyo objetivo no es ganar la partida, sino explorar las posibilidades que se abren durante el desarrollo de la misma, y que le servirá como escenario en el que situar sus figuras como partes fragmentadas de un individuo, que se mueven por el tablero como si fueran las fichas de este juego de mesa.

Una figura negra se coloca al lado de otra figura negra que ya estaba previamente sobre el tablero. Ahora que están juntas, trabajan, como unidad, contra otras fichas blancas también unidas. Si una se queda sin salida y debe abandonar el juego, lo harán todas las que estén unidas a esta. [2]

Jugador de Go, 2021. Gres de alta temperatura, esmalte cerámico, textil y madera.

En El silencio de las sirenas, proyecto iniciado en 2020, se centra más en el concepto del mito y cómo este, en cuanto a componente del imaginario colectivo, también es partícipe en nuestra conformación como individuos.

El silencio de las sirenas parte de la reinterpretación de un extracto de La Odisea de Homero que hace Franz Kafka en su cuento que comparte título con la obra de Raquel Algaba. En esta historia, las sirenas deciden callar al ser conscientes de la treta que Ulises ha preparado para escapar de su canto. De esta manera, el héroe desconoce si su artimaña ha surtido efecto y se pone en duda si su propia concepción como el primer héroe que logra burlar su destino es merecida.

Esta relectura del mito clásico nos habla de la importancia de estas fábulas no por su certeza, sino por su condición como elemento indispensable para entender el mundo que nos rodea.

Nos cuesta discernir entre lo que es real y lo que no, nuestras creencias se sostienen en ideas volátiles. Atados a un mástil invisible navegamos seguros de nuestras convicciones, sin ser conscientes de que quizás lo más importante, resida en el silencio de unas sirenas que, no por permanecer calladas, dejan de querer decirnos algo. Y después de todo, se puede escapar del canto de las sirenas, pero nunca de su silencio. [3]

En la obra de Raquel Algaba vemos a este Ulises fallido en diferentes escenas: primero, atado al mástil en su intento por no escuchar a las sirenas silenciosas, y después, tirado como un pelele a los pies de una de ellas, que le ha batido en el terreno de la astucia.

Lo que callan las sirenas, 2020. Instalación. Madera, textil, cerámica esmaltada. Exposición individual, Galería Fúcares.

El silencio de las sirenas, 2020. 100 x 70 cm. Pastel, grafito sobre papel Canson

Actualmente, Algaba continúa desarrollando este proyecto, centrada en la investigación de la fábula de los lotófagos, otra de las amenazas a las que se tiene que enfrentar Ulises durante su viaje.

Parte de su trabajo podrá verse en Madrid, desde el 24 de junio y hasta el 2 de agosto, en su exposición individual Reunidlos y anudadlos en el Centro Cultural Antonio López de Coslada. Esta muestra se centra en las relaciones interpersonales y sus efectos en el individuo, y su título está inspirado en unos versos que aparecen en El elogio de la sombra de Tanizaki, como referencia a los mecanismos que, según la artista, genera nuestro cerebro -reuniendo y anudando- para crear patrones de pensamiento.

No hay más que ver el currículum de esta artista para augurarle un futuro brillante. Muestra de ello son la gran cantidad de exposiciones que ha realizado, tanto colectivas como individuales, así como los premios y becas que ha recibido. Y no es para menos, pues, como hemos visto, su trabajo aúna la estética y la carga conceptual con una gran coherencia y personalidad. Cuando conoces su obra, quieres saber más de ella, y eso es lo que esperamos a partir de ahora: no dejar de escuchar el nombre de Raquel Algaba.

Laura Pinillos Villanueva. Web. Bio MMM.
Raquel Algaba. Web. Bio MMM.
Imagen destacada: De la serie Tsumego, 2018-2021

Otras publicaciones de Laura Pinillos Villanueva en MMM: Marina Vargas, Isabel Flores, Elssie Ansareo.