Isabel Flores. Ornamento y repetición para reivindicar lo decorativo en el arte.
LAURA PINILLOS VILLANUEVA
mirando a
ISABEL FLORES
Isabel Flores (Badajoz, 1989) es una de esas artistas que destaca por el enfoque original de su trabajo, cuyo objetivo principal, la reivindicación y dignificación de lo decorativo y lo ornamental en el arte, no se suele plantear como uno de los propósitos más extendidos dentro de la creación contemporánea.
Este carácter decorativo del arte comenzó a verse como una característica denostable dentro de la creación artística desde los preceptos del arquitecto Adolf Loos (Ornamento y delito, 1908) y más tarde dentro del arte contemporáneo, en el que el ornamento se considera algo más propio de las artes aplicadas y de los espacios domésticos. Sin embargo, Isabel Flores reivindica esta capacidad y la lleva por bandera en su trabajo.
Aunque el concepto de lo decorativo pueda parecer trivial a priori, sus trabajos se basan en una constante investigación del motivo ornamental a lo largo de toda la historia del arte, apropiándose de elementos del mosaico romano, la arquitectura islámica, los estampados vegetales del Arts & Crafts, o su influencia más directa: el movimiento Pattern and Decoration de las artistas feministas que desde los años 70 luchan por romper toda jerarquía de estilos dentro del arte. Sin embargo, no se limita a copiar estos modelos, sino que los multiplica, yuxtapone, descompone, redimensiona y saca de contexto.
Gran parte de su trabajo se desarrolla en exteriores, en continuo diálogo con la arquitectura y el entorno urbano, por lo que sus obras cobran un carácter monumental que mantiene también en algunas obras sobre muy diversos formatos en espacios interiores.
En el entorno urbano ha desarrollado numerosos trabajos, sobre todo en su tierra natal, Extremadura, formando parte de proyectos como “Muro Crítico”, “M300M” o “DINAMO” cuyo objetivo es la recuperación de zonas rurales en peligro de despoblación a través del arte y en los que además se lucha por implicar a los habitantes de dichos núcleos urbanos. En estas obras recoge elementos de la tradición popular como las geometrías del arte romano, con una gran presencia en la tierra, o los ornamentos de los trajes populares, asociados tradicionalmente, además, al ámbito femenino y a la mujer y cuya importancia Isabel Flores reivindica dentro de la Historia del Arte.
Estos trabajos son un perfecto ejemplo de la convivencia entre la tradición y lo contemporáneo, y de cómo este carácter novedoso puede ayudar a la recuperación y puesta en valor de estas poblaciones.
En 2018 trabajamos juntas dando forma al proyecto Head, hand and heart que llevamos a cabo para la convocatoria “En Femenino” dentro del festival de tendencias urbanas Mulafest. Para dicho proyecto, Isabel Flores vuelve al espacio expositivo, recreando un espacio íntimo y doméstico con el que hacer honor a las artistas implicadas dentro del Arts & Crafts.
Dentro de este movimiento inglés, que a finales del siglo XIX había luchado por reivindicar la manualidad de la obra de arte frente a la creciente industrialización y a eliminar los límites entre arte y artesanía, además de poner el arte al servicio de la sociedad a través de su introducción en el espacio doméstico, se encontraban numerosas mujeres cuyo trabajo había sido eclipsado por el de sus colegas masculinos. Estas artistas se reunían en estudios, unos espacios a medio camino entre el ámbito doméstico y el artístico, que les permitían mantener reuniones de carácter profesional y organizarse como gremio sin salir del espacio privado.
Con este trabajo quisimos reivindicar el trabajo de estas artistas, reinterpretando uno de estos estudios en el que el ornamento lo invade todo, incluido el mobiliario interior. Para este trabajo Isabel Flores se valió de motivos extraídos de espacios de un contexto totalmente diferente, como arquitectura islámica, creando así una conexión entre mundos tan separados en el tiempo y el espacio, reivindicando el valor de la multiculturalidad, también muy presente en todos sus trabajos.
En 2019 dio comienzo al proyecto Ad Infinitum en el que aún se encuentra inmersa. Partiendo de un solo elemento concreto de un mosaico del Museo Nacional de Arte Romano, desarrolla una amplia producción que varía tanto en formatos como en soportes.
Cuesta imaginar cómo, partiendo de un elemento tan sencillo, repetido ad infinitum, se pueda llegar a tal número de propuestas diferentes: papel pintado en el que el ornamento se repite expandiéndose a lo largo de toda la superficie de una pared, obras de pequeño formato donde el vacío también tiene su papel, pintura mural exterior u obras de formato más tradicional en el que se aíslan elementos del motivo ornamental como la línea o el color, creando diferentes texturas.
En este trabajo reúne los elementos en los que ha estado trabajando a lo largo de toda su producción de manera constante, como los límites de la pintura o la pintura fuera del marco, la repetición y la expansión por toda la superficie pictórica -all over-, el apropiacionismo de los motivos ornamentales, la manualidad del proceso creativo y los errores que esta conlleva, o la multiculturalidad ya antes mencionada.
En su último gran proyecto, Pattern to abstraction (2019), concebido como una instalación pictórica experimental, ha innovado con la gasa como nuevo soporte, llevando la monumentalidad del formato dentro del espacio expositivo a su máxima expresión. Para ello, realizó serigrafías sobre una superficie de más de 72m2 creando una composición en la que el movimiento, potenciado por los efectos de la transparencia de la tela, se introduce por primera vez como elemento fundamental de la obra. La superficie, colgada de una estructura a 7m del suelo, permite al espectador situarse a ambos lados de la obra, e incluso transitar entre ella.
Al utilizar la técnica de serigrafía para estampar el soporte, las pantallas van sufriendo desgaste a medida que van siendo utilizadas, por lo que las variaciones en la estampación se van haciendo cada vez más evidentes. Esto, unido a la manualidad del proceso, hace que el error se convierta en un elemento protagonista. El proyecto se exhibió en la sala Art Mustang de Elche, becado con la Beca Puénting de la Universidad de Altea.
Isabel Flores es una exploradora y una coleccionista de motivos decorativos en constante búsqueda de nuevos hallazgos que incluir en sus proyectos. Adentrarse en su trabajo no es conocer sólo la obra de esta magnífica artista, sino descubrir el trabajo de otros muchos que antes que ella, y de forma anónima, contribuyeron a crear el imaginario de la historia del arte colectiva, no gracias a las obras más emblemáticas, pero sí a través de esos pequeños detalles que visten y decoran la arquitectura de todos los tiempos, la vestimenta o los objetos de uso cotidiano que nos narran la historia de las culturas.
© Isabel Flores. Web
Laura Pinillos Villanueva. Bio
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Gran trabajo. Y magnífica obra.