Nekane Aramburu presenta «Mujeres Santas»
Mujeres Santas: Políticas de la Metodología
Para MMM (Mujeres Mirando Mujeres) me gustaría incidir especialmente en lo importante que es generar procesos de investigación, reflexión y producción basados en formatos acordes con una perspectiva alejada de las tradicionales metodologías heteropatriarcales dominantes.
La historia del arte es una historia generalmente enraizada darwinamente en lo lineal evolutivo: en periodos, estilos y nombres de hombres. Por mi parte siempre he defendido que no hay una historia del arte, sino muchas (tantas como quienes las escribieron) lo mismo que la perspectiva del tiempo cronológico, sus fases y etapas son subjetivas. En la simultaneidad de los espacios, los tiempos se cruzan en frecuencias variables entre presentes, pasados y futuros potenciales. Nos queda lo real tangible y la capacidad de interactuar desde él.
A nivel de responsabilidad patrimonial, considero que es fundamental pensar en el legado material e inmaterial y en lo colectivo.
Si el contenido propuesto en “Mujeres santas” es en sí innovador ya que intersecciona baja y alta cultura o perspectivas postcoloniales y feministas no institucionalizadas, estoy convencida que su fuerza radica además en su planteamiento metodológico de base.
En “Mujeres Santas” tratamos de avanzar desde lo horizontal y el rizoma, extendiendo con carácter abierto y de forma colaborativa los procesos que a tiempo real tienen la capacidad de generar movimientos rápidos en contextos diferentes.
Me baso así en cuatro elementos clave: el uso de lo digital, el desarrollo de herramientas de proximidad para activar situaciones reescribiendo relatos, la interdisciplinaridad de pensamiento/acción y generar redes para dar sentido colectivo al proyecto.
El objeto de estudio es importante pero para mi es así mismo fundamental el modo en el que se desarrolla, y explora: sus procedimientos. En definitiva, no solo el “Que” sino el “Como”.
“Mujeres Santas” comenzó en el año 2003 a través de un sistema de registro y documentación orgánico y abierto. En su propia concepción está el generar nuevas prácticas de análisis y mediación que ahondan en cuestiones de género y responsabilidad medioambiental y social imbricadas en las distintas comunidades con y desde ellas.
A través de “Mujeres Santas” se configura en primer lugar una gran cartografía documental latinoamericana para el análisis y el conocimiento de los relatos populares desarrollados sobre mujeres victimas de feminicidios, muertes violentas o trágicas relacionándolas con la visibilización de lugares de memoria histórica y los espacios de ritual enraizados en la mística y la fe de los milagros para desarrollar un estudio visual, antropológico y social de estos mitos como archivo y medio de difusión, reflexión y formación desde una óptica feminista.
Los 34 casos localizados en primera instancia corresponden a mujeres que vivieron realmente entre finales del XIX hasta casi la actualidad bajo el común denominador de que sufrieron una muerte-vida violentos. Vinculados a ellas se producen fenómenos que son llamados milagrosos y han dado lugar a cultos paralelos a los conocidos. Se presenta, pero no se confirma. Se compara y se duda. Con todo, desde la incertidumbre, trabajamos juntes. De las mas históricas como Difunta Correa, Telesita, Teresa Urrea, Felicitas Guerrero o Amelia Goyri, a las mas recientes canonizaciones populares de María Soledad Morales, las Reinas de la Pampa, Panchita o Gilda, encontramos factores y constantes que las unen y permiten revisiones y conclusiones de combinaciones infinitas. Sobre las experiencias y su inserción en la memoria colectiva alterada o no, introducimos practicas de revisión y crítica contemporáneas.
El cuerpo mártir de estas mujeres fue convertido en símbolo por el impulso de sus comunidades de origen formando parte de un movimiento de creencias extendido en Latinoamérica y el Caribe fundamentalmente Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, Perú, Ecuador, Cuba o México y llegando a través de migrantes devotos a otros continentes. Unos cultos basados en tradiciones e imaginarios ancestrales y aún vivos en la sociedad actual a los que se suman incorporaciones de relatos recientes donde se mantiene el poder de la fé, rituales sincréticos e iconografías de los cuerpos, los afectos y los deseos. Son 34 mujeres, pero podrían ser muchas mas. La cartografía se inicia, pero no se cierra. Sobre lo real, y sobre lo irreal todo es procesual.
El primer movimiento de visibilización del proyecto consistió en crear en 2019 una web donde presentar la investigación y la relación de estos casos citados. La colaboración con los sistemas culturales de sus respectivos ámbitos geográficos es fundamental.
De ahí por ejemplo el haber iniciado la colaboración con la plataforma digital Hipermédula o con el Museo de Antropología de la ciudad de Córdoba en Argentina. Con carácter oficial el 3 de octubre de 2019 presentamos en el citado museo la plataforma. Junto a nosotres una de las especialistas colaboradoras del proyecto Ana María Carreras. Allí, ese mes reconfiguramos e intensificamos la búsqueda sobre el caso de Ramonita Moreno.
Me gustaría recordar que Ana María Carreras fue co-autora de “Ramonita Moreno en la Religiosidad Popular de Córdoba” editado en 1981 gracias al Equipo de Investigaciones Folklóricas integrado además por Isidro Bruno, Daniel Díaz, Hermegilda Isasti y Carlina Sosa para IV Congreso de Folklore de Jesús María, y su investigación relata un perfil biográfico de Ramonita diferente al realizado recientemente por el Archivo histórico de la municipalidad de dicha ciudad.
https://mujeresantas.org/archivo/ramonita/
Generar precisamente estos equipos de trabajo en cada lugar es fundamental. Registrarlo audiovisualmente también con objeto de generar el material mas directo que sea capaz de transmitirse sin intermediaciones. Los vídeos son subidos a la red internet y una selección de ellos formará parte de un documental. Esta imagen del trabajo de campo en el cementerio de San Vicente sintetiza de alguna manera la importancia de estas acciones.
La reescritura de las biografías se realiza a través del análisis documental existente pero sobretodo se activa in situ. Esta vía fue la que practicamos en la ciudad de Salta con el caso de Juana Figueroa. Como en muchas de estas historias los datos aparecidos en prensa en el momento del asesinato no fueron corroborados.
Tampoco su vida anónima y sus discusiones domésticas hubieran trascendido si no fuera por su muerte violenta. Nadie pensó las circunstancias y sentimientos de una mujer joven casada con alguien mayor, no sabemos del contexto ni de su vida diaria. Otro de los descubrimientos a través de la partida de nacimiento y búsquedas genealógicas, fue el error en el año de nacimiento y que si tuvo un hijo.
https://mujeresantas.org/blog-feed/juana-figueroa-la-santa-popular-de-salta/
Juana Figueroa nació en 1879, se cuenta que era una mestiza hermosa y divertida, que se peinaba con un moño, acostumbraba a ir de negro y con botas de charol. No obstante esta descripción no corresponde ni con el icono que se divulgó de ella. La imagen que se le atribuye es una fotografía mucho mas posterior y revela un tipo de fisonomía que no le corresponde. Encontramos esa foto presidiendo su oratorio junto con otras figuras religiosas revelando una mujer de la década de los cuarenta con joyas y peinada de una forma inusual para alguien de su condición social. Esta transformaciones faciales-raciales se producen claramente en otros casos como el de Laurita Vicuña o Sarita Colonia ambas de origen indígena.
Es interesante así mismo comparar las maneras en las que se han abordado estos cultos dependiendo del estrato social al que estas mujeres pertenecen. El foco y marketing religioso por ejemplo responde a parámetros diferentes en los casos burgueses de Felicitas Guerrero, Amelia Goyri o Teresa Urrea.
A diferentes escalas desde la antropología o el arte contemporáneo hemos analizado los arquetipos y así mismo toda esta parte se contempla en el programa general de Santas, sus diversos ciclos y formatos. En cuanto a las producciones artísticas que serán presentadas en fases consecutivas del proyecto, destacaré entre otros el trabajo de Guillermo Srodek Hart, creador que durante un tiempo profundizó en los casos del Gauchito Gil, San Muerte, la Difunta Correa, Gilda y Rodrigo y con quien actualmente trabajo además en Santa Felicitas. Este, es solo uno de los muchos ejemplos de los complejos ejes y capas a los que nos lleva “Mujeres Santas”. Su marco de revelación pueden ser las instituciones culturales al uso (museos, espacios culturales y centros docentes) o en los propios lugares de memoria de donde surgieron.
Finalmente me gustaría reseñar respecto a “Santas” la importancia de los sistemas de mediación y capacitación que el proyecto permite. Así la implicación en talleres y workshops de lo que vengo a denominar “Arte-sanías” a través de procesos de participación social, contribuyen a fomentar sus propias dinámicas en núcleos activos que pueden proseguir con los temas y problemáticas planteadas según sus demandas como nuevos modos de resistencia crítica.
Tenemos que ser muy conscientes que no es lo mismo ser feminista en Latinoamérica que en Europa, que el ritmo de los acontecimientos sociales supera cada vez mas aceleradamente las previsiones de un presente abocado a continuos upgrade. La extensión desde Chile de la performance Un violador en tu camino de Las tesis es un claro ejemplo de ello.
Así pues debemos considerar que las herramientas de trabajo desde la cultura y la gestión de lo real ya son otras y las metodologías también.