Madeleine Spierer, explorando el eje entre el mundo interior y exterior.
SANA LÓPEZ ABELLÁN mirando a MADELEINE SPIERER
Nacida en 1926 en Trieste, Madeleine Spierer pertenece a una generación de artistas que, a pesar de haber dedicado toda su vida al arte, por circunstancias de la época, siempre operó en los márgenes del mundo del arte. Su relación con el artista Bram van Velde subraya esta posición ambigua, muy cerca de los núcleos del arte pero lejos a la vez. No es hasta los años noventa, ya con una edad madura, cuando empieza a exponer, principalmente en Ginebra y Basilea.
Durante su vida, tras haberse criado en Ginebra (a causa de la segunda Guerra Mundial), viaja mucho a París, Madrid, Oslo y pasa largas temporadas en Nueva York y El Salvador. Durante el año 2013, con 88 años, decide trasladarse a Cataluña, España para realizar una obra grande y significativa en un apartamento en la Bisbal d´Empordà. Con la ayuda de amigos, asistentes y colaboradores ejecuta a lo largo de 4 años la instalación COSMOS & GRUTA hecha completamente de papel y cartón piedra.
La obra de Spierer siempre ha explorado el eje entre el mundo interior y el mundo exterior, un espacio liminal que indaga desde los 12 años cuando empezó a dibujar y pintar. La instalación comunica esta delicada sensibilidad por la vida y todo lo que conlleva.
INSTALACIÓN INMERSIVA
Creada entre 2014 y 2017, la instalación nos habla sobre la condición humana, nuestro lugar en el universo y las complejidades involucradas en la experiencia humana. Poder sumergirse en la obra permite que el espectador tenga una experiencia física. Un momento de silencio y reflexión, alejado de la razón cognitiva.
El COSMOS relata la inmensidad que nos rodea y el infinito Universo en donde soñar. La GRUTA, en la habitación contigua, es donde se formaliza la presencia humana en este mundo. A través de los personajes que alberga la GRUTA (plasmados en máscaras de todo tipo) nos damos cuenta de la gran variedad en la experiencia humana y se apunta con sentido de humor, un guiño, a lo que conlleva ser persona en esta Tierra.
Después de acabar la obra su salud empieza complicarse y Madeleine deja de vivir en el espacio que acoge la obra, se traslada a un piso cercano. La instalación nunca se acaba del todo. A menudo se visita la obra con ella y siempre hay algún detalle a mejorar. La cara de uno de los ‘amigos’ en la Gruta o una pequeña alteración. El ojo de artista no se pierde nunca. En agosto de 2021 deja la vida, cerca de su última obra y rodeada de los que la celebramos.
Cosmos & Gruta. Vídeo.
Me gustaría, en esta presentación de Madeleine Spierer, conectar su obra y trayectoria con libro ¨Mujeres que corren con lobos¨ de Clarissa Pinkola Estés. Es un libro en que la autora, doctorada en psicología etnoclínica (polinización entre psicología clínica y etnología), y psicoanalista junguiana, además de curandera, utiliza los cuentos como punto de partida para ofrecer una muestra de experiencias vitales que apoyan y ayudan a la mujer a recuperar su fuerza, su instinto y su verdadera esencia. Además es un libro que ha inspirado mucho a Madeleine y que incluso ha llegado a titular de una serie de sus dibujos.
Escribir el relato de Mujeres que corren con lobos ha supuesto unos 25 años. Esta elaboración, la larga durada, la perseverancia es un paralelo directo con Spierer. Ella también, nunca cesó, pero propulsada por una fuerza interior, siguió creando, incansablemente, en lo que ella sentía. Allí creo que hay un enlace con lo que Pinkola Estés describe como mujer salvaje, la que sabe, la que no se deja callar por fuerzas exteriores. La autora identifica el proceso creativo como un ámbito por excelencia donde existe esta conexión con la mujer salvaje que todas llevamos en nuestro interior. El espacio de la psique donde brotan los cuentos, los sueños, la imaginación y el arte constituyen el misterioso hábitat de la naturaleza salvaje e instintiva.
Investigando la obra de Madeleine nos damos cuenta de un enlace muy directo entre lo que sale al exterior (la obra) y lo que existe dentro (mundo interior). Cuando Clarissa habla del lugar donde la mente y los instintos se mezclan, donde la vida profunda de una mujer consolida su vida mundana, habla exactamente de esta integración que encontramos en la obra de Spierer. Ella ha sabido, a pesar de todo, incorporar sus impulsos artísticos con su vida cotidiana, y hacer de su arte un modo de vivir.
Pinkola Estés argumenta cómo, en la vida de las mujeres contemporáneas, hay que superar obstáculos para ser menos obedientes, menos complacedoras, menos ´buenas´ para poder seguir ese camino que sale de dentro. Buscar una vía para permitirle triunfar sobre otros arquetipos que las alejan de su propia naturaleza. Con esto viene un compromiso a no temer lo feo, lo rudimentario, lo primitivo.
Madeleine se atreve, durante toda su trayectoria, a explorar mucho más allá de lo ´bonito´, lo placentero, lo agradable. En sus obras explora, a través de una variedad significante de técnicas, materiales y soportes, sin límites impuestos por lo convencional. Pinta con tierras, arena, pigmentos, hace manchas, rompe papel, imprime torcido, todo parte de una fidelidad a su proceso interior, materializándolo en el mundo.
La mejor tierra para sembrar y hacer crecer algo nuevo otra vez está en el fondo. En ese sentido, tocar fondo, aunque extremadamente doloroso, es también el terreno de siembra, – Clarissa Pinkola Estés 2008.
Imagen destacada: Retrato Mamé Marie Netter, abuela, 1998, Madeleine Spierer, técnica mixta sobre papel, 65 cm x 49 cm.
Sana López Abellán. Web. Bio en MMM.
Madeleine Spierer. Bio en MMM.