Meritxell Ahicart. Un arma cargada de futuro.
CARMEN DALMAU mirando a MERITXELL AHICART
Meritxell Ahicart (Castellón, 1992) es una artista formada en la Facultad de Bellas Artes y el Máster en Fotografía Arte y Técnica de la Universidad Politécnica de Valencia.
Es difícil encontrar jóvenes artistas que se valgan del arte como un arma cargada de futuro, capaz si no de cambiar las cosas, si de transformar la mirada a la realidad que nos rodea. Meritxell mira de frente, pide ser en todos sus proyectos y vibra con cada una de las piezas que los componen, a veces fragmentadas, pero siempre ensambladas por el aire que respiran.
Emplea la imagen fotográfica como una herramienta maleable, que aúna instinto y razón, prolongación de su cuerpo, con un lenguaje híbrido, expandido, performativo y con múltiples capas de significantes, que trascienden las técnicas y que son capaces de generar reflexión y pensamiento.
En todas sus obras investiga en libertad creativa con las múltiples cualidades expresivas del medio fotográfico, convirtiendo la fotografía en un canal de búsqueda sobre los códigos sociales, políticos, ideológicos y culturales de la realidad.
Entiende la fotografía como imágenes mentales, que provocan estallidos visuales que se prolongan en el entorno.
Su labor es una demostración de la capacidad transformadora y sanadora que puede tener el ejercicio del arte cuando a la dimensión estética unimos la capacidad ética y la disección de nuestro entorno.
A través de la serialidad documental – ya sea en su proyecto Villas para la Memoria, en el libro de artista Specimen, en las secuencias de video de Super-Clean Bottles Remix o en Devilvery – transforma su ámbito cotidiano mediante usos artísticos que provocan una mirada inteligente a quienes se sumergen en su estética creativa.
Meritxel Ahicart trabaja con técnicas muy variadas, la fotografía, el video, lo performativo y como en un caminar coherente en su desarrollo creativo en la actualidad se ocupa de la inteligencia artificial. Así en Movimiento Cósmico, uno de sus últimos trabajos, nos lleva a otra realidad disruptiva y soñada como posible en el 2323, a un mundo en el que la IA y los humanos bailamos juntos tras crear un patrón universal que reúne todos los gestos y movimientos de los bailes tradicionales.
En Super.Clean Bottles Remix también encontramos fotografía, video y junto a su propio cuerpo implicado en la acción. La fotografía de género, de bodegones impecables en su aséptica brillantez y un video en el que unas manos van rellenando un acuario de cristal con los líquidos de unos botes de limpieza. La pieza final es como un océano fascinante en el horror que muestra la degradación del medio ambiente y la corrupción de las aguas. De esta forma limpia asistimos a una denuncia implacable.
En Specimen interviene digitalmente los diseños de los billetes de un euro de libre descarga facilitados en la web del Banco Central Europeo, como trasgresión con el que he derrumbado puentes, he tapado puertas y ventanas.
Otras piezas, como la acción fotográfica performativa 5h 58´ 27¨DSC_7163, tienen un carácter más ritual. Velar frente al mar a un ser querido un año después de su muerte. Meritxell pertenece a la estirpe mujeres fuertes que habita en una ciudad mediterránea donde el mar es un latido, una constante y una presencia viva.
Chat Player tiene muchos puntos en común con Delibery ya que nace de la experiencia de la autora en una plataforma de chat erótico on-line. Su puesta en escena ha generado una intervención en la calle con murales compuestos partiendo de las fotos subidas a la red por los usuarios.
En Devilvery es uno de sus proyectos más rotundos. Nos permite detectar el empleo de muchos de los recursos que caracterizan su forma de enfrentarse al hecho artístico.
Ya desde el título del proyecto –Devilvery– existe una clara intención de usar incorporar la ironía para asumir la denuncia. Y un juego de espejos, porque en su trabajo también la realidad se altera al contemplarla desde el otro lado. Nos enfrentamos al mismo diablo al tiempo que a la magia de satisfacer un deseo inmediato que nos reparten cómodamente en nuestros domicilios. Devilvery nos muestra la trastienda de la sociedad de consumo que se va implantando y consumiéndonos como si de un acto de canibalismo se tratara.
Devilvery también se expande a través formas muy distintas que se empastan de manera natural: frisos fotográficos, dos audiovisuales “Homenaje a Jon Mikel Euba” y “DingDong Symphony” además de un fotolibro diseñado por Pólvora Verlag donde se mezcla una acumulación de fragmentos dispersos en su diversidad de tamaños y texturas, que muestran la visión de un trabajador considerado esencial en un tiempo distópico.
Constituye una inmersión en la sociedad líquida en tiempos de pandemia que ha socavado lo público y nos va transformado de ciudadanos en individuos consumidores como diagnosticó Zygman Bauman.
La sociedad líquida no se articula en torno a visibles templos de consumo sino a redes invisibles que nos permiten seguir siendo consumidores. El mundo sonriente y limpio deposita las mercancías a domicilio con un sistema de trabajo heredero de un taylorismo degradado.
Devilvery está ideado como un conjunto de pequeños gestos subversivos que rescatan imágenes latentes, lúcidas, suspendidas, imágenes que esperan a ser pensadas.
Con el teléfono móvil, único arma en sus manos durante ese tiempo distópico de pandemia, en compromiso con su cuerpo registró a modo de diario laboral su trabajo cotidiano.
La artista expresa que las fotos y los videos que furtivamente realizó difuminan esa frontera simbólica de los espacios y la recorren como un equilibrio que se mantiene sostenido por la tensa cuerda y permiten encontrar espacios intermedios que son resquicios de libertad y ligereza en las fisuras de sistemas monolíticos y pesados.
Meritxel Aicart como en Alicia a través del espejo nos enseña de forma fragmentada, múltiple, saturada de color, como la blanca leche derramada, lo que encontró al otro lado mientras las calles estaban desiertas y el mundo confinado.
El cuerpo artístico de Ahicart me evoca el ritmo poético en los versos de Gabriel Celaya fundido con los planteamientos conceptuales de Mikel Euba y la luz hiriente del mediterráneo y sus atardeceres rosa y de miel.
con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo
Carmen Dalmau. Web. Bio MMM.
Meritxell Ahicart. Web. Bio MMM.