Licenciada en Nihonga, estilo tradicional de pintura japonés ha desarrollado trabajos en 2-D y de escultura. La infancia es su leitmotiv. Persiguiendo el tema universal del deseo humano, con su mezcla de felicidad, dolor, rabia y humor, y en particular a través de la imagen recurrente de flores con caras, Mari revela su enfoque característico.