Prado R. Vielsa, luz, color y compromiso político.
MERCEDES PALAÍN mirando a PRADO R. VIELSA
Prado R. Vielsa, artista multidisciplinar, mujer socialmente comprometida, compañera feminista de la Caja de Pandora, Aragón y asociada a MAV, investiga y experimenta con la luz y el color creando narrativas e imaginarios visuales donde coexisten la belleza y la maestría de la que sabe establecer diálogos poco comunes, con total armonía.
Otra de sus líneas de trabajo “Obligada desmemoria” nace de sus inquietudes políticas y a la vez del compromiso íntimo y social por visibilizar el reguero de cuerpos que yace en las cunetas de todo el Estado español, en concreto en los caminos y alrededores de sus orígenes.
Prado Vielsa es una artista muy valiente y curiosa que se atreve con materiales poco usuales para profundizar sobre el discurso y ofrecer conceptos que van más allá de la belleza o la estética. Estudió dibujo y pintura en la Escuela Profesional de Bellas Artes de Zaragoza, se formó en grabado, serigrafía, artes gráficas y técnicas digitales aplicadas a la obra gráfica. Su obra ha sido expuesta en ferias, museos, galerías y diferentes espacios de Zaragoza, Madrid, Barcelona y Girona.
Sobre todo, para mí, Prado posee una visión analítica y amplia del ámbito cultural, una compañera que aporta, suma, regala, cuida y con la que una crece a todos los niveles. Espero que os guste y disfrutéis su mirada, nosotras podemos estar hablando de estos y otros temas, horas infinitas, en esta entrevista, algunas pinceladas de nuestras conversaciones y debates.
La luz y el color son una de tus vías de investigación, me gustaría que nos contases, qué te aportan estos elementos, cuáles fueron las reflexiones que te llevaron a crear esta línea de estudio y cómo se materializa.
Mi interés por el color y la luz surgió la primera vez que miré con un cuentahílos una publicación offset en color. El descubrir ese baile de puntos de cuatricromía fue mágico. Años más tarde durante mis estudios de gráfica pude experimentar con los métodos de impresión y formaron parte de mi trabajo. Tras un paréntesis de experimentación y pasar por la fase de los negros intensos en grabado, volví al color. Entonces fue cuando sentí la necesidad de ir a las entrañas de las imágenes que producía, de meterme en ese mundo que una vez me pareció mágico.
Estuve un tiempo trabajando en plano y aunque lo sigo haciendo, pronto eché en falta manipular mis obras, tocarlas y transformarlas con mis manos. De aquí surgieron las obras con volumen, con pliegues y aire, del proyecto cartografías de luz.
Cuéntanos cuales han sido los sitios donde hemos podido ver tu trabajo y cómo trabajas en el espacio.
Este proyecto, a lo largo de los años que lo llevo trabajando se ha podido ver en:
Centro de historias, Zaragoza. Cuarto espacio de DPZ, Zaragoza. Art Madrid feria, Madrid, Galería A del Arte, Zaragoza. Etopia fachada media, Zaragoza. Córner la Azucarera, Zaragoza. Palacio de Sástago, Zaragoza. Aparador 22, Girona. Espacio Urban Gallery, Barcelona.
El espacio donde se van a exponer las obras, sobre todo las instalaciones, es lo primero que tengo en cuenta cuando comienzo a pensar en la imagen. Al generarla, en el mismo origen analizo su entorno y esto condiciona el color, frecuencia, trama… Después vendrán los pliegues, el aire, el volumen… aquí influye tanto el espacio como la obra en sí, la imagen, las tensiones del material. Y también mi estado mental, no puedo evitar reflejar cómo me siento y lo he comprobado dolorosamente durante el confinamiento. Mis obras de estos días tienen más pliegues, están más contenidas.
Obligada Desmemoria es uno de tus proyectos más largos una investigación que parece no tener fin, la importancia de mantener presente a los desaparecidos y desaparecidas en las cunetas durante y posteriormente a la Guerra Civil española. ¿Cómo y cuáles fueron las inquietudes que te llevaron a embarcarte en este estudio?
Mis inquietudes políticas personales me llevaron a investigar los hechos acontecidos en mis lugares de origen para encontrar respuestas a las preguntas que siempre habían sido silenciadas.
Recopilé mucha información, sigo haciéndolo, pero necesitaba hacer algo con todo ello. De ahí surgió el proyecto obligada desmemoria, para narrarlo con el medio en el que mejor podía expresarme, el visual.
Y sí, como bien dices parece no querer terminar, tiene vida propia y va creciendo. Quizá si algún día sale a la luz toda la historia y sacamos a nuestros familiares de las cunetas, se pueda cerrar la herida y con ello terminaría el proyecto también. Pero me temo que queda mucho por hacer.
Hace años asistí a una charla en la que el ponente preguntó ¿Qué es el arte? Las respuestas fueron muy diferentes, un lenguaje, una actitud, una herramienta. El ponente comentó “Todavía nadie ha dicho que es un negocio” Qué opinas de las valoraciones económicas dentro del arte contemporáneo, del mercado del arte en sí y dime ¿crees que se puede vivir de él o sólo lo hacen algunos/as privilegiados/as?
Permíteme que no opine de valoraciones económicas, no estoy capacitada para hacerlo.
Respecto al mercado del arte en sí, me gustaría distinguir entre la industria de la compra – venta de obras de arte como mera transacción y que tiene más que ver con la inversión, de la venta de obras de arte como bien cultural. Comprar obras que nos emocionan, que nos trasmiten o nos traen sensaciones que nos reconfortan o nos remueven, debería ser compra casi de primera necesidad, ya que la cultura es uno de los alimentos de nuestro espíritu al igual que el pan lo es para nuestro sustento físico.
Hemos podido experimentar en este confinamiento que algo primordial para poder resistir anímicamente ha sido el arte, la música, el cine, la literatura… los productos culturales. Y aquí es donde reclamo que la precariedad en el oficio del arte se solucione con medidas que desde las diferentes asociaciones y plataformas profesionales venimos reivindicando.
Algo tan simple como cobrar por realizar una exposición llenando de contenido cultural salas de arte, sigue cuestionándose, pero no el que cobre el director del mismo, el montador, el guardia de seguridad, el transportista o el personal de limpieza. Es una paradoja que el artista solo sea remunerado mediante becas y premios o con la venta exclusiva de las obras.
El feminismo y el compromiso con todas las iniciativas feministas dentro del ámbito del arte está intrínseco en cada una de nosotras, ¿crees que la obra siempre debe leerse con perspectiva de género? Y ¿Cuáles son los proyectos en los que has participado?
No sé si las obras que hacemos deben leerse con perspectiva de género, pero sí sé que como mujeres tenemos una forma intrínseca de hacer arte, nuestra perspectiva de cualquier tema, trate o no de feminismo, será enfocado desde nuestro prisma de mujer, porque lo somos.
La última exposición colectiva en la que he participado “muestra de mujeres en el arte contemporáneo I” está comisariada por PMAC, una plataforma feminista. Actualmente está expuesta y de momento, confinada en el IAACC Pablo Serrano de Zaragoza.
Todo parece resentirse en tiempos del Coronavirus, el arte y la cultura recientemente movió ficha con el llamado “Apagón Cultural” con la intención de hacer más presente si cabe la pobreza e inseguridad dentro del sector. ¿Qué iniciativas te parecen necesarias para hacer frente a las dificultades ya presentes?
Urge que todas las artistas estemos representadas en las negociaciones que se están llevando a cabo con Cultura tanto a nivel nacional como autonómico. Creo que ante la ausencia en muchas autonomías de asociaciones o plataformas locales, deberían contactar con las asociaciones que existen y están trabajando a nivel nacional, como es el caso de MAV y que representan a artistas en todo el país. Así podríamos reivindicar nuestras necesidades al igual que lo están haciendo galerías de arte, teatros, librerías…
Está claro que va a haber un antes y un después del covid. Al igual que otros sectores culturales, el de las artes visuales se va a resentir y sufrirá un descalabro económico importante.
Es pronto para saber las consecuencias, pero es totalmente predecible que como artistas sufriremos la anulación de exposiciones, muchas con la obra ya producida o con el desembolso en producción ya hecho. Otras dejarán de asistir a ferias con sus galerías, las más dejaremos de vender debido a la recesión. Van a ser tiempos más duros de los que estábamos acostumbradas a vivir. El sistema tiene que cambiar sustancialmente, aún no sabemos cómo, pero tendrá que hacerlo o nos extinguiremos.
Quizá esté bien que se rompa todo para comenzar de cero.
Muchas gracias Prado por participar conmigo en la VI Edición de Mujeres Mirando Mujeres, y muchas gracias a todo el equipo de esta maravillosa iniciativa por dar voz y ser el altavoz para tantas compañeras. Un placer compartir un año más con vosotras.
Prado R. Vielsa. Web.
Mercedes Palaín. Bio.
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