Paula Bladimirsquy: Huellas y conciencia
ALICIA ELIZABETH DALTERIO mirando a PAULA BLADIMIRSQUY
“El mejor regalo que podemos hacernos entre todos, es vincularnos desde nuestra huella y plantar conciencia”.
¿Qué trae de arte tu origen y crianza?
Nací en Buenos Aires, en el Abasto, barrio que junto al de Once, nucleaba familias judías comerciantes. Me recuerdo en el balcón, jugando, haciendo garabatos como si emulara el grafismo de mi padre, firmando cheques probablemente.
Entre varias mudanzas, sostuvimos la amistad con una familia donde ambos abuelos eran artistas. Pepa y Abraham, pintora y escultor, tenían su taller, como yo ahora, separado de la casa. Asomarme allí, en secreto, era una aventura a un universo de formas y colores.
Mi pie derecho, óleo sobre tela. 100 x 40 cm, 2012
¿Cuándo surge el deseo de ampliar esa aventura?
Entre mis 12 y 13 años me operan ambos pies. Comienzo a dibujar su anatomía, rudimentariamente, durante los tres meses en que no camino y uso muletas. Aparece el arte como retrato biográfico, eje que sostengo frente a la pregunta de quién soy.
Mamá decía que dibujaba muy bien. Mis padres me dieron libertad para estudiar y fui a un Liceo de mujeres con propuesta extra programática en arte.
Había compañeras con búsquedas artísticas variadas, un centro de estudiantes donde pude decir “yo quiero…, me interesa…”, que facilitó verme en esencia, y una gran Profesora de historia en su capacidad de hacernos pensar y cuestionar.
¿Qué germina de allí?
Algo resonante, que estos primeros referentes de pensamiento, reflexión, cuestionamiento y acción, son mujeres.
Al terminar el liceo, decido estudiar en la Escuela Municipal de Arte Dramático. Para terminar la carrera, exigían canto, y no estaba en la formación ni en mí. Me voy al teatro independiente. Apasionada por avanzar y mejorar ingresos, me enfrento a castings de TV que intentan cobrar peaje por un paso, y a lo hiriente de contarlo, al estar casada con el padre de mis hijos.
En este lapso también, tuve compañeros que aludían a mí ADN de mujer judía, clase media, cuando lo que importaba era como hacía la escena, y ¡la rompía en el escenario! Trabajé tres años ininterrumpidos en Teatro infantil y de adultos. Algo hago bien me decía.
Me molesta que lo dado o lo heredado, se tomen coercitivamente. Las características sociales, de origen o aspecto, no nos describen personal ni profesionalmente.
Finalmente, este combo de otredad, que hubiera que transar, la inarmonía de esto con mi vida familiar, me aleja definitivamente del teatro tras diez años de trabajo.
¿Cómo juega la validación de tu madre?
Me alentaba siempre. Afirmaba que era buena en lo creativo. Sugería que haga ambientación, vidrieras, y comencé, era como vestir muñequitas. Luego fue mi profesión en un negocio de indumentaria con mi ex esposo y su hermana. Aportaba mi impronta teatral en el armado de vidrieras en un relato de imagen atractivo para la venta.
¿Qué te acerca a las visuales?
Luego de tener a mis hijos y de la experiencia del rol empresarial, cambia la producción industrial en Argentina post crisis de 2001. Tenía cuarenta años, no quería seguir así y temía dejar una posición laboral e ingresos. Lo converso con amigos. Uno de ellos, psicoanalista, me pregunta que voy hacer. Voy a pensar, dije. Me voy a tomar un tiempo.
Las niñas, la cueva y la conversación – les filles, la grotte et la conversation-. Dibujo y calado en collage sobre papeles varios. 53 x 39 cm. 2021
Durante dos años materno a mis hijos chicos aun, sin trabajar en paralelo.
Luego comencé a añorar dibujar, ese ambiente con un profesor mayor que te entiende y comparte un lenguaje. El amor de una amiga me sugiere la Asociación Estímulo de Bellas Artes (AEBA).
Hermanas Bordado y Dibujo sobre tela 2014 45 x 70 cm- Primer Premio Textil SAAP 2018
La escalera de mármol gastado, la señora de la entrada, el salón, me devuelven el entorno cultural de la Escuela Municipal de Teatro, mi lugar. De dibujar a solas, me reinserto y paso a aprender con varios maestros.
Ninfas en el copón -Les petites nymphes dans leur ciboire-. (Dibujo y calado en collage sobre papeles varios – 66,5 x 46,5 cm) 2021
En algunos talleres encontré prejuicios y poco sostén. Aunque no asumía la desvalorización como propia, apenaba escuchar “la señora que pinta” o que delimiten territorio si querías asomar la cabeza. Algo innecesario, porque somos distintas expresiones en el camino del arte.
Finalmente, las maestras Alejandra Roux, Mónica Van Asperen y Diana Aisemberg son las que por su forma de ser artistas, abren mi cabeza.
¿Qué estilo te atrajo?
Fue emergiendo de mis dibujos un estilo inacabado. Me aburría intentar la perfección, por ejemplo, entre un ojo izquierdo y el derecho, decidí dejarlo así. Me gustaba. Se volvió característico en mí ese estado de imagen abierta, la línea variable, el perímetro de una figura completa o un recorte, sin cerrar.
¿Cómo construyes tu identidad?
La busco. La verdadera originalidad es volver al origen. Nos formamos copiando. Puedo zambullirme en la poética de un artista, ser permeable a su expresión y soltar. Aprendo con pausas.
Si elijo a Frank Auerbach, observo su pincelada bestial, el retrato descontracturado, sus decisiones y movimientos. Descubro que me gusta algún aspecto, sin ser él. Estudio uno o dos maestros y hago pausa. Como la vida, no todo el tiempo despiertos o hablando. Hago silencio.
Así encuentro de a poco mi identidad.
¿Y quién eres?
Esa es la pregunta máquina que me hago. La locomotora en el presente que me lleva a construir cada trabajo, que lo responde, parcialmente. La propia historia es inagotable.
Desde ese diálogo, ¿cómo defines tu arte?
A partir de la línea armo situaciones de ensueño, cuestiono un recorte de algo que pasó. Construyo hacia quien soy, lo que me interesa y necesito decir, de lo abstracto a lo figurativo, que predomina.
El factor común es la caligrafía de la línea, la mutación en el color y el tono, la espacialidad. En mis tallas de PVC, obras como “Cadencia” y los columpios, donde un pie se posa en una red apoyada en una hamaca, que, a la vez es un rollo de tela, coexisten lo gráfico y lo corpóreo en tránsito dimensional. Analogías a “soy así”, pero puedo migrar de estado y seguir siendo línea, yo, un ente.
¿Qué te inspira a dibujar “Mujer bonita es la que lucha”?
En una marcha de “Ni una menos” a la que asisto con mi hija, tomo una foto a una mujer con esa frase en el cuerpo.
Mujer bonita es la que lucha (Dibujo en fibra sobre papel – 29 x 21 cm. ) 2017
Ella sola, parada allí, diciendo tanto con un texto ideal para este tiempo histórico de la mujer.
La retrato simple, directo. Tengo calor, hago un rodete, voy cómoda. Un corpiño deja ver escrita la espalda, sin cintura de avispa. En el bolsillo dibujo un lápiz labial, pues la lucha no pasa por la estética de lo femenino. Si nos agrada, nos identificamos con ello.
Hay inevitables referencias al canon del Film “Mujer bonita”. Bonita es ser delgada, con un cabello hermoso y que se den vuelta cuando caminas.
El anti referente, es tener que luchar para ser respetadas. Para ser reconocidas en igualdad social, laboral, de derechos y condiciones, debes trabajar el doble que un varón.
Cuéntanos tu concepto sobre el apoyo
Es una-idea de trabajo, incluso en relación a la identidad. Desde el pensamiento crítico, cuestiono esto del cielo arriba y el apoyo abajo, como en el Renacimiento. Pongo en jaque estos puntos para repensar donde me poso. Suspendo los pies tomando los planos de lo superior de la obra.
La levedad de la certeza. Mixta – Collage, calado y dibujo sobre papeles – 106 x 124cm, 2021
“El apoyo es hacia nuestra interioridad. Aunque necesite del otro, para vivir, aprender, amar, porque somos sociales, la gravedad es interna.”
¿Qué atemoriza allí dentro?
Lo incierto, lo vinculado al desarrollo de la imagen, preguntas abismales en los artistas. El momento de la hoja en blanco es oportunidad. El vacío, sin algo predeterminado, ofrece todas las posibilidades. Aprendí a llegar ahí. Si no sé qué hacer me entrego al devenir creativo, sin certezas.
La certeza supone experiencia previa, incluye la aceptación desde la mirada del otro. Como artista, un creador debe repensarse por fuera de sus áreas de seguridad, sin quedar fijado a la obra que gustó. Aunque obtenga algo similar, pues es biográfico lo que hacemos, transitar el riesgo.
¿Cómo te acercas a lo profesional?
Comencé a hacer clínica de obra y a vincularme con colegas. Si no la pasaba bien por el ego de algún artista reconocido, seguía, incorporaba su experiencia. En pandemia tomé cursos online de la Academia Nacional de Bellas Artes y del Museo de Lanús. Disfruto de impregnarme y transmitirlo.
¿Qué vivenciaste en pandemia como mujer y artista?
Cuando todo queda en pausa y suspendo las clases presenciales, tuve tiempo libre y espacio interno.
Cumpliendo los decretos de burbuja y aislamiento, alterno entre mi casa y la de mi pareja.
Aforo interminable I ( PVC espumado y óleo -215 x 90 cm -2019. Tercer Premio Salón Anual Artistas de Tigre 2019
Allí, hay una mesa gigante. Llevo un rollo de tela que tenía. Comienzo a expandirla y a expandirme.
Reflexiono con el espacio gráfico, surge la línea y el encuentro de líneas. Noto que armo una red. Tomo una real como referencia y la retrato en tinta, luego con grafito. Aparecen mujeres en la imagen, lo femenino, que complejizo con el bordado y el calado.
Paula Bladimirsquy. Exposición Cadencia en Mundo Nuevo Gallery Art, 2021
Enfocada en ese espacio que no tenía que desarmar para dar clases, percibo el movimiento visual como columpio.
Evoco recuerdos de infancia, del vaivén, libre, en la hamaca. Así armo la instalación “Cadencias“, en Galería Mundo Nuevo en 2021, en Buenos Aires, Argentina.
¿Cómo eliges materiales, paleta y técnicas?
Cada figura y situación, desde la materia, los colores y la técnica, conlleva una búsqueda específica. En la paleta, los azules me dan identidad, goce y placer erótico en el armado del color, de tonos y matices. Luego aparecieron los ocres, carmines y alizarina.
Ninfas en su fuente. Plastilina en platos de porcelana de 17 y 19cm, 2017
En el entramado de medios y soportes, aflora lo inherente a mí y a mi obra.
Si es intimista, delicado, voy al papel. El de calco ofrece una única impronta. A la vez, permite ser modelado, torzado o trabajado con gubias.
Con el bordado, el hilo-línea sale al espacio. Busca, encuentra y regresal como en una pregunta. Aparece mucho nudo en mi obra, costura y expansión.
Erotismo en elementos físicos y vestuario lúdico teatral. Máscaras, corsets, peinados y accesorios jugando a ser otro.
En “El bosque”, hay una imagen espejada. Alteridad. Lo distinto a nosotros, que siendo semejante, es particular en sus diferencias. Una misma especie de árbol, en comunidad e individualidad.
La luna, la dulzura, el bosque y la cueva – La lune, la douceur, la forêt et la grotte- . Dibujo y calado en collage sobre papeles varios. 66,5 x 46,5 cm. 2021
¿En que trabajas actualmente?
Con mi amiga Laura Dalton trabajamos conceptual e históricamente sobre la línea y el dibujo.
Con el auspicio de la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro en Buenos Aires, desarrollo mi proyecto “Pleamar”. Propuesta participativa donde el dibujo es agente de diálogo para que dos o más personas se comuniquen a través del dibujo, a presentarse en el Parador Konex.
¿Cómo enseñas?
Acompaño procesos con sinceridad. Sin escalafones, simbólicamente sano mi vivencia. Llamo asistentes a los que viene al taller, no alumnos.
¿Cuál fue tu mayor frustración?
Dejar de actuar fue la mayor pérdida amorosa. Amaba el teatro, pero no pude más que irme por lo que sucedió. En vez de quedar enojada, tomé el camino del diálogo, de reunión y belleza holística, de sublimación con la fuerza creativa que trasciende mi lenguaje como artista.
En “#Sitodas”, planteo un si abierto, de sororidad.
Si todas pudieran hablar, elegir, hacer…
“Si quiero”, es una línea de trabajo desprendida del sentirme aprisionada por determinados cánones. Planta un sí, únicamente si quiero. El ícono numeral indica contemporaneidad. Un tiempo propio, de conciencia, con pausa para la decisión, acorde a lo que siento y necesito.
Si quiero. Dibujo- 120 x 100 cm, 2020
¿De qué trata “ZONA”?
Con cinco compañeras de distintas disciplinas, armamos en 2017 un grupo de trabajo autogestivo que llamamos “ZONA_Espacio de arte”. Galería que activa por eventos en mi casa taller y otros lugares.
La propuesta expositiva y curatorial, además de nuestras obras, incluye las de artistas invitados de los que hacemos un seguimiento. Desde 2018, realizamos anualmente el ciclo Jazz & Art dentro de ZONA.
En la última edición de Diciembre de 2021, como obra mía, expuse un ensamble escenográfico compuesto por collages enmarcados, siluetas sin enmarcar, un mural y elementos de escenografía, haciendo un guiño al Art Nouveau y al Art Decó, donde vinculé lo orgánico con lo geométrico.
El espectador podía poblar la escena en una propuesta inmersiva.
¿Cómo colabora el arte como herramienta desde tu obra y de cara al futuro?
Como seres humanos somos sentimentales. Las artes son un canal sensible para la reflexión, por fuera de lo académico. Mi obra ofrece disparadores sobre quiénes somos.
Sin título. Acrílico, óleo y calado sobre tela – 200x150cm) 2do. Premio Salon Pintura Vicentin 2019
El proceso de cambio, aprendizaje, refinamiento y transformación del ser en imágenes de libertad, de permiso de vuelo, de abrir el pecho y de sentir liviandad.
El rol del arte facilita experiencias tan profundas como al estudiar el pensamiento filosófico. Podemos repensar lo social, el ecosistema y el mundo, desde la vivencia artística.
Lo virtual fue parte de la resiliencia estos años. ¿Cómo migra tu exposición “Marea” una línea sinuosa en , a ese formato?
“Marea” fue una exposición individual curada por María Lightowler que itineró en Argentina en 2019 en el Museo de Bellas Artes de la Provincia de Chaco “René Brusau”. En 2021 se reconvirtió al formato virtual para la Fundación Ramseyer-Dayer de Esperanza, Provincia de Santa Fe.
En una de sus salas desarrollé dos instalaciones digitales de dibujos e intervenciones murales. En otra, continué con carbonilla un dibujo en papel que pegué sobre la pared y lo expandí al suelo dejando las huellas de mis pies como un registro de identidad, enlazando el dibujo representativo con el autobiográfico, donde también retomo mi búsqueda de expandir el dibujo al espacio.
¿Qué huella quisieras dejar?
La huella documenta que estuve aquí. Líneas paralelas que por momentos se tocan para relacionarnos.
Podemos acompañarnos, formar algo comunitario y a la vez tener una caligrafía propia donde ser uno mismo. El mejor regalo que podemos hacernos es vincularnos desde nuestra huella y plantar conciencia, ser feliz y hacer feliz.
https://www.paulabladimirsquy.com/
Marea – Exposición virtual y charla de Paula Bladimirsquy en la Fundación Ramseyer – Dayer
Alicia Elizabeth Dalterio Bio MMM.
Paula Bladimirsquy. Web. Bio MMM.
Otras publicaciones de Alicia Elizabeth Dalterio en MMM: Mireya Baglietto. Judith Cisneros.
