lunes, noviembre 4, 2024

    Naiara Valdano. Memoria de lo invisibilizado / invisible

    OLIVA CACHAFEIRO BERNAL mirando a NAIARA VALDANO

    “Pero nombrar y dar voz son dos formas diferentes de inventar que aquí confluyen; actuando como foco de luz y demiurgo en un caso; y como mediador que empodera en otro. Poniendo nombre a algo todavía indefinido pero presente, y que sin nombre no tendría posibilidad de vida propia ni de contagio en el mundo. Y otorgando el poder de la palabra, la voz el tiempo de escucha y subjetivación a aquel que no había tenido esa oportunidad ni entrenamiento, porque el poder se lo había negado o porque ni siquiera era reconocido como sujeto”.

    Remedios Zafra, (h)adas. Mujeres que crean, programan, prosumen, teclean.

     

    “Hace unos meses comencé un proyecto que titulé Memoria de lo invisible”. Así comienza mi encuentro con Naiara para charlar sobre su obra creativa más reciente. Naiara Valadano Sáenz de Ugarte, tal es su nombre completo, es una joven mujer “sobradamente preparada”, especialista en gestión cultural y comunicación online. Nació en Madrid en 1985 y proviene de una familia multicultural. En 2008 se licenció en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid; estudió después un máster en Art Business por Sotheby´s Institute of Art de Londres (2010) y otro en Marketing Online, en 2018, por ICEMD.

    A lo largo de estos años ha trabajado en la gestión de proyectos culturales, el comisariado de exposiciones y la comunicación online, colaborando con instituciones como el Solomon R Guggenheim Museum, LABoral Centro de Arte y Creación Industrial o la Oficina de Asuntos Culturales y Científicos de la Embajada de España en Londres. Además ha participado en proyectos como el Festival Miradas de Mujeres (MAV), Mujeres Mirando Mujeres, ARCO Bloggers o Woman Art House, iniciativa que surgió en 2017 con el objetivo de reivindicar el papel de las mujeres artistas contemporáneas en la historia del arte.

    Todo esto “le da de comer” aunque hay en ella una necesidad de expresión que la lleva a ir más allá. En lugar de escribir o tocar un instrumento Naiara encontró, primero en el dibujo y la acuarela y, posteriormente en el collage, el medio para transmitir a los demás sus reflexiones e inquietudes desde hace ya veinte años. Pero también para serenarse ella misma: el arte como medio de (auto) sanación. “Yo creo que el collage me eligió a mí”, afirma.

    ST_Naiara Valdano | Mujeres Mirando Mujeres | Oliva Cachafeiro

    Tus collages han ido evolucionando con el tiempo.

    En realidad, la técnica siempre ha sido predominantemente analógica, utilizando tijera y papel; pero el uso del color (muy diverso) y, sobre todo la temática, han cambiado. En un principio estaba vinculada a mi realidad, a problemáticas a las que yo misma me podía enfrentar. Temas generales, con las mujeres de mi generación y urbanas como protagonistas. Un ejemplo es la serie “Musas”, expuesta en 2018 en el Museo de Arte Africano Arellano Alonso de la UVa, que reunía obras realizadas a lo largo de la década anterior. Partiendo de fotos publicadas en revistas de moda, belleza o diseño, realizaba una crítica irónica y colorista hacia la publicidad y los medios de comunicación. Una denuncia del uso del cuerpo de la mujer como un simple objeto que se moldea según cada interés o necesidad. En este trabajo reutilizaba imágenes femeninas, de numerosas publicaciones, que intervenía y desintegraba con la intención de construir nuevos cuerpos que parecen tener cicatrices y estar conformados por miembros inconexos, como si fueran criaturas de Frankenstein en papel. Otras mujeres transmutaban en una especie de mobiliario u objetos sin alma, sin carácter ni espíritu. Eran simples cuerpos, simples musas.

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    Transcurren unos años y nace “Memoria de lo invisible”, trabajo en el que vuelven a unirse lo artístico y lo reivindicativo, aunque con una intención totalmente diferente.

    Así es. En los primeros meses de 2023 inicio un nuevo proyecto que título de esta manera y que tiene como objetivo dar visibilidad a la historia de las mujeres de las zonas rurales. ¿Por qué ellas? Pues porque son las que sufren una doble invisibilidad: una por el hecho de ser mujeres y otra por vivir en la periferia (siempre desatendida), fuera de los centros urbanos. Quería recuperar la figura de la mujer no “heroína”; una mujer cotidiana, del campo, que no solo era ama de casa (que también), sino que además había sido parte clave del desarrollo de su comunidad.

    Dentro del ámbito rural, me he centrado en mi entorno más cercano, el de Castilla y León, ya que al ser donde resido podía obtener más información. Este interés en realidad es muy reciente, yo soy muy urbanita, y es después de la pandemia cuando empiezo a tener más contacto con ese campo castellano y leonés, y más en concreto con la zona de Riaño (León) y alrededores. Allí es donde por primera vez escucho historias del trabajo de las mujeres de la zona y surge la necesidad del proyecto. De contar la memoria olvidada de aquellas que igualmente fueron pioneras, pero en sus “pequeños” mundos.

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    ¿Cómo ha sido el proceso creativo?

    El primer paso fue la investigación. Tenía clara la necesidad de buscar imágenes antiguas de mujeres, fundamentalmente tomadas durante la posguerra, porque ellas habían sido las más invisibilizadas de la historia reciente de España. Nuestras bisabuelas y abuelas estaban escondidas y no reconocidas. Recuperar y trabajar con sus fotos, en blanco y negro, era una forma ya de honrar su memoria. Para ello llevé a cabo un proceso de búsqueda en archivos y bibliotecas.

    Pero, lo más interesante, fue la colaboración con entornos cercanos (amigos, familia…), que tenían fotos escondidas y olvidadas en sus álbumes familiares, en cajas o baúles, a las que ya no se daba valor. Muchas personas cercanas las han “desempolvado”. En ocasiones, las figuras que aparecen eran aún conocidas y también sus historias personales. Pero en otras no. Su memoria ya se había perdido. Solo eran imágenes impresas sobre papel que ni sus propios descendientes reconocen. La fotografía física se conserva, pero la historia desaparece. Si a través de este proyecto al menos se puede resucitar algo de su época y su entorno, aunque no sea de las personas concretas, algo se habrá logrado. Es bonito mirar hacia delante, pero también hacia atrás, descubriendo las luchas llevadas a cabo por esas mujeres desde su cotidianeidad, reivindicando su valor y esfuerzo.

    Los primeros resultados de este, por entonces aún incipiente trabajo, fueron expuestos de nuevo en el Museo de Arte Africano Arellano Alonso de la Universidad de Valladolid, entre del 16 de febrero y el 15 de abril de 2023. Esto fue importante para dar a conocer el proyecto, que sigue vivo y que ha continuado creciendo. Desde entonces más personas han contactado conmigo y han querido colaborar, aportando fotografías para dar valor a las mujeres de su familia. Algo que me ha permitido seguir realizando collages.

    A partir de aquí, el objetivo es mostrarlos en nuevas exposiciones, pero sobre todo recopilar tanto mis creaciones plásticas como las historias personales que aún permanezcan vivas, en un archivo digital (tal vez una página web) o incluso algún tipo de publicación, si fuera posible.

    En cualquier caso, este proyecto es en el que más me he involucrado hasta el momento, el que más línea argumental tiene y tras el que hay más trabajo personal.

    ST_Naiara Valdano | Mujeres Mirando Mujeres | Oliva Cachafeiro ST_Naiara Valdano | Mujeres Mirando Mujeres | Oliva Cachafeiro

    Comentábamos al principio que la técnica que has utilizado también es algo distinta a la de tus primeros collages, además del contenido.

    En todos los casos eran collages analógicos, pero había utilizado el blanco y negro de forma muy residual, incluyendo solo algunos detalles. Esta es la primera vez en la que ocurre a la inversa, siendo éste el que domina.

    Parto de las fotografías antiguas, tomadas en su mayoría en los años 50 y 60 del siglo XX, que manipulo (recorto y distribuyo sobre la base); y después introduzco algo de color, pero a través de los elementos añadidos (papeles, hojas, lanas, tejidos…). Las imágenes de las mujeres se mantienen siempre en blanco y negro.

    Eso sí, nunca intervengo sobre la fotografía original; hago una copia y es con la que trabajo. En ocasiones la intervención es sencilla y en otras es más compleja para eliminar elementos que puedan restar atención sobre la protagonista. Cada fotografía “te va diciendo” que tipo de composición o de intervención necesita. Yo tengo una idea general del proyecto, pero luego cada imagen es única.

    ¿Qué te ha aportado a ti, a nivel personal, “Memoria de lo invisible”?

    He descubierto, por un lado, la relevancia del papel desempeñado por la mujer rural castellana y leonesa durante los años de la guerra y la posguerra. Pero también que, pese a mi creencia inicial, no existía una única mujer rural, con problemáticas únicas. Algunas eran comunes evidentemente, como la maternidad o los cuidados en general. Sin embargo, cada territorio es totalmente diferente y cada una vivió unas circunstancias específicas. Algunas eran solo amas de casa, otras maestras, pero la mayoría además trabajaban fueran del hogar, bien en el campo o, para mi sorpresa, en la mina como carboneras. Dentro del mismo ámbito, por tanto, la realidad es totalmente diversa y eso es también lo que pretendo transmitir. Yo partía de una premisa y me he encontrado con algo muy distinto y complejo.

    Otro aspecto que me ha enriquecido mucho es la situación, el ambiente casi mágico generado durante la celebración de alguna visita comentada. Cuando han coincidido mujeres mayores con otras jóvenes, hablaban entre ellas delante de la obra. Unas recordaban y otras descubrían. Y yo misma conocía sus realidades personales y familiares. A partir de las imágenes que estábamos compartiendo juntas se creaba una comunicación entre pasado remoto, pasado reciente y actualidad en la que todas salíamos enriquecidas y reconfortadas por compartir esas memorias. En ocasiones no se trataba de los collages más “interesantes” o perfectos para mí, sin embargo, generaban una conexión emocional que traspasa la barrera de la imagen.

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    Tu das visibilidad a la mujer rural del pasado en este proyecto, pero ¿qué ocurre con la mujer artista del presente?

    Afortunadamente se observa un gran avance en la visibilización de las obras de mujeres, incluso de siglos anteriores. Y hay artistas exponiendo, con éxito, que pueden vivir de la creación artística. Ahora ya no son una excepción.

    Pero, pese a los avances, aún falta mucho por hacer, como demuestran los estudios que se realizan anualmente (por ejemplo, los de la MAV). Partimos de una situación de una gran desigualdad, sin razón real. Y sin visibilidad, es complicado que los coleccionistas compren. El mercado es también importante.

    Por otro lado, muchas galerías de arte (algunas al menos) por ejemplo, siguen teniendo miedo de apostar por la obra de mujeres artistas porque piensan que si son madres van a tener un parón. Esto es un freno al desarrollo de tu carrera a largo plazo. Es algo que no tiene sentido ya que tu creatividad surge de tus propias vivencias y el ser madre (o el no serlo) te ayuda a seguir creciendo.

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    ¿Y qué pasa con los museos?

    Es otro campo en el que también se precisan cambios. Desde hace tiempo se están realizando exposiciones monográficas, pero han tenido su momento y tal vez hay que dar un paso más. Lo revolucionario será cuando no haya una sala de “artistas mujeres” sino que éstas se integren en su discurso expositivo de forma natural, dentro de sus épocas y contextos. Con ello además se entenderá mejor su trabajo.

    Pero esto ocurre no solo con la mujer, sino con minorías sociales y con personas racializadas. Creo que gran parte del presupuesto de los centros expositivos se dedica a organizar esas muestras monográficas, que son interesantes, pero puede parecer que lo hacen solo para cumplir con las nuevas corrientes de opinión. Frente a ello la integración debe ser real y abordarse con convencimiento.

    ST_Naiara Valdano | Mujeres Mirando Mujeres | Oliva Cachafeiro

    Hablemos, para finalizar, de arte y feminismo

    Yo soy mujer y soy feminista y creo que desde el mercado del arte hay que luchar por seguir consiguiendo una mayor visibilidad y también por la mejora de las condiciones laborales de la mujer creadora. Es necesaria una legislación que garantice una seguridad en situaciones como la de la maternidad.

    Pero también hay que darse cuenta de que dentro del arte de mujeres hay mucha diversidad y algunas optan por una lucha más decidida y otra no. Somos muy diversas y cada una enfoca su trabajo como quiere o puede.

    En cualquier caso, yo seguiré reivindicando y desarrollando nuevas historias y nuevos collages, intentando recuperar esas memorias olvidadas de nuestras ancestras para lo cual también estaría bien algo de financiación. ¡Otro melón!

    Oliva Cachafeiro. Web. Bio MMM.
    Naiara Valdano. Bio MMM.

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