ALICIA ELIZABETH DALTERIO
mirando a
MIREYA BAGLIETTO
Mireya Baglietto, Personalidad Destacada en el Ámbito de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Profesora Honoraria de la Universidad Nacional de Rosario, es una ceramista, pintora y escultora argentina que nace en 1936 en Olivos, Buenos Aires.
En 1954 se inicia en el mundo del arte. En 1980 crea el Arte Núbico, género participativo que provoca estados de ingravidez virtual considerado por el filósofo Pierre Restany “un nuevo estilo del arte”.
Desde esta disciplina realizó infinidad de obras entre las que se destacan múltiples espacios monumentales en la Sala Cronopios del C. C. Recoleta, Palais de Glace de Bs. As., en la XVII Bienal Internacional de São Paulo y varias ciudades Argentinas. Fue docente en la Universidad de Belgrano y del Posgrado de la Universidad Nacional de las Artes. Ha recibido numerosas premios y distinciones, tales como Gran premio de Honor Salón Nacional de Artes Visuales, Premio Konex, Mención de Honor “Domingo Faustino Sarmiento” otorgada por el Honorable Senado de la Nación Argentina. Su obra, La Nube, ha sido declarada de interés por los más altos organismos culturales de La Nación. Actualmente Baglietto está abocada en integrar el Arte Núbico a la educación, la psicología y la divulgación científica.
¿Cómo es ser mujer en el mundo del arte?
El lugar de la mujer en el mundo del arte ya no es el de hace pocos decenios. Hoy existen sistemas corporativos con cierto poder de control al valorizar y comercializar el objeto de arte. El logro profesional del artista, más allá del género y de lo que hace a las virtudes específicas de su técnica y de su obra, reside en su capacidad de acoplarse a esos sistemas para acceder a la cúspide dentro de un contubernio corporativo internacional que excede a la esencia del arte en sí.
¿Qué desafíos vivenciaste como mujer y profesional?
Ser mujer demandó mucho en la dedicación a mis hijos. Tuve cinco y había que criarlos, no obstante que a partir del tercero recibí un gran aporte de mi marido al ocuparse de los niños a la par mía. En cuanto a lo creativo, el ser mujer no me ha limitado en absoluto, todo lo contrario. Mi vida, sigue siendo de mucho trabajo y dedicación a lo que creo.
¿Desde dónde generas tu obra?
Toda mi obra es generada desde lo más insondable de mí ser artista, trascendiendo el género al que pertenezco. Si bien la cerámica y el Arte Núbico dan cuenta a las claras de mi ser femenino, especialmente lo núbico remite a la creación de grandes úteros que los participantes habitan al recorrerlos, percibiendo sensaciones dinámicas de espacialidad, análogas al útero materno.
VISTA DESDE EL ESPEJO. 2017 Viaje al espíritu del tiempo. Mireya Baglietto. Museo de Calcos UNA Bs. As. (2)-Ph.
¿Qué importancia tienen la libertad y la espiritualidad en tu creación?
Han sido motivadoras, un disparador desde que notara que mis creencias religiosas eran culturales heredadas en un momento histórico y un lugar determinado, aprisionaban mi libertad, no solo la de esta vida, sino la de una supuesta vida eterna. ¿Las sostendría si hubieran sido creadas en otro momento histórico, en otro lugar del planeta? De pronto, todo devino simple y claro. Las culturas nacen de la estrecha relación con las coordenadas temporo espaciales donde han sido organizadas.
Fue allí que me propuse desarmar las coordenadas que armaban esas creencias, retrocediendo palmo a palmo hasta llegar al embrión del pensamiento, a una visión sin forma, a una sensación ligada a lo inefable. Pensé en los astronautas y también en los ángeles, que viven, si se puede decir así, transitan, el inconmensurable espacio donde la gravedad no existe, y en que para acceder a un campo espiritual pluralista, ultra democrático, por fuera de esas coordenadas, debía quitar la gravedad.
Mi ser artista se conmovió casi hasta lo infinito, quedé sin habla, me invadió un sentir indescriptible. Desde allí, trabajé un año en el proceso de quitar la gravedad, luego, me lancé al ruedo.
¿Cómo te abriste camino?
Sin temer a la audacia. En lo creativo recorrí dos experiencias pioneras diferentes y significativas:
La primera, entre los años 60 y 70 vinculada a la cerámica. Pocos hacíamos arte con esta materia, los ceramistas no teníamos peso en el ambiente artístico. Muchas obras eran desvalorizadas tan solo por estar construidas en cerámica, se preferían materiales menos nobles, como el yeso o el acrílico.
La segunda es dinámica, la sigo viviendo y desarrollando desde hace cuarenta años a partir de haber creado una disciplina sin correlato en la historia del Arte Contemporáneo, el Arte Núbico.
¿De qué trata el Arte Núbico?
Desde lo sensorial, es un campo donde cuelgo telas con un criterio estético y el espacio como aliado, sin ángulos rectos ni signos que identificar, con múltiples estímulos de vista, tacto y oído integrados en circuitos provocadores que las personas recorren con su percepción, lo cual estimula su creatividad.
Conceptualmente, es un camino vinculado a nuevos paradigmas de la ciencia y de la espiritualidad no dogmática que amplía exponencialmente la matriz de la percepción ordinaria, y se completa como obra con la vivencia del espectador y sus experiencias de expansiones de consciencia, únicas y complejas de describir desde el lenguaje tradicional.
Premiada como ceramista, no te has quedado en la zona de confort. ¿Cómo fue la transición hacia el Arte Núbico?
Fue solitaria, como una pequeña muerte pero vinculada a la vida misma y a la esencia de lo femenino profundo. Desde mi investigación como ceramista, venía trabajando con los cuatro elementos de la naturaleza y comenzaría a usar el espacio como aliado y materia, con gran libertad, sin formato ni símbolos pero continente para la creatividad del otro.
Así fui pasando del objeto al sujeto, de lo manifiesto a lo no manifestado, del protagonismo de la forma y la materia a una exploración del espacio ilimitado, trascendente de las coordenadas temporo espaciales propias de nuestra cultura occidental de origen europeo, tan distinta a la de los Pueblos Originarios de América.
De allí en más, al salir a percibir el misterio del universo, la tridimensionalidad y su correlato en la representación plana, pasarían a ser percepción abierta, multidimensional, expansiva de conciencias, riqueza de conocimiento y autoconocimiento.
¿Si pudiéramos contar la vivencia de ingresar a una “Nube”, cómo sería?
Lo que puede aproximarse es salir con un espejo enfocando hacia arriba, a caminar bajo los árboles, un techo, una ventana al cielo.
Lo que puede aproximarse es salir con un espejo enfocando hacia arriba, a caminar bajo los árboles, un techo, una ventana al cielo.
La experiencia núbica rebasa y eclipsa la trampa tridimensional que nos lleva a vivir en cubos de cemento. Recorrer una Nube es una aventura personal donde el lenguaje poético puede aproximarse en el intento de describir un suceso ingrávido que, insólitamente, permea nuestra percepción más allá de lo expresable, de los materiales utilizados y ciertos códigos, como el entrar descalzo o con zapatones, botas con corderito y goma espuma de 4cm, como los provistos en La Nube 4, tu espejo del Universo en el Centro cultural Recoleta (CCR) en 1988:
Recorreremos el Cosmos en una Nube
transitando el espacio de nuestro propio espacio
encontrando las luces de nuestra propia luz
abarcando los tiempos de nuestro propio tiempo.
No hay arriba ni hay abajo
sólo existe un gran espacio que pulsa
sosteniendo el Universo.

2013 Miradas Núbicas. Mireya Baglietto. Muestra antológica. Palais de Glace – Sector Nube. a Bs. As.-Ph Cesar Maluk
¿Cuántos Espacios Núbicos has hecho, cómo evolucionaron?
Hice infinidad de Espacios Núbicos. Los más destacados fueron el primero, “La Nube espacio polisensorial”, realizado en la Galería Jacques Martínez de Buenos Aires en 1981, allí los espejos estaban en el piso.
Al año siguiente, en un espacio del Museo de Bellas Artes de la Ciudad de Tucumán siguió “La Nube II en Tucumán”, donde comencé a ofrecer algunos espejos para hacer el recorrido, transformando así, el techo en piso. Con ese artilugio, la propuesta dio el salto cualitativo que marcó el rumbo indeclinable que mantengo desde 1982 hasta hoy.
En 1983, La Nube III representando a Argentina en la XVII Bienal Internacional de São Paulo, fue distinguida como la de mayor participación de público de la Bienal, que aguardaba para experimentar La Nube, aún finalizado el horario de cierre, en filas de casi 100 personas.
Luego de cinco años, experiencia y nuevas investigaciones sensoriales mediante, monté La Nube 4, tu espejo del Universo en los 700m de la actual Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta(CCR). Un evento sin precedentes en la historia de ese centro cultural, donde participaron 150.000 personas, esperando hasta seis horas haciendo fila para explorar la experiencia de ingravidez e inmaterialidad virtual.
La convocatoria se expandía de boca en boca desde quienes al salir expresaban:
“No puedo explicar cómo es, tienes que vivir la experiencia”.
Actualmente las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s) están presentes cotidiana y profesionalmente. En tu obra se trasluce una suerte de síntesis comunicativa.
El Arte Núbico es un lenguaje. Estimula la creatividad a través de los sentidos. El cuerpo decodifica la experiencia, la cual no tiene lugar donde asirse en la memoria ni desde el pensamiento simbólico porque explora un campo pluridimensional, un salto hacia el no-tiempo cercano a la física cuántica, lejos de procesos reduccionistas de los que se valen la mayoría de expresiones creativas.
¿Qué ofrece?
Entre múltiples posibilidades ofrece inaugurar, desplegar, ampliar perspectivas, develar espacios que configuran el espacio de unidad, plantear nuevas estrategias, visiones y tácticas pluralistas para crear géneros contemporáneos que acompañen el proceso de cambio, una revolución de la mirada.
Probablemente, ya estemos dándonos cuenta de que el punto central de los problemas humanos no está afuera sino dentro de nosotros mismos, que seguimos viendo la vida tras los manejos que construyen los sistemas de poder, que al igual que las sirenas, primero seducen, luego abrazan y más tarde trituran.
La Madre Tierra no resiste más la estrechez de una humanidad inconsciente que hace de la vida un supermercado de baratijas contaminantes y prescindibles. Necesitamos hacer una revolución de las consciencias porque involucra la posibilidad de sanar todo nuestro cuerpo. El cuerpo-campo que, desde los sentidos abiertos al espíritu del cambio, podrá percibir aquello que la razón, formateada en la incoherencia, no puede trasmutar. La vida nos pide inteligencia sensible, responsable y amorosa para poder desarmar esta carga que llevamos puesta.
La educación está sedienta de herramientas para el mundo actual. ¿Qué desarrollaría el aplicar tu disciplina en la docencia?
Los aportes de aplicar el Arte Núbico como pre conocimiento en educación, esto es, previo a la capacitación profesional docente, desde prácticas de sensibilización profunda, sin carga semántica ni simbólica ni desde la razón ni la figuración; instan al desarrollo de capacidades propias de la naturaleza humana como la percepción, la imaginación y la intuición.
¿Qué contenido trabajabas en el Posgrado, Núbica, un nuevo paradigma del arte, que has dictado en la Universidad de las Artes de Argentina (Ex IUNA)?
Abordamos la ampliación de los marcos de referencia temporo espaciales, desplegando la síntesis estructural que diferencia una obra en general de una obra núbica, la cual se construye mediante circuitos específicos que activan la creatividad, sin introyectar aspectos formales remanidos.
Trabajamos con un grupo de gente valiosa y creativa con el que llevamos la propuesta núbica a las calles y a las plazas. Una especialmente significativa para los argentinos fue con La Ronda de las Madres de Plaza Mayo. La gente caminaba con el espejo bajo una Nube instalada al aire libre al lado de la Ronda de las Madres, luego escribían en un caldero de fuego artificial contiguo al recorrido.
¿Cómo sintetizaste 33 años de La Nube en la Muestra antológica de 2013?
Tomé la matriz núbica como eje, montando una gran nube en el centro del salón y una serie de espacios, Refugios de la mirada, Pulsantes, Conos, Lluvia y Árboles, que al recorrerlos, esta vez con el espejo invertido, enfocado hacia abajo, generaba un quiebre
¿Cómo fue recrear el Espacio Núbico Corazón Pulsante en 2006, en la Rural de Buenos Aires para la Fundación Favaloro, con luz, imagen y sonidos de un corazón sano?
Fue singular. Tuve que montar la Nube en medio de una gran sala, construir las paredes y el techo núbico por supuesto, el cual se movía al sonido rítmico del pulso cardíaco. En You Tube hay un video que da cuenta de ello, Corazón Pulsante, con el testimonio de un paramédico que el día anterior de la grabación me había expresado casi llorando de emoción lo que la vivencia le había provocado, ya que él conocía muy bien un corazón abierto, latiendo en vida.
La ex Presidente de la Asociación de Críticos de Valencia, María Teresa Beguiristain al presentarte ha dicho: “…hoy día, que el análisis se muestra ineficaz para resolver los problemas que ha producido en su afán supuestamente científico, ese camino femenino e ilusorio que toma la vida como un todo, que ve a la humanidad como naturaleza y que intenta comprender al mundo en su compleja unidad, parece el único camino posible para salir del atolladero en el que estamos metidos y ese camino es el camino de artistas como Mireya. No en vano es una artista que comenzó amasando la propia tierra para construir objetos cerámicos. De la tierra al espacio-tiempo es el camino, coherente, que la artista recorre en su intento de comprensión del mundo”
¿Qué has realizado en España?
En el 2003 participé como invitada especial de la muestra Divers en el claustro de la Universidad de La Nau de Valencia en Homenaje a su fundador, Luis Vives, con una intervención escultórica construida con telas desplegadas en diferentes direcciones del espacio del claustro, y una pequeña Nube, bajo las galerías contiguas. Luego la muestra se expuso en las Ciudades de Castellón.
El medio ambiente y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) tienen una agenda urgente, ¿qué camino invitabas a recorrer ya, en EUQSOB, el bosque invertido?
EUQSOB, era tan real, tangible, virtual, intangible y poético como cada uno lo permitiera, hacia el despertar de la consciencia colectiva.Fue un espacio generador de vínculos poéticos con los ecosistemas a partir de estructuras arbóreas que respiraban y se modificaban al ritmo de un pulso vital y un espacio verde, ante la mirada del espejo.
Como en la pintura de Magritte Esto no es una Pipa, el-bosque-no-era-un-bosque y, lo mirado, tampoco era un no-bosque, sino un juego de hallazgos, una aventura creativa donde la inclusión y la mirada abrían otros modos de comprender nuestro estar sobre La Tierra, como parte de este excelso ecosistema, no solo como habitantes.
¿Qué quisieras dejar como legado?
Dar a las capacidades sensibles el mismo espacio que ha cobrado la razón a lo largo de la historia.
¿Pensando en el futuro, cómo ves lo femenino en las artes y el ser artista?
Hay una condición de lo femenino profundo presente en todos los géneros, como un corazón, pulsante y empático. Los artistas no somos un adorno de la sociedad, somos seres pensantes que debemos comprometernos seriamente en aportar nuevos lenguajes a este mundo, priorizando el cuidado de la Madre Tierra y a todos sus habitantes.
© Mireya Baglietto. Web
Alicia Elizabeth Dalterio. Bio
Muy contenta con la publicación, Gracias MMM, Gracias Alicia Dalterio…abrazos mireya baglietto
Encantadas de tenerte entre nosotras querida Mireya. Abrazo grande
Hola Mireya, me llamo Cristina Valle, fui tu alumna en ACCERVIL, tengo una pequeña «obra de arte» que da testimonio. Aún recuerdo los ojos azules de tu mamá y
sus visitas amorosas a mi casa. Tengo 66 años y un hermoso hijo de 30. GRACIAS por tanto. Fuerte abrazo.