«No fue el fuego», una exposición de arte en diálogo con el periodismo
MAYA JURACAN presenta NO FUE EL FUEGO
«No fue el fuego» Reúne piezas que, desde la crítica y la sensibilidad, abordan los hechos ocurridos en marzo de 2017, en un hogar en el que murieron calcinadas 41 niñas y adolescentes que estaban bajo la tutela del Estado en la ciudad de Guatemala.
El arte no va cambiar el mundo, pero puede ser una plataforma de visibilización de la búsqueda de la dignidad, para mí como curadora, el arte no es el fin último de las cosas, este solo es el camino de los cuales utilizo como activista para manifestar demandas colectivas y por eso el término “curaduría comunitaria” es el que más me abraza.
La exposición consta de “artistas en resistencia”, terminó que le damos a toda aquella producción artística que busca la recuperación del tejido social por medio del arte, era importante que cada una de las artista hubiera participado en las manifestaciones por las víctimas del hogar seguro, además que conocieran todas las investigaciones periodísticas que el medio de comunicación Agencia Ocote presentaba para que este caso pudiera ser más visibilizado y mediatizado para la búsqueda de justicia.
A cada una de las artistas invitadas se le pidió que pudiera trabajar con una herramienta de la investigación. En este caso, la artista Marissa Alarcón trabaja con una Línea del tiempo bordada con hilo que refleja la posibilidad de entrelazar historias, esta pieza lleva como título: “Hilando historias de nos-otras”. La artista toma como referente la investigación de Ocote y la cronología de No fue el fuego.
En esta exposición no solo buscaba prestar un producto de dialogo en el espacio expositivo, pero también estaba diseñada para que parte de la exposición se pudiera llevar al espacio público, por eso se diseñó junto con la artista Vekis Morales una instalación que lleva como título: “Gritos de ayuda” consiste en Afiches diseñados para empapelar en las calles, que contienen una compilación de frases y hechos que marcaron las investigaciones de la cobertura realizada por Ocote del caso del Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Dentro de cada afiche podrías encontrar un suceso específico, y se invitaba a los asistentes a llevárselo, para que pudieran incentivar a la población a seguir hablando del caso y la búsqueda de justicia.
Las artistas Djassmín Morales y Elda Figueroa presentan un video arte llamado: La Caja. Esta pieza presenta una imagen en el que se repiten las frases que se recopilan en un cuestionario con la pregunta ¿Cómo se vive el confinamiento, cuarentena, violencia? De un lado se muestra a la artista contando de los segundo que las niñas fueron obligadas a permanecer en confinamiento mientras el fuego las quemaba, mientas que también se leen las respuestas de dicho formulario. Esta obra no solo manifiesta las violencias colectivas que las mujeres viven en confinamiento, sino también evidencia que estas manifestaciones han ido aumentando por los años.
Dentro de la exposición también se presentan elementos periodísticos como lo fueron: un podcast con la voz de algunas sobrevivientes narrando la tragedia, un corto documental que que lleva como título: Niñas / Somos el fuego, realizado por las artistas
Victoria Bouloubasis, Mónica Wise y Lucía Reinoso, en coproducción con Ocote en el que se pueden observar una narrativa de las condiciones de vida de muchas de las niñas, además se conoce a profundidad sus contextos.
Una pieza conmemorativa del espacio fue una instalación realizada con el equipo de Ocote con la colaboración curatorial, donde se presentan 41 llaves colgando el vacío, estas llaves están elaboradas con metal cortado y contiene el nombre de las niñas que perdieron su vida en el hogar seguro, hace referencia a una puerta que jamás se abrió.
La sanción es un acto colectivo y tomando esa consigna como premisa se abrió una convocatoria que buscaría incluir a más mujeres que les interesaba hablar del tema en diferentes plataformas. Es por eso que se abrió una convocatoria para artistas mujeres grabadoras, de los cuales se seleccionaron 11 grabados que buscaban transmitir, resistencia, empatía, lucha por la dignidad humana y ternura radical.
Es tal vez muy ambiguo pensar que una exposición puede buscar la justicia como algo tangible, pero no olvidemos que por lo menos en mi acto de curatorial, yo no creo en el arte socialmente comprometido, el arte como tal es una configuración física, pero sí creo en seres humanos comprometidos socialmente, aquellos que se sienten profundamente vulnerados o provocados por una obra de arte, la intención con esta muestra era mas allá de una conmemoración, era generar una profunda indignación que en este terruño de país llamado Guatemala, se quemaron a 56 niñas en el gobierno del presidente Jimmy Morales y después de 7 años seguimos en la búsqueda de justicia.
Fotos: Byron Marmol
Maya Juracan. Bio MMM. Web.
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