Valeria Real. En las fisuras entre la ciencia y el arte
MARÍA LIGHTOWLER mirando a VALERIA REAL
Entre 2018 y 2019, en colaboración con el Departamento de Ciencias Oceanográficas de la Universidad de Miami, Florida (USA), Valería Real trabaja con la científica argentina Josefina Olascoaga, estableciendo un intercambio de miradas y abordajes diferentes, a partir del análisis bajo microscopio de diversos materiales y recreaciones de escenarios naturales en escala, que permiten reflexionar en torno a las problemáticas del cambio climatológico.
El interés por trabajar en el entorno científico y adentrarse en un terreno que para una artista visual es ajeno, fue el motivo por el cual necesariamente el proyecto debía realizarse de la mano de una mujer científica, traspasando el modelo omnipresente masculino y hegemónico del “hombre de ciencias”.
Estableciendo una relación que el género marca en cierto plano como igualitaria, mientras Olascoaga posiciona su mirada sobre el resultado fenomenológico del estudio de diferentes densidades y temperaturas del agua, y la reacción de los materiales, Real se sorprende con los hallazgos estéticos y la visualidad de tales investigaciones. Es entonces cuando lo objetivo y lo subjetivo de la ciencia y del arte se entremezclan y el interés en la divulgación científica encuentra en el arte -y en la fotografía específicamente-, un canal de posibilidad para hacer más accesible el contenido desde la información y desde lo estético.
El cuerpo de obra de Valeria Real puede inscribirse en la tradición abstracta y está marcado por un metódico sistema de investigación en relación a los soportes, lo que le permite llevar sus fotografías a diferentes tipos de papeles, jugar con la absorción de las tintas de impresión, abordar los materiales plásticos, metalizados, brillantes y opacos, entre otros.
De ese modo, una de las primeras imágenes que surgieron del proyecto en la Universidad de Miami, fue llevada al cianotipo, antiguo procedimiento fotográfico monocromo, que consigue una copia negativa del original en color azul de Prusia.
Esta técnica, aunque fue inventada por Sir John Erschel en 1842, fue puesta en práctica fue Anna Atkins, botánica que documentó el mundo vegetal con el cianotipo sin tener que dibujar los especímenes, y que en 1843 publica la serie British Algae, lo que la ubica como la primer mujer fotógrafa. En esta tradición de las mujeres que transitan entre la ciencia y la fotografía -genealogía que la historia soslayó durante décadas-,y considerando que las radiografías incipientemente eran vistas como fotografías, es posible ubicar a Marie Curie y la invención de la primera caja portátil de Rayos X.
De modo que el proceso de trabajo de Valeria Real, mientras toma la materia agua como elemento de estudio que la motiva a trabajar con instituciones científicas para el estudio e investigaciones de sus proyectos fotográficos, también dibuja en simultáneo y de cierto modo, una cartografía de mujeres en el ámbito de la fotografía y la ciencia que fueron pioneras y generaron un tráfico de información constitutiva para la historia de ambos ámbitos.
El dilema micro-macro, es otro de los aspectos que caracterizan la poética de Valeria Real, que maximiza jugando luego con las escalas de impresión de las tomas fotográficas, la expansión hacia propuestas instalativas, superposiciones y tomas del espacio. Y mientras el micro: el objeto obra, presenta una estética atractiva y un juego perceptual seductor, el macro: el objeto de estudio, propone reflexionar en torno a las problemáticas del cambio climático.
Pensando en las funcionalidades de la fotografía, es como la artista entiende su práctica artística, siempre atenta a los interlocutores posibles, no pierde el foco comunicativo que toda obra ostenta. De este modo el arte hace accesibles los contenidos de la ciencia que son herméticos para gran parte del público.
Aisladas del escenario del laboratorio de estudio y circunscriptas al análisis visual, las imágenes obtenidas en microscopio por el ojo científico, se vuelven misteriosas y atractivas para el ojo mundano. La artista logra, mediante una intuición entrenada, escindir un recorte de lo analizado transformando ese resultado en un elemento espectacular que seduce por su indefinición. ¿Es agua? ¿Son plásticos? ¿Son hielos? El ojo no los define, el intelecto no los clasifica y, sin embargo, un plano del orden de lo perceptivo indica que detrás de esa imagen seductora hay un mensaje urgente.
Lanzada hacia la noción de la fotografía expandida y pendulando entre las referencias históricas y las tentativas más actuales, la artista lleva estas imágenes a proyecciones que involucran lo experiencial y utiliza soportes corpóreos irregulares -fotoesculturas- que hablan de los restos plásticos que contaminan a diarios las aguas de nuestro planeta. Y es que hace tiempo que Valeria Real comprendió que la obra de arte no puede ser silenciosa ante la coyuntura en la que se desarrolla, sino que debe funcionar como dispositivo de reflexión y conciencia.
Desde Trelew en la provincia de Chubut, de la inhóspita Patagonia argentina, Valeria Real se lanza al desarrollo una carrera artística que logra ampliar su circunscripción geográfica: viaja, se conecta con el mundo contemporáneo y descubre nuevos horizontes. Si bien incipientemente utiliza la fotografía como medio principal, al tomar contacto con el mundo de las ciencias y la tecnología, desarrolla una noción que desborda los límites de la tradición y se permite dar existencia a obras que surgen bajo el condicionante único de ser medio y mensaje de una preocupación genuina por sensibilizar a todo aquel que esté dispuesto a este encuentro.
María Lightowler. Web. Bio MMM.
Valeria Real. Web. Bio MMM.
Imagen destacada: 2018. “Diferentes densidades”. Proyecto Post Océanos. Parte 1. Universidad de Miami, FL
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