Rosita D’Agrosa. Una investigación íntima sobre el cuerpo femenino.
LUCÍA DUEÑAS mirando a ROSITA D’AGROSA
La obra de Rosita D’Agrosa se centra en el cuerpo femenino y los cambios que sufre. Esculturas textiles, instalaciones site-specific y obras pictóricas son los principales medios que D’Agrosa utiliza para llevar a cabo su investigación-análisis del cuerpo femenino. La utilización de diferentes técnicas y materiales, junto con la presencia de objetos y su capacidad para trasmitir un mensaje es característico en su trabajo.
La trayectoria de esta joven artista (Salerno, 1989) está representada por una obra muy diversa dividida en diferentes series. En todas ellas existe un interés anatómico que señala un conocimiento personal de la mujer:
“Gran parte de mi investigación artística se centra en el cuerpo, concretamente en mi cuerpo, un cuerpo femenino, en un intento de hacer de este último el retrato de una intimidad libre y profunda. La representación de la vulva: bordada, realizada con telas o pintada, se ha convertido a lo largo de los años, junto con el icono del útero o las bragas, en un emblema de mi poética”.
D’Agrosa redescubre objetos cotidianos llenos de significado y con su propia historia. A partir de estos objetos, “sacados” del contexto cotidiano, su intención es personificar la faceta íntima y personal de la feminidad.
Los Absorbentes, pañuelos de lino bordados y pintados a mano que se convierten en la superficie sobre la cual deposita sus íntimas anotaciones emocionales a través de un vocabulario simbólico. Son antiguos paños sanitarios llenos de significado, historia y poética ligados a la feminidad. Pertenecían al ajuar de bodas de su familia de los años 50.
Colazioni sull’erba, serie inspirada en las obras Le Déjeuner sur l’Herbe de Manet y Desayuno en la hierba de Meret Oppenheim. Son pequeñas instalaciones u objetos intervenidos con bordados. Tazas con un útero bordado, platos de postre con polillas o espinas en su interior dispuestos en pequeños manteles como si fueran dulces expuestos en una pastelería. Espejos de bolsillo con mensajes bordados como: «Nosce te ipsum» (conócete a ti mismo), representan una refinada provocación sobre la condición femenina presente y pasada.
Mutatis Mutanda, serie formada por 28 bragas como los 28 días del ciclo menstrual. En cada braga el elogio a la feminidad y al cambio aparece como una metáfora: un capullo de rosa, una cuchara, un bordado o un dibujo que alude a la forma de la vulva, el útero o los ovarios.
En Mutatis Mutanda la ropa interior femenina, un objeto de uso cotidiano, se convierte en una herramienta poética de reflexión.
Proyecto Bowels, esculturas de tela, blandas y de color rosa palo que representan entrañas. Intestinos “idealizados” que se presentan como una maraña de tentáculos que cuelgan desde las paredes hasta el suelo.
Erica Romano (historiadora del arte y comisaria) se refirió al proyecto Bowels como: “esculturas de tela que hacen un sutil humor sobre nuestro segundo cerebro, porque las emociones suelen ser reacciones viscerales que van primero por el intestino, y luego suben o bajan según convenga”.
Jaulas para pensamientos esculturas bordadas en las que se repite una frase, un mensaje. Las palabras son cosidas, anudadas o tejidas en un falso contenedor, donde los pensamientos prisioneros crecen y hacen ruido hasta que consiguen florecer y liberarse.
“El arte para una artista puede ser una herramienta de comunicación y lenguaje a través del cual romper tabúes, preconceptos y estereotipos, especialmente aquellos que lamentablemente aún perviven en el universo femenino. Esto es exactamente lo que intento hacer en mi trabajo: derribar muros, utilizar el arte como herramienta de expresión, libertad, diálogo, narración y testimonio”. Rosita D’Agrosa.