Lara y Noa Castro Lema. Compartir tu voz para no extinguirte
LAURA MARÍA FREIRE CAMESELLE mirando a LARA Y NOA CASTRO LEMA
Lara y Noa Castro son las personas que escucharían el árbol que se cae donde no hay nadie para oírlo. Cámara en mano desde pequeñas, entienden que el vídeo es el mejor medio para transmitir porque lo que valoran es el tiempo. No el objeto, aunque les sirve de referencia para crear sus obras; el tiempo, cosa que también le permite la performance. Para ellas tiene sentido hacerlo desde el tiempo, poder registrar la voz, el cuerpo, el movimiento, crear un ambiente.
Es una cuestión de afinidad: fue su padre el que comenzó con la fotografía, y se lo contagió. Desde pequeñas usaron mucho las cámaras para fotografiar cualquier cosa y todo a la vez a su alrededor, de su cotidianidad, haciendo vídeos para jugar, para crear historias. Sienten mucha conexión con el grabar. Igual que con la performance, desde siempre han hecho danza, teatro, ejercicios corporales, expresión a través del movimiento.
Llegar a esta forma de crear era, como ellas aprecian, cuestión de tiempo.
Su trabajo está estrechamente vinculado a sus propias experiencias y conocimientos, los cuales no pueden separar de su vida, su biografía y las cosas que, aún cotidianas, adquieren un significado universal. El origen de este interés se remonta a la presenta constante sus abuelos en su infancia, y más en concreto a cómo les contaban historias. Con la distancia que dan los años entienden que no era el contenido lo crucial, lo era la forma y las estrategias utilizadas.
Desde hace años, exploran sus propias raíces gallegas (de A Costa da Morte en concreto), esos sistemas de conocimiento colectivo que atraviesan todas las sociedades, todos los niveles de educación y hasta lo no-humano. Su enfoque se centra en descubrir las estrategias que la gente y los animales emplean en su día a día y cómo construyen estos sistemas de comunicación. Fuera de las estructuras institucionales, valoran la naturaleza democrática de estos sistemas de conocimiento. Su interés se nutre de los imaginarios relacionados con el territorio, el mar, el hambre y lo rural, todos elementos que atraviesan la tradición popular. Este interés inicial fue el germen de su investigación, y se ve influenciado por diversos factores.
Uno de estos aspectos es la representación de la figura femenina en entornos rurales. Reconocen que, a pesar de la percepción superficial de poder, la realidad es compleja y a menudo subestimada. En su pueblo mariñeiro, la mujer desempeña un papel diferente al de la mujer labrega. Este enfoque en la otredad, presente de manera polarizada o romantizada en el folclore, les ayuda a contextualizar y comprender las personalidades de su entorno. Además, esta perspectiva contribuye a fortalecer su capacidad crítica a nivel personal.
Prueba de estos sistemas no-humanos la encontramos en su última pieza A quen nunca cantou cústalle comezar, expuesta actualmente en la Galería Municipal de Porto en “Norte Silvestre Agreste” (comisariada por Juan Toboso y Filipa Ramos, que las invitó a participar en la muestra). Esta exposición buscaba propuestas ligadas a esa zona del territorio gallego y del norte de Portugal, que trabajasen con el imaginario de los cuentos, lo folclórico, revisionado y llevado a un terreno contemporáneo, sin olvidar las cuestiones sociales.
En esta pieza se sirven de la figura del uro y del urogallo. Al abordar la historia de esta ave, construyen una fábula acerca de cómo, antes de extinguirse, el urogallo optó por compartir su voz para preservar una parte de sí misma. Este relato explora la tradición oral como una herramienta de resistencia ante las opresiones del imperialismo, la extracción y la extinción, una fuerza para mantener viva una narrativa incluso después de que algo haya desaparecido, y de fabulación al jugar con el tiempo.
También se sirven de lo onírico para sumar al ambiente de fábula y cuento. Este uso de los sueños se relaciona con las estrategias narrativas. Les permite crear narraciones de manera más intuitiva y menos sistemáticas, una suerte de intuición que les brinda libertad a la hora de plantear y crear.
Pero no sólo se dejan llevar por lo que sueñan. Entienden los estigmas asociados a lo onírico en cuanto a las implicaciones en la historia del arte y su relación con el romanticismo y el surrealismo. Les interesan las imágenes que crean, pero tienen un método de trabajo que comienza por un paseo o una charla. Conversan sobre las imágenes que les vienen a la mente, con qué sueñan, todo esto les da pistas de que cosas les están interesando de forma inconsciente. La subjetividad de las cosas que no se pueden explicar muy bien, la fragmentalidad de los sueños, tiene mucho que ver con la narración oral: muy subjetiva pero muy compartida. Hay sensaciones comunes en los sueños.
Tras esto, hay una investigación exhaustiva. Para la performance que acompaña al vídeo del urogallo utilizaron la cantiga de la lírica trovadoresca galego-portuguesa atribuída a Fernando Esquío, “Vaiamos irmana, vaiamos durmir”, en la que se usa la metáfora del cazador de aves para hablar del amor, del sexo y del deseo. Han empezado a investigar formas de incluir a otros en la performance: cantar con los demás, bailar con los demás e incluso componer canciones como sus abuelos y tatarabuelos para estas muestras.
Comparten mucho, describen imágenes, las bocetan, trabajan mucho con texto, se paran mucho en los diálogos si los hay, hacen un guion, pero no tradicional de cine, son anotaciones, guías. Saben que nunca va a salir exactamente como lo plantean, así que dejan libertad a la pieza para que cobre vida y sea orgánica, para que cambie si lo necesita y lo necesitan. Y no sólo al escribir, también al grabar y el paso final, al editar. Sólo ahí ven la forma verdadera de lo que querían expresar.
No conciben sus piezas como independientes unas de las otras, su trabajo es una progresión continua, se suceden, se relacionan como partes del cuerpo, que, aunque les lleven por distintos caminos, como están en proceso de crecimiento y entendimiento, guardan su conexión y les permiten hacer los siguientes.
Sus obras son de una gran intimidad. En A Nana e a Pepita emplean los nombres de sus abuelas para hablar de la relación entre la canción de cuna y de la semilla en cuanto al cuidado, el comienzo y el consuelo. Son promesas de futuro, pero también anhelos.
Siguieron a su padre durante el recorrido nocturno que hace como repartidor para As horas cegas, entrando de esta manera en una parte de su mundo a la que nunca habían accedido, que desconocían y a la vez es una parte esencial de la vida de su padre.
En Correspondencia. O privire pentru alți ochi simulan una correspondencia entre Galicia y Rumanía explorando el lenguaje de quien se está conociendo, en un tono romántico que transforma todo lo cotidiano en algo épico y fabular.
Pendientes de respuestas de residencias, becas y otras convocatorias, Lara y Noa son un dúo artístico al que ver, al que escuchar, al que dejar que te cuenten, que te hablen de fábulas, que te envuelvan en sus sueños y sensaciones y te saquen a bailar sus coplas.
Laura María Freire Cameselle. Bio MMM.
Lara y Noa Castro Lema. Bio MMM.