JIMENA GARCÍA mirando a NURIA FERREIRO

«Tus armas son el teatro, la sátira, las explosiones, la magia,
las hierbas, la música, los disfraces, las cámaras,
 los cánticos, las pegatinas, las plantillas, […],
los cócteles molotov, los círculos
venenosos, las mechas, las grabadoras,
el incienso y tu propia y hermosa imaginación sin
límites»

W.I.T.C.H.

 

La obra de la artista Nuria Ferreiro (Ponte Caldelas,1999) indaga en el legado cultural y ancestral de su Galicia natal aunando ritual y arte, oralidad y materialidad, naturaleza y memoria. Desde una perspectiva de género, rompe con la dicotomía naturaleza-conocimiento propia de las lógicas sangrantes del capitalismo y explora nuevas formas de revitalizar la vía mágico-simbólica como forma de conocimiento.

Mediante el uso de objetos propios de la cotidianidad, desafía el espacio doméstico como espacio de explotación de los cuerpos de las mujeres y trata de reconstruir este escenario como un lugar de curación y de exploración trazando vínculos entre la figura de la bruja o menciñeira y la artista. Con una clara intención política, Ferreiro materializa la tradición de muchas mujeres que quedaron relegadas al  olvido y demonizadas como castigo por su poder social. La obra de Ferreiro traza nuevas genealogías locales e íntimas que permiten explorar nuevas vías de expresión artística.

Texere, Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Texere (2021). Cizaña trenzada y rafia. Medidas variables.

¿De qué manera puede funcionar el ritual o lo ritualístico fuera de lo mágico simbólico? ¿Qué relación puedes establecer entre lo ritual y lo artístico?

Empezando por apelar a la comunidad. Sin ir más lejos, en mi caso el acercamiento a lo ritualístico y a la etnomedicina se produjo a través de la figura de mi bisabuela Alicia, pero sin llegar a coincidir en el tiempo con ella, sin llegar a tener la oportunidad de conocerla. ¿Cómo? Pues porque supo atesorar la sabiduría de quien la precedió, emplearla y compartirla, consiguiendo que esos conocimientos me llegasen a mí. Y esto no sólo es un punto detonante, sino que es algo fundamental. Muchos rituales involucran la participación activa y fortalecen los lazos comunitarios. En el arte, especialmente en prácticas como el arte relacional, la creación y la experiencia artística se construyen en colaboración con el público, generando un sentido de pertenencia y conexión. Tanto en el caso de los rituales como en el caso de las obras, la participación activa puede ser clave para generar significado y transformación. Como artista, descontextualizo conscientemente elementos ritualísticos llevándolos a una sala de exposición, haciendo partícipes a las personas que entran a ella y que de repente se encuentran con ramas, cuernos, tijeras… Una serie de condensadores de un vasto legado cultural. De esta manera, la conexión entre lo ritual y lo artístico también funciona para contribuir a la preservación de un rico patrimonio inmaterial. Y es que, si seguimos un modelo etnocéntrico a la hora de ser, de ver y de estar en el mundo, perderemos un montón de estrategias y herramientas que contribuyen a nuestra supervivencia. Por eso, compartir los saberes de las diversas colectividades humanas, en mi caso los saberes de la medicina popular gallega, a través de un medio tan complejo y expansivo como lo es el arte, es todo un llamamiento.

Alicornio II, Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Alicornio II (2021). Banqueta y clavos. 53x29x29 cm.

En consonancia con la pregunta anterior, ¿de qué manera se puede relacionar la figura de la artista y la menciñeira?

Creo que la relación entre la figura de la artista y la de la menciñeira radica en su capacidad para crear, transformar y sanar a través de ciertos medios simbólicos. Ambas son figuras que operan en lo liminal, entre lo visible y lo invisible, lo individual y lo colectivo, lo racional y lo espiritual. Asimismo, tanto los rituales como las prácticas artísticas suelen seguir una estructura que organiza el tiempo, el espacio y las acciones. Esto puede manifestarse en la repetición de gestos, movimientos o sonidos, creando un sentido y significado. La repetición en los rituales no solo refuerza su carácter simbólico, sino que también evoca emociones o estados mentales específicos, algo que igualmente se busca en el arte a través de la composición, el ritmo o la narrativa. Podríamos enfocarnos en los rituales como actos performativos, es decir, acciones que no solo representan algo, sino que también producen un efecto en quienes participan o los observan. Esto es similar a lo que ocurre en el arte performativo, donde la acción de la artista (o del público) es central para la creación de significado. En ambos casos, la experiencia es primordial. El ritual y el arte no solo se observan, sino que se viven y se sienten. Mientras la menciñeira utiliza sus conocimientos para sanar y equilibrar, la artista emplea su creatividad para expresar, cuestionar y conectar. Juntas, representan dos caras de la misma moneda: la capacidad humana de trascender lo cotidiano y acceder a dimensiones más profundas de la existencia.

¿Cómo consigues hacer material y tangible aquello que se sustenta sobre todo en la tradición oral? En esta línea, ¿cuánto peso tiene la memoria en tu obra? ¿Es preservar y recordar uno de tus objetivos?

Para hacer material lo oral y lo intangible, primero realizo un trabajo de investigación. Me empapo de todo lo que me rodea, de lo que tiene que ver con el imaginario colectivo, de la música, de referencias en el mundo del arte a quienes admiro, del territorio y del contexto… Esto se da de una manera bastante orgánica, pero siempre necesito tiempo, ser cauta y madurar las ideas. En definitiva, acogerme a la filosofía del slow art. Luego está la antropología, todo un mundo que me fascina y en el que también me sumerjo, sobre todo a través de lecturas. Principalmente utilizo objetos cotidianos o rituales que evocan memorias. Estos objetos actúan como catalizadores y como puentes entre lo inmaterial (las historias, los recuerdos) y lo tangible (la obra de arte). Construyo narrativas visuales, me sirvo de imágenes, vídeos o textos, para reconstruir parte de la tradición oral, dándoles una forma visual y accesible en mayor o menor medida. En algunas piezas, también he involucrado a otros agentes en el proceso creativo, recogiendo testimonios, relatos o prácticas que luego he integrado en mi obra. Vinculándolo con el tema de la memoria, esto no sólo preserva la tradición oral, sino que también la revitaliza. Se abre el debate, se interactúa, se comparte. La memoria tiene mucho peso en mi obra, la memoria y el paso del tiempo, es quizás el eje central. Mi trabajo en esencia explora cómo los saberes se transmiten, se transforman o se olvidan con el tiempo. Este tema tiene matices, principalmente creo que tres puntos de vista: la memoria colectiva, la memoria personal y la memoria como resistencia. En lo que concierne a lo grupal me intereso por las oralidades y las narrativas que existen en una determinada cultura, pero también abordo la memoria individual, explorando cómo las historias familiares o personales se entrelazan con las colectivas. Esto me permite conectar lo universal con lo íntimo. Por último, el objetivo de preservar y recordar no solo tiene un valor cultural, sino también político, ya que mi trabajo desafía el olvido y la homogeneización, reivindicando la importancia de las cosmovisiones y de los relatos locales en un mundo globalizado y acelerado.

Abantoxo I, Abantoxo II y No meu lumear , Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Abantoxo I, Abantoxo II y No meu lumear

¿Como recupera tu obra el componente de lo natural/natutaleza propio de la brujería y la etnomedicina?

A menudo incorporo elementos ritualísticos en mi trabajo, transformando acciones cotidianas o ceremoniales en actos artísticos que resuenan con conocimientos y recuerdos colectivos. Manejo materiales orgánicos y naturales que evocan la conexión entre la humanidad y la tierra. En vista de que no está la humanidad por un lado y la naturaleza por otro, sino que somos naturaleza, no hay separación. En este sentido el paisaje no es algo aislado sobre lo que se trabaje, más bien se trabaja en él, se interactúa, se utiliza como escenario o como parte integral de la obra. Los materiales no solo tienen un valor estético, también tienen un valor simbólico, ya que remiten a prácticas tradicionales de brujería y etnomedicina, donde plantas, minerales y demás componentes fitoterapéuticos eran imprescindibles para que la curación se diese. El propósito de la menciñeira, bruja o meiga era sanar, ya sea a nivel físico, emocional o espiritual, utilizando sus habilidades para restaurar el equilibrio en las personas. Como artista, no siempre existe un propósito explícitamente sanador, pero sin duda, el arte es una poderosa herramienta para la catarsis y la sanación. Tanto para quien es artista como para quien se ve en el papel de espectador o espectadora, la creación y la contemplación del arte pueden ayudar a liberar emociones reprimidas, generar empatía y promover el bienestar. Por lo tanto, mi trabajo va más allá de abordar la dicotomía humanidad/naturaleza en el contexto de la brujería y la etnomedicina, porque también propone una actualización, una reflexión sobre cómo estos saberes pueden ser relevantes en un mundo industrializado. De esta manera, la obra hace de nexo entre el pasado y el presente, lo sagrado y lo cotidiano, la tradición y la contemporaneidad.

Alicornio I y Alicornio II , Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Alicornio I y Alicornio II. Alicornio I (2021) Silla y ramas de madera de roble, hilos y tijeras. 137x171x47 cm. Alicornio II (2021) Banqueta y clavos. 53x29x29 cm.

Me encanta la forma en que tu obra recupera y reivindica la conexión entre mujeres y naturaleza y conocimiento, denunciando la masculinización de la medicina y del conocimiento en general. Creo que esto logra ser visible a partir de los materiales que utilizas y del poder que tienen los objetos cotidianos que introduces. ¿Podrías comentarme algo sobre esto? ¿Podría decirse que hay una reapropiación del objeto tradicionalmente femenino doméstico?

Por supuesto, todo esto que comentas en la formulación de tu pregunta es muy significativo. Mi obra tiene una fuerte carga de reivindicación feminista, especialmente por cómo recupero y procuro hacer visible la histórica conexión entre mujeres y conocimiento. A través de la reapropiación de objetos tradicionalmente femeninos o domésticos, aparentemente sencillos, es como consigo cuestionar la masculinización de la medicina, del conocimiento y de los espacios de poder. Tinas, toallas, tijeras, herramientas de costura… Históricamente se han asociado al ámbito del hogar y a tareas que les ha tocado desenvolver a las mujeres en la intimidad. Al incorporarlos en mi trabajo de otra manera, desde otra perspectiva, se les otorga un nuevo significado, a veces se subvierte su función y funcionan como símbolos de resistencia y empoderamiento. Lo mismo pasa con los recipientes y frascos usados para guardar hierbas, semillas o remedios, estos objetos evocan la labor de guardianas y depositarias de saberes a la par que se resignifica su trascendencia cuestionando la desvalorización del trabajo femenino a lo largo de los siglos. Cuestionar las jerarquías de valor, desafiar la idea de que lo doméstico es menos valioso que lo público, me parece que contribuye a avanzar. Por ello, la visibilización de la labor de las mujeres como sabias, el cuestionamiento de instituciones patriarcales y el desempeño de la academia en todo esto, en la marginación de “lo femenino”, me hace estar atenta y muchas veces en alerta. Mi obra también puede leerse desde el enfoque que manifiesta el ecofeminismo, que critica la explotación de la naturaleza y la opresión de las mujeres, haciendo ver que son dos problemas interrelacionados. Partiendo de esta premisa, se nos invita a reflexionar sobre cómo podemos construir un mundo más equitativo, justo y equilibrado.

Texere, No meu lumear, Córtote pezoña, Alicornio I, Alicornio II, Quen che deu o fel darache o mel, Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Texere, No meu lumear, Córtote pezoña, Alicornio I, Alicornio II, Quen che deu o fel darache o mel

En tu TFM se destaca el círculo y el tejer como elementos fundamentales en las expresiones artísticas de ciertas artistas surrealistas como Leonora Carrington o Remedios Varo, ¿cómo está presente esto y la influencia de estas artistas en tu obra?

El círculo es un símbolo recurrente en mi obra, al igual que en la de muchas artistas surrealistas, en efecto. Este elemento tiene múltiples significados y se relaciona con lo cíclico, lo infinito y lo sagrado. Además, por excelencia y de manera prácticamente universal, es uno de los símbolos más vinculados con la brujería, pues determina un espacio mágico-sagrado que conecta las esferas de lo terrestre y de lo celeste. Este hecho ya se recoge en obras como Il noce di Benevento (1820) de Giuseppe Pietro Bagetti y se continúa representando en obras actuales como The Coven (2021) de Meagan Boyd. Carrington también lo plasmó dibujado en el suelo en obras como El jardín de Paracelso (1957), Crisopeya de María la judía (1964), El ancestro (1968), El baño de Rabbi Loew (1969) o La cocina aromática de la abuela Moorhead (1975). A veces, el propio grupo de mujeres dispuesto en círculo es quien conforma con su mera presencia el círculo mágico. Esta idea podemos contemplarla desde la reunión que se da en El Aquelarre (1798) de Goya hasta llegar a la poética instalación Cabana vermella (2014-2017) de Reme Remedios que fue incluida en la exposición comisariada por Anxela Caramés titulada Alén dos xéneros, prácticas artísticas feministas en Galicia (2017). Este proyecto de Reme Remedios, igualmente, se basa en las tiendas lunares en las que las mujeres se reunían durante la luna nueva o durante su menstruación para reconectar con su sabiduría interior a la par que tener intuiciones, siendo siempre estos encuentros horizontales, participativos y colaborativos. Funcionaron como espacios de sororidad, íntimos a la par que abiertos, pequeños y revolucionarios. En mi pieza Abantoxo II (2020) presento un cúmulo de claveles del aire que conforman una unidad casi esférica, remitiendo a esta idea de aquelarre y de grupo. A la hora de confeccionarla, me pareció curioso encontrarme con que en algunas comarcas gallegas se referían al aquelarre como el parlamento de meigas, según el Breviario enciclopédico. Letras, historias e tradicións populares de Galicia (2001). En cuanto al tejer, para mí esta no sólo es una práctica artesanal, sino que es una metáfora de la creación, la conexión y la memoria. La veo como una acción muy completa y poderosa. El tejido como una acción ritualística evoca prácticas ancestrales donde las mujeres tejían no sólo objetos, también redes de conocimiento y comunidad. A su vez, simboliza la interconexión entre personas, historias y generaciones. Siguiendo esta línea, mi obra se acerca a la de artistas como Varo a medida que agrego fibras naturales, hilos y alfileres; pues fue ella quien mucho antes que otras artistas y yo, se percató de estos hechos. Incorporó el tejido como símbolo de transformación en obras como Bordando el manto terrestre (1961), donde atribuye a las bordadoras la posibilidad de rebelarse contra lo establecido y crear por sí mismas un destino propio.

Alicornio I, Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Alicornio I (2021). Silla y ramas de madera de roble, hilos y tijeras. 137x171x47 cm

Abantoxo I, Abantoxo II y No meu lumear , Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Abantoxo I, Abantoxo II y No meu lumear

Córtote pezoña , Nuria Ferreiro | Mujeres Mirando Mujeres | Jimena García

Córtote pezoña (2020). Cuerno de corzo, hilos, alfileres y cristal. 30x12x12 cm.

Jimena García. Bio MMM.
Nuria Ferreiro. Bio MMM.