Inés Villeparisis: «necesito del color para, de alguna forma, desvanecer los tonos grises que nos rodean en nuestro día a día»
NURIA MENARGUES BOLAÑO mirando a INÉS VILLEPARISIS
¿Autodidacta o academicista?
Autodidacta. Lamentablemente, no tuve oportunidad de estudiar la licenciatura de Bellas artes en su día, por lo cual he tenido que ir indagando y aprendiendo por mí misma.
¿Cómo es el proceso de creación?
En cuanto a la fotografía, me suele surgir una idea, un concepto, un diseño de vestuario, con el que me dispongo a trabajar y con el que voy perfilando el resultado que quiero lograr finalmente. Con la pintura, a priori, no tengo clara una composición concreta; así que parto de un pequeño detalle que, instintivamente, me va llevando a ejecutar y completar el resto de elementos de la obra.
¿El hecho de trabajar con materiales reciclados es por concienciación para con el medioambiente o no tiene nada que ver con esto?
Es por concienciación con el medioambiente. Creo que hay mucho material desechable a nuestro alcance al que podemos darle una segunda oportunidad para ser utilizado y transformado con el fin de darle forma y convertirlo en arte.
Has conseguido tener un estilo propio, reconocible. Algo nada sencillo. Tampoco parece fácil hacer crítica de las muchas faltas, brechas, desigualdades de esta sociedad con colores y fantasía. ¿Por qué necesitas del color, de tanto color, para denunciar asuntos tan grises y puntiagudos?
Pienso que no es incompatible. Precisamente, necesito del color para, de alguna forma, desvanecer los tonos grises que nos rodean en nuestro día a día.
Además, mi obra también está un tanto influenciada por el pop art y arte urbano, dos estilos artísticos que tratan de llamar la atención mediante colores vibrantes.
¿De dónde bebes para inspirarte?
Al estar rodeada de tanta información, es fácil que la inspiración surja de distintas fuentes, tan dispares como el cine, el mundo de la moda, la publicidad, las redes sociales, o el arte urbano.
Eres una artista multidisciplinar. ¿En qué campo te encuentras más a gusto?
Creo que en el de la pintura. Sobre todo, por la comodidad de no tener en cuenta los elementos externos, como la luz ambiental, el clima y la búsqueda de una ubicación concreta, ya que mis fotografías las suelo realizar casi siempre en exteriores. En la pintura tampoco tendría que depender de los modelos que se prestan a trabajar y ser fotografiados por mí. En definitiva, cuando organizo una sesión fotográfica es un tanto complicado elegir un día en que todos los elementos intervinientes se alineen para que todo resulte perfecto, mientras que en la pintura me enfrento yo exclusivamente a mi obra.
¿Hay un algún tipo de obra en concreto que te gustaría llevar a cabo?
Sí, me gustaría introducirme en el el mundo de la escultura. Pero, de momento, lo tengo en mente para un futuro a plazo medio. Ahora mismo, estoy más por seguir indagando y reafirmarme en el campo de la pintura figurativa.
En tus trabajos presentas mayoritariamente parejas y dualidad. ¿Qué te lleva a esto?
En mis fotografías, así como en mis primeros cuadros, aparece una pareja con la que quiero hacer hincapié en el tema del género fluido, tratando de no evidenciar si el modelo o la modelo es hombre o mujer.
En tu obra, personajes y objetos están dispuestos, representados de tal forma que el espacio queda claramente dividido. ¿Cómo eliges, estudias el encuadre que da pie a tu discurso artístico?
Sí, en mis fotografías se aprecia claramente que la distribución compositiva de los elementos no está realizada al azar. Más bien, está ejecutada como si se tratara de un lienzo en el que voy buscando y estudiando el encuadre más adecuado para cada caso. En otras ocasiones, por contra, me surge de un modo más espontáneo. También me gustaría decir que mi composición más emblemática es la de una pareja cogida de la mano y mirando al frente.
¿Has pensado sacar tus diseños de la pintura o la fotografía, para convertirlos en esculturas que ocupen un espacio tridimensional?
Sí, tengo pensada una exposición donde cada uno de los outfits, diseñados y realizados por mí, acompañasen y complementasen a las fotografías donde aparecen y que componen la serie “False Face Society”, pero, de momento, no se ha dado la ocasión ni el lugar para ello.
Tienes más seguidores en el extranjero que en España. ¿Crees que entienden mejor tu obra allí. Hablamos, por ejemplo de “False Face Society”, exposición que has llevado a Mexico.
Es posible que se entienda mejor mi obra fuera debido a que, por tradición, existe más cultura de arte contemporáneo que aquí. En el caso de la exposición que tuvo lugar los meses de marzo y abril en el instituto Iteso de la Universidad Jesuita de Guadalajara (México), fue representada con dieciséis imágenes de gran formato, en su mayoría de parejas que llevaban puestas máscaras fabricadas por mí, así como gran parte del diseño del vestuario y los complementos.
Por otra parte, False Face Society es un proyecto fotográfico que aún sigue en marcha y que tiene la máscara como metáfora central. Lo inicié en el año 2019, antes de que se impusiera la mascarilla como elemento de uso obligado. Por tanto, lo inicié antes del Covid. Comencé a hacer máscaras para abordar el concepto de «enmascaramiento social» al que, a mi juicio, el individuo se ve abocado para no sentirse vulnerable y no ser cuestionado por los demás. Es decir, creo que mucha gente se coloca una máscara por la inercia de protegerse de un entorno hostil, de dar una versión amortiguada de sí mismos. En toda esta serie fotográfica también doy cabida a la ambigüedad y al fluir de los géneros.
Nuria Menargues Bolaño. Bio en MMM
Inés Villeparisis. RRSS Bio en MMM.