sábado, abril 20, 2024

    Sol Arguindegui. Hermenéutica en continua construcción

    CLARA MARTÍN GRAU mirando a SOL ARGUINDEGUI

    – Hermenéutica en continua construcción
    – ¿Cómo?
    – Así se titulará la presentación de tu trabajo: hermenéutica en continua construcción.
    – ¿Qué quiere decir hermenéutica?

    Tecleo rápidamente la búsqueda de la definición exacta según la RAE y le muestro el resultado: “teoría de la interpretación de los textos”

    Sol sonríe, y sin mediar palabra brindamos y damos por concluida la conversación.

    Era de una tribu invisible_Sol Arguindegui | Mujeres Mirando Mujeres | Claudia Martín Grau

    A ambas nos gusta desdibujar las fronteras entre géneros artísticos, hacer proyectos creativos híbridos y romper un poco con las etiquetas impuestas. Por eso le divierte que haya atribuido un término relativo a la escritura para definir su obra enmarcada en el sector de las artes visuales.

    Es domingo por la tarde, y la caída del sol ha oscurecido la calle que avistamos a través del cristal del aséptico bar en el que nos encontramos, el primero que vimos abierto.

    Le pregunto por sus inicios en aquel, ahora lejano, Buenos Aires y me habla de sus años de artista callejera. De Recoleta, de la plaza Cortázar de Palermo y de San Telmo. Me da curiosidad y me cuenta como funcionaba entonces el ser artista callejera pues nada se dejaba al azar cuando de poblar de arte las plazas más turísticas de la ciudad se trataba. Las y los artistas que ocupaban aquellas plazas habían sido cuidadosamente seleccionados a través de una convocatoria de comisariado. La curaduría se hacía entre artistas independientes y se renovaba cada año. Las candidaturas más potentes ocupaban los mejores puestos en las plazas.

    Imaginerias utopía_Sol Arguindegui | Mujeres Mirando Mujeres | Claudia Martín Grau

    Sol entró un verano como sustituta en Recoleta y pasada la época estival le atribuyeron una plaza todos los sábados del año en Palermo. Con el tiempo, consiguió hacerse con un lugar fijo en la plaza de San Telmo; pero Plaza Dorrego era la más cotizada por los artistas debido a su excelente ubicación y la cantidad de turistas deseosos de comprar obra autóctona. El objetivo de Sol era llegar a obtener un lugar en Plaza Dorrego donde exponer su obra. Objetivo que nunca pudo alcanzar, me explica con mirada melancólica.

    Recuerda la época de San Telmo como una etapa dura. La arquitectura de la plaza generaba grandes corrientes de viento, dificultando la estabilidad de la parada y dañando en ocasiones la obra. Me explica también que San Telmo era la plaza cuna del tango, donde había constantes demostraciones de baile y era la cita obligada para todo turista amante del tango que se precie. Los potenciales compradores de obra querían ante todo arte relacionado con este baile centenario. Sol adaptó su creación a las exigencias del mercado, pero no tardó en darse cuenta que su verdadera obra, aquella que le nacía de dentro, no se vendía. Incluso, llegaba a ser increpada por no producir arte de temática tanguera.

    Sol Arguindegui | Mujeres Mirando Mujeres | Claudia Martín Grau

    Sol decidió dejar su puesto como artista callejera y fue contratada como maestra de bellas artes en una escuela pública, empezando una etapa mucho más relajada de su vida. Aunque, confiesa con una media sonrisa en los labios, aún tiene un par de clientes de aquella época de San Telmo que le han salvado más de una vez el final de mes.

    Se licenció en Artes Visuales en la Universidad de las Artes de Argentina de Buenos Aires. El título de su tesis fue “La huella y el mito en mi obra” Ambos nombres se interrelacionan entre sí, se retroalimentan, son inicio y final: el mito deja una huella y la huella crea el mito.

    La huella en su obra es tangible: diferentes texturas rugosas, voluminosas, hechas con materiales de distintos orígenes: plásticos, al agua, al óleo… Es la parte gestual que para ella remite al inconsciente. La parte más honesta de uno mismo.

    El mito es aquella identidad que una persona o un territorio se forja. En la obra de Sol lo identitario es indisoluble de las geografías que una ha habitado y esta difusión de fronteras entre el yo y el territorio en el que se despliega o se forja este “ego” es una constante que acompañará toda la producción de su obra, transformándose según la tierra que anida. En ella, además, hay ecos de los personajes fantásticos o mitológicos que habitaron los lugares que ella habitó. Desde el hombre del saco a la mula ánima, las leyendas que acompañan nuestro crecimiento inciden en nuestra concepción identitaria.

    Matriz_Sol Arguindegui | Mujeres Mirando Mujeres | Claudia Martín Grau

    Para Sol, estas fábulas y las repercusiones que han tenido en ella sus moralejas, han tejido más su identidad que las acepciones “madre”, “argentina”, “artista” o “cuarentona”.

    Esta línea de trabajo que desarrolló en su tesis le ha seguido a lo largo de su carrera, pero transformándose y adaptándose, siguiendo el patrón que había establecido como premisa: su propia experiencia migratoria.

    La producción de su obra se tuvo que adaptar a su nuevo hábitat. Los grandes lienzos llenos de materia como tinta china, aceite de girasol y látex, trabajados con espátula y altas concentraciones de pintura acrílica y al óleo, fueron sustituidos dando paso al simple papel y a la acuarela.

    Me explica, entre la burla y el secretismo, como consiguió cruzar el charco transportando “ilegalmente” en su maleta cinco obras creadas por sus propias manos. Argentina considera que la producción artística de los artistas que la habitan es patrimonio nacional. Si se desea sustraerla del país se debe pasar por un farragoso trámite administrativo, largo y costoso, pasando en el momento de embarcar por una aduana específica, con un sellado de la obra concreto. Las cinco piezas iban firmadas con el nombre de su sobrina de 8 años, para justificar, llegado el momento, que aquella obra no era patrimonio nacional, ya que era el regalo de su sobrina que con cariño le había hecho esos lienzos para decorar su futuro hogar. Por suerte, no fue necesario el despliegue de sus talentos interpretativos en arte dramático, y esas cinco obras de su etapa anterior fueron expuestas en un par de ocasiones en salas de Barcelona. Aún atesora algunas de ellas en su taller.

    Tejedora_Sol Arguindegui | Mujeres Mirando Mujeres | Claudia Martín Grau

    Barcelona era su nuevo territorio, el papel en blanco su nueva base, las acuarelas su nueva arma, el mar su única temática, casi obsesiva, en aquellos primeros años habitando la ciudad condal. Su técnica, sencilla pero muy propia: dejaba caer una gota de color en el papel en blanco y a partir de esa mancha que se creaba al azar , empezaba a dibujar contornos y figuras que remitían a ese inmenso océano que la separaba de su tierra natal.

    En Barcelona, Sol empieza a construir su propio mito. A empezar un proceso de descolonización del “nou món” construyendo nuevos identitarios. Reflexiona entonces sobre el lenguaje hegemónico, el que le enseñaron en la escuela y el que nos repiten constantemente; el de cómo es un cuerpo y como debe ser artísticamente representado. Ante la dificultad de cuestionar esa hegemonía, Sol empezó a perfilar cuerpos inacabados como una gran mata de pelo tejida por pequeñas manos que aparecen de las entrañas de esta o piernas cuyo tronco es un gran tallo de champiñón. Un cuerpo (o cuerpa como ella lo define) en construcción, en una construcción ajena a lo que el emisor (artista) y el receptor (observador) ven en él.

    Tirando magia al cosmos_Sol Arguindegui | Mujeres Mirando Mujeres | Claudia Martín Grau

    Esta visión de deconstrucción corporal se incentivó con la llegada de la maternidad, una etapa en que el propio cuerpo se dilata y se contrae en un breve lapso de tiempo generando, a su vez, otro cuerpo que se expande a ritmo vertiginoso.

    Sus papeles en blanco se llenarán de rojo sangre y su producción seguirá intentando reinterpretar los discursos y textos hegemónicos que han querido forjar unas formas muy concretas en todas nosotras: la de los cuerpos con los que nos identificamos. La búsqueda de una deconstrucción, que al igual que la propia hermenéutica, está en continua construcción.

    Clara Martín Grau. Bio MMM.
    Sol Arguindegui. Web. Bio MMM.

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