CLARA FUSTER MIRANDO A LA YELO
La Yelo, como se diría en los pueblos de Murcia, con el pronombre delante, es una artista multidisciplinar nacida en Abarán, Murcia. Es fotógrafa y realiza performance, pero no se limita a esto, pues incursiona en el drag, tiene un podcast y ahora, ha entrado en la escena musical.
En esta presentación nos centraremos en su trayectoria como artista visual.
Su comienzo como artista fue en su pueblo, en un concurso de imitaciones. Debutó imitando a Lady Gaga, sin haber conocido todavía el drag como disciplina artística.
Posteriormente, comenzó a realizar un ciclo de fotografía en el que descubrió el autorretrato, percibiendo que la expresión de la masculinidad, en palabras de la artista: “se le quedaba corta”, comenzando a expresarse así con la feminidad y poco a poco, dando el salto a la performance.
Así mismo, comenzó a utilizar el arte como medio de experimentación con su género. Experimentaba con la barrera de lo que supone el arte, lo performático, que no tiene porqué ser real, y así poco a poco fue calando esta percepción en su mentalidad, hasta el punto de considerarse transfemenina. De manera subconsciente, utilizaba el arte para poder expresar su género. De ahí sus performances experimentales y autorretratos sobre la feminidad.
Por lo que vemos, el eje central dentro de su proyección artística es el género y la apariencia, la estética, jugar con estas dos cuestiones, y con lo que va a pensar el público, lo que puede hacer ella que el espectador piense de una forma inconsciente, incluyéndolo de esta manera en sus performances.
En cuanto a sus referencias artísticas, van desde la cultura pop como pueden ser Lady Gaga, Madonna o las folclóricas españolas como Isabel Pantoja, Sara Montiel, o Martirio. Todas ellas la han ayudado mucho en su carrera como drag y a performar la feminidad al principio de ésta. A nivel artístico-visual, destaca la influencia de Cindy Sherman en sus autorretratos donde creaba diferentes personajes, los ficcionaba y los ponía en diferentes espacios, igual hace Yelo en sus acciones, como se puede ver en A la calle, o fotografías, como se puede ver en la serie Perfiles. Otros referentes para la artista serían Annie Leibovitz, Robert Capa, o Joan Fontcuberta, más específicamente de este último, la postfotografía, donde el discurso pesa más lo estético que la verdad.
Entrando ahora a explicar alguna de sus obras, comenzamos con la serie A La calle. Se trata de cuatro acciones, en las cuales se expresaba con personajes a través de la indumentaria y el maquillaje, saliendo a la calle e interactuando con los espectadores-transeúntes.
Así, salió como mujer, como hombre, como un monstruo o bicho y, al final, con un grupo de amigas drag.
Esta experiencia sociológica, para analizar la respuesta social; mostró, sorprendentemente, que fue la masculinidad la menos aceptada, por lo visto no gusta la imposición, la ocupación de espacios, la agresividad y la indiferencia. No sucedió así cuando performó la feminidad, en la cual, estuvo callada y bonita. Estas performances, nos hacen reflexionar sobre los roles de género, y cómo está establecido el cómo hay que ser mujer y el cómo hay que ser hombre.
Asimismo, al performar de monstruo-bicho, el espectador al no tener referencias lo tomó de una forma cómica y humorística. En la última, los espectadores no entendían nada, pero fue una forma de colectivizar, de expresar que no se está sola, sino que se tiene una familia elegida con la que poder resguardarse y resistir. Como diría Inés Hernand: “hay que colectivizarse porque si no nos come la mierda”.
La obra Perfiles, es la que más se acerca al trabajo de Cindy Sherman, dado que trata de crear diferentes personajes, en el caso de La Yelo, a diferencia de Cindy Sherman que lo hace desde lo cinematográfico, lo hizo desde el drag, ya que es una disciplina muy unida al colectivo LGTBIQ+. La artista quería generar diferentes perfiles y posicionarlos en un espacio y tiempo concreto. La obra, con los años, ha ido adquiriendo un trasfondo más político. En ella, nuevamente, vemos como la artista juega con la apariencia y la estética. Además, lo hace de forma cómica, porque a ella le gusta reivindicar desde la diversión, y no siempre desde la rabia, en palabras de la artista: «el mundo es demasiado cruel ya, como para tomárselo enserio».
En la obra Banalizando, comenzaba con todos los estereotipos básicos de la mujer sexualizada: medias de rejilla, pantalones pequeños de cuero… Para ir, poco a poco, desprendiéndose de los atributos asociados a ésta, mostrando que, lo que realmente dice lo que es ser mujer son los ojos que te ven.
Esta performance fue una forma de demostrar que, se puede comenzar siendo una mujer con sus atributos asociados, y, poco a poco, desprenderse de ellos hasta demostrar lo que es ella en sí misma.
Por último, la obra Diario sin intimidad, se la autoimpuso como una especie de reto, inspirada por la fotógrafa Fátima Ruíz (Murcia), la cual compartía una foto cada semana hasta llegar a las 52 semanas que tiene el año. Así, Yelo, cada semana publicaba fotos, dejando el proyecto reducido a unas 20 fotografías, quedándose, al final, con las que expresan su transición vital entre la sexualidad y el genero. Poco a poco apareciendo con barba, luego, desprendiéndose de ella, poniéndose después vestidos. Es el proyecto que más refleja su transición, ya que es el primero que hizo, casi adolescente.
Por lo tanto, analizando sus obras, vemos que tiene una crítica política y de género, pero no lo hace de manera consciente o como objetivo, sino que es algo que la atraviesa a ella misma como persona trans. De esta forma, se percibe también la realidad de las personas de este colectivo, ya que puede ocurrir, como le pasó a Yelo, que fueron conscientes de que pertenecían al LGTBIQ+ gracias al drag, sin abandonarlo al realizar la transición, pues forma parte de la memoria histórica y sigue siendo un elemento de lucha y de reivindicación.
Para finalizar esta presentación, resaltar como los cuerpos de las personas trans siguen siendo un objeto político en sí mismo. Causando debate, rechazo, enemistad, curiosidad y sorpresa. Gracias al trabajo de artistas como Yelo, de visibilidad en redes y en las artes visuales, se abre camino a la comprensión y el entendimiento desde todas las perspectivas, trabajándolo, además de una forma divertida, cercana y amable con el público.