viernes, abril 19, 2024

    Carmen Pastrana. Sin darnos cuenta.

    MARISA ALDEGUER mirando a CARMEN PASTRANA

    Hace unos cinco años que conozco a Carmen Pastrana, y debo decir que su obra me subyugó desde el primer momento. Esta forma de abordar la figura humana como elemento principal de su discurso es muy contemporánea. No hay intención de tratar lo obvio, la idea es de usarla como herramienta de comunicación y expresión de los acontecimientos de nuestra era. Cómo algo tan absolutamente o aparentemente invencible, como es el ser humano, que ha atravesado mil tormentas y mil guerras sigue siendo tan frágil a la hora de ser absorbido por la manipulación.

    De ello nos habla Pastrana. De manera subliminal y en distintas etapas de su trayectoria donde va abordando poco a poco un ideario propio que se sucede en diferentes series. No es posible hablar a la vez de estas distintas situaciones que lo contemporáneo nos presenta casi de forma atropellada, porque el tiempo es ahora mucho más acelerado que hace cien años.

    Es necesaria una visión casi microscópica para analizar y aislar una situación que forme parte del elenco de imágenes que la artista desglosa en ese hilo tan frágil que es el tiempo. Ese tiempo que ahora mismo ya ha pasado.

    Sobre ese hilo, Carmen Pastrana construye su ideario. Desde el momento en que la artista asume su discurso y conociendo perfectamente hacia dónde dirigir sus pasos después de una dilatadísima formación que incluye su Licenciatura en Bellas Artes y posteriormente becada por diferentes Escuelas de Arte. Su paso de Pekín a Nueva York la empapa de diferentes culturas que penetran su alma e influyen inevitablemente en su creatividad.

    Con esa base y esta desbordante creatividad, la artista va desgranando poco a poco y desde sus primeras exposiciones individuales, estas series que forman parte de la esencia principal de su imaginario.

    Podríamos decir que en su obra, si bien domina la figura femenina, ésta está, en la mayoría de ocasiones, desprovista de su carga genérica… Igualmente podemos observar que en su apariencia, estas obras, que a primera vista son muy agradables…con una factura inmaculada y un colorido muy llamativo, van acompañadas de un mensaje velado, pues no todo debe estar en la superficie…La artista le da gran importancia a este detalle y lo deja presente en toda su obra.

    Primer sueno_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Primer sueño. Óleo sobre lienzo. 200 x 200 cm. 2018

    La belleza también es manifiesta hasta en los momentos más graves de su discurso; efectivamente, le va muy bien ese contraste porque tampoco aquí es lo que parece.

    No es lo que importa. La mirada, la atención y el miedo son siempre los protagonistas; su obra pretende desde sus primeros proyectos analizar a través de diferentes imágenes, experimentando con la idea constante de mirarse los unos a los otros, vigilarse, controlarse… en busca de ese “aparentar”, disfrazando nuestro yo con lo que se espera de nosotros, falseando nuestra propia identidad. Hay aquí un cierto temor y a la vez ganas de “agradar” al otro; una intención impuesta de ser como se quiere que seas, una pérdida de personalidad forzada por lo exterior.

    Lo cierto es que como mujer, la figura femenina está presente en la mayoría de sus obras, y es que la mujer es la gran afectada por muchos de estos sentimientos y situaciones. La mujer debe sortear todavía muchos obstáculos y correrá mucha tinta hasta que la igualdad sea total.

    Bonito suelo_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Bonito suelo. Acrílico sobre lienzo. 152 x 152 cm. 2019

    El miedo y la seguridad o falta de ella son constantes también que acarician la obra de algunas de sus obras y queda muy bien plasmado en la serie de Las Máscaras realizada en 2014. La combinación que hace Pastrana en estas obras es magistral. El contraste que muestra con campos de flores junto a la dura imagen de este fatídico protector, nos acerca a un mundo sin peligro.
    La máscara usada como esa protección que nos aísla y nos esconde también de nosotros mismos…

    Lo velado, lo oculto, el engaño…incluso a nosotros mismos…todo está cubierto de una espesa capa donde esconder nuestros miedos y obsesiones.

    Blanca y negra_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Blanca y negra. Óleo sobre lienzo. 192 x 152 cm. 2015

    En su serie Sin darnos cuenta aborda el estado “ensimismado” en la que el ser humano está sumergido de forma casi inconsciente y permanente; absorbido por esa “dulce y amable” tecnología que poco a poco nos abduce y domina, haciendo de nosotros meros muñecos sin poder de decisión; lo global nos domina sin enterarnos; sin darnos cuenta estamos sometidos, somos vigilados y manipulados.

    Sin darnos cuenta_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Sin darnos cuenta. Lápiz y acrílico sobre papel. 2020

    Mi Avatar es junto a la anterior serie, una continuación que funciona a la par; en ella presenta pinturas y dibujos donde la representación humana está presente con su Avatar. Se trata se su “yo” más íntimo. Es esa parte de nosotros que no nos atrevemos a mostrar, que queda oculto bajo esas capas ficticias bajo las cuales el ser humano se cobija y oculta.

    De ese modo la artista representa figuras con sus avatares, como sus alter ego, que en cierto modo las completan en sus carencias reales. En estas obras los avatares son figuras manga que recoge de la cultura japonesa y que encajan e impactan tanto visual como en el juego compositivo. Con ello también aborda ese sentido de globalización cultural que estamos experimentando.

    Dorothea y su avatar_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Dorothea y su avatar. Acrílico sobre lienzo. 100 x 160 cm. 2018

    Su última serie sigue el hilo de las anteriores con matices distintos. Ensimismados aborda el estado casi catatónico en que el ser humano occidental se ha sumergido en las últimas décadas. El bombardeo constante de información debido a la adicción que sufre la sociedad a las redes, está influyendo de forma negativa y peligrosa a la gran mayoría de población que queda anulada ante los cantos de sirena de la información.

    Ensimismados_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Ensimismados. Óleo sobre lienzo. 183 x 244 cm. 2021

    Ensimismados_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Ensimismados (díptico). Óleo sobre lienzo. 49 x 30 cm (cada uno). 2021

    Con esta serie, la artista refuerza lo que viene diciendo en sus anteriores series pero poniendo el foco en el ensimismamiento; aquí ya nos encontramos a sus figuras con gafas de realidad virtual, ahora ya hemos perdido nuestra visión y nos dejamos llevar por lo que nos ofrece la tecnología que dulcemente como en el hielo, nos adormece y mata o esclaviza.

    Ensimismada_Carmen Pastrana | Mujeres Mirando Mujeres | Marisa Aldaguer

    Ensimismada. Lápiz sobre papel. 59 x 83 cm. 2020

    Ha sido para mi un placer contar con la artista en el espacio de MA, donde ha presentado “Sin darnos cuenta” y “Mi Avatar”, y ahora el placer es doble al presentarla en MMM.

    Marisa Aldeguer. Web. Bio MMM.
    Carmen Pastrana. Web. Bio MMM.

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