Carmen Chacón. Luces y sombras, emoción y resiliencia.
ANTONELLA MONTINARO
mirando a
CARMEN CHACÓN
Carmen Chacón (A Coruña 1954) es una artista plástica multidisciplinar, cuyo trabajo ha discurrido en constante revisión evolutiva durante las últimas cuatro décadas.
Una vez abandonada la figuración onírica de sus comienzos ( 1982-84) su trabajo la llevará a través de una deconstrucción de la imagen. En un primer término, la figuración todavía podía reconocerse entre los fragmentos, pero pronto comenzará a tomar protagonismo la línea, que adquiere una función marcada y clara, abarcando espacios externos al cuadro-pertenecientes al lugar expositivo-que obligaban a reposar la vista y quedar atrapado en lo intangible, en un blanco vacío. Sin embargo, dicho espacio- tal vez nuestro propio vacío- era fructífero, evidenciando su papel como lugar blanco para la reflexión.
En su obra de esta etapa se integran además una serie de instalaciones y objetos ready-made así como la utilización de la caja, que permanecerá casi omnipresente como objeto en todas sus exposiciones hasta la actualidad.
De este juego de la línea que ata y se expande-en busca de un espacio donde exista un vacío en plenitud para el alma-surge el espacio interno de vacío que practica en la actualidad el ser humano, si tiene la suerte de reconocerlo y habitarlo.
La obra de Carmen Chacón reflexiona sobre una de nuestras múltiples facetas: La total ignorancia y desprecio por lo que nos rodea y nos acoge, incluidos nuestros semejantes y por supuesto, todo lo que consideramos inferior, como la naturaleza. Ya que no somos conscientes de que vivimos -lo cual es lamentable- sobre una superficie viva y en constante evolución, que puede hacernos desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
A partir de 1995 aparece en su obra una inequívoca sugerencia a la fosilización: al fin y al cabo, en los fósiles se encuentran depositadas las emociones que han formado parte de las civilizaciones, el legado del modo de relacionarse con la vida y como ocupaban sus espacios, la huella que esta sociedad acabará dejando es posible que tenga una parte maravillosa y otra digna de Atila.
En el transcurso del Master de Creatividad Aplicada, gracias a Graciela Aldana (Universidad de Santiago de Compostela, 1997), toma contacto con el tema de los Arquetipos y estos comienzan a estar presentes como lógica progresión de su línea de trabajo durante esta década en instalaciones, objetos y fotografía, la cual, toma mayor protagonismo que la obra pictórica en exposiciones como Painful Fact ( Centro Torrente Ballester, Ferrol 2000) donde se hacen, entre otras, tres obras “site- specific”, o Wood Blood (Fundación Laxeiro, Vigo 2011) donde la Sombra y el desarraigo ya están presentes.
Esta atracción por los temas relacionados con el comportamiento humano, los arquetipos y las emociones, le llevan a investigar la obra de Carl Jung durante la década del 2000. Profundiza entonces en estos elementos, ya plenamente presentes de forma inconsciente en su trabajo anterior. La serie fotográfica Retornos (2007) las aguas, símbolo de las emociones, invaden espacios cotidianos, cuestionando nuestra estabilidad física y emocional, generando escenas absurdas incluso de escala, pero creíbles y palpables posteriormente cuando hemos sido invadidos por esas aguas o acaso por la desgracia de tener que vivir todas las emociones que no reconocemos y rechazamos.
El año 2007 toma contacto con la psicología Gestalt, evolución que lleva a la artista al reconocimiento de que su búsqueda no ha sido otra que la de encontrar sentido a sus emociones y reconocer los arquetipos que condicionan su vida y las relaciones con el entorno y con todos los que interactúan en su existencia, cada momento cada día.
Carmen Chacón comprende que somos depositarios de la herencia emocional de nuestros ancestros, de un inconsciente colectivo, que junto con el personal, representa una losa a la hora de avanzar, un techo de cristal para romper y alzar el vuelo. De esto sabemos mucho las mujeres.
Muchos comportamientos, incluidos los propios de la artista, pasan a cobrar claro sentido en Caja para elegir corderos (Galería Sargadelos, Ferrol 2008) un compendio de emociones que derivan de arquetipos entorno al libro de Antoine de Saint-Exupéry
Lo esencial es invisible a los ojos. Los diversos arquetipos le llevan a recorrer y recoger diferentes momentos de la historia. Así la Mitología griega es la fuente inagotable, el paradigma donde está depositada toda la trayectoria emocional de la humanidad: las pasiones, odios y amores que mueven el mundo, que no dejan de ser sino una constelación en la cual seguimos atrapados siglo tras siglo. En ningún caso la educación actual nos prepara para poder ser dueños de nuestra realidad y nuestro aquí y ahora, o para conseguir la inalcanzable individuación.
La emoción y la resilencia serán plasmadas durante esta década en trabajos de videoarte como Malditos Pájaros (Galería 9The13, A Coruña.2011) o People Said (Kiosco Alfonso. A Coruña 2012).
En 2012, la exposición El Duende Marrón-Cuero en El Banquete ( Kiosco Alfonso, A Coruña 2012) se inspira en la importante presencia del arquetipo de la Sombra en el discurso de los invitados a El Banquete de Platón. Las pasiones humanas salen a relucir en las diferentes conversaciones de los personajes, discusiones que todas giran en torno al Amor (Eros) y las emociones que provoca, de este modo en esta amplia muestra se funden en su obra, Jung, El Banquete y la psicología Gestalt.
La Exposición ONE WAY (MAC. Fernándo Centeno López .Genalguacil. Málaga. 2017) continúa la narrativa de Eros y su influencia en su vida, en nuestras vidas.
Así como como la belleza y el amor nos elevan, nos sobrecoge la otra cara, la que consigue derrotarnos y proyectar sobre el otro, nos desorienta hasta no reconocernos a no ser que consigamos por el rabillo del ojo empezar a mirarla, con la difícil tarea de llegar a aceptarla en nosotros mismos y amarla para así poder atravesar sobre ella.
Bajar a los infiernos y no quedar atrapados y ascender al cielo sin quemarse las alas y morir de soberbia es algo que la mitología nos ha relatado, este trabajo bebe de estas fuentes entre otras.
La obra de Carmen Chacón es abierta, ni los temas, tanto humanos, maltrato, género, como de naturaleza, se consideran cerrados, continúa trabajando elípticamente, los temas se funden, se retoman y se enriquecen, porque todo es lo mismo, porque en el fondo pocas cosas han cambiado como para perder la preocupación o el foco sobre las mismas y todo sigue estando dentro de nosotros, la Luz y la Sombra, y las consecuencias de nuestro paso por la vida tan solo dependen del lobo que continuemos alimentando.
Antonella Montinaro. Bio