Ruth Montiel Arias, arte, artivismo y feminismo
Audrey García MIRANDO a Ruth Montiel Arias
Ruth Montiel Arias es graduada en artes aplicadas, fotografía y diseño. Su enfoque artístico se centra en la relación entre los humanos, los demás animales y la naturaleza. Investiga desde el activismo y el antiespecismo el arte como herramienta de mejoría del mundo.
“Me mueve el arte como activismo y es en este campo donde me siento más cómoda a la hora de abarcar mis proyectos”
Ha expuesto en numerosos centros culturales nacionales e internacionales, ganado varios premios y realiza- do talleres y conferencias.
ARTE
¿Cómo definirías tu trabajo, su significado y tu manera de crear?
Diría que mi trabajo se mueve en los parámetros del arte como herramienta de cambio, que pretende confrontar e involucrar al público en la propia obra, ya que son parte indispensable en el propósito final de la misma.
El proceso creativo va en función de aquel tema que quiera tratar y las necesidades del mismo.Todos ellos tiene un común denominador que es el proceso previo de investigación y la involucración de personas doctas en la materia a tratar. La siguiente fase es la decisión de los códigos a utilizar y la última es trasvasar todos esos códigos a los y las receptoras.
Land art, foto, instalaciones… ¿Qué técnicas y materiales usas principalmente?
La técnica y el material va en función del tema al que me enfrente y el lugar donde ese trabajo se va a mostrar, pero cierto es que muchos de los últimos trabajos los concibo como piezas corales que se complementan unas con otras. Actualmente me valgo de la fotografía, vídeo y objeto.
¿Cuáles son los criterios que aplicas a la hora de elegir el formato de una obra?
El criterio principal es el público receptor.
El colapso de las colonias. 2014 – 2015.
El trabajo de investigación que realizas para cada obra es muy extenso?
Suelo dedicarle una gran parte del proceso de una obra al momento de documentación e investigación, pues las materias con las que trabajo son delicadas y necesito tener mucho material previo. Los libros son importantísimos en mi trabajo, así como toda la información de aquellas personas involucradas directamente en los temas a tratar.
¿Podrías intentar resumir cómo ves tu evolución artística?
Es difícil para una echar la vista atrás y analizar sus propios cambios, pero puedo decir que he pasado de unas piezas más intimistas y poéticas que ponían de manifiesto una problemática, a desarrollar proyectos mucho más colaborativos y directos que exponen posibles soluciones.
PROYECTOS
Dentro de tus creaciones, ¿de cuál estás más orgullosa o a cuál tienes un cariño especial?
Todas ellas son especiales de algún modo, con cada una de ellas he sufrido física y emocionalmente y ninguna ha pasado indiferente ni para los y las espectadoras que han interactuado con ellas, ni las personas que han formado parte directa de las creaciones de las mismas. No puedo decir que esté más orgullosa de una que de otra, pero sí puedo matizar que a alguna le hubiera dedicado un poco más de tiempo.
¿Sobre qué temas estás trabajando actualmente?
En estos momentos estoy con un trabajo sobre actividades realizadas en los montes del estado español, pero que por la sensibilidad del trabajo no puedo detallar con más precisión.
ARTIVISMO
Eres artista y activista, y tus obras e instalaciones son potentes visualizaciones de un mundo enfermo, ¿cómo definirías tu artivismo? ¿En qué dirección quieres trabajar últimamente?
Una artista no puede separar su vida de su creación y lo mismo le pasa a una activista, por lo que en mi caso todo va dado de la mano.
La dirección en mi trabajo, a día de hoy es clara, y quiero seguir utilizando el arte como herramienta de cambio en una sociedad encerrada en sí misma, por eso en mi obra es vital la involucración del público.
¿Cuáles son tus referentes artísticos? ¿Y en activismo?
Mis referentes vinculados al mundo del arte vienen sobre todo de lo visual destacando a Andréi Tarkovski, Béla Tarr, Ingmar Bergman, Nicolas Winding Refn, Darren Aronofsky, Denis Villeneuve, Lars Von Trier o Godfrey Reggio, Gervasio Sánchez, Cristina García Rodero, David Chancellor, Nan Goldin, Cristina de Middel, Jesús Monterde, Nuria Güell, Pierre Valls, Byron Maher, Democracia, Rubén H. Bermúdez, Olalla Gómez y Santiago Talavera; y colectivos como Las guerrilla girls o los King Mob.
En el mundo del activismo no dejo de seguirle los pasos a Tras los Muros, Catia Faria, Oscar Horta, ocho- doscuatro, Angela Davis, Afroconciencia, Fotomovimiento y Gru des.
Tu participación en la primera edición de «Capital Animal» en 2016 fue particularmente interesante, puedes contarnos un poco cómo se gestionó un proyecto tan ambicioso?
Capital Animal nació con la unión de Rafa Doctor, Ruth Toledano y Concha López; más adelante nos unimos Alessandro Zara y una servidora.
El que «Capital Animal» fuese un referente en el 2016 de la unión entre la cultura y el animalismo fue posible por la plena dedicación de todos y todas las involucradas sin plantearnos nada más que el objetivo claro que teníamos, llevar la problemática de la explotación animal al ámbito del arte.
Pudimos aunar distintas disciplinas gracias a los distintos perfiles que teníamos desde la organización, fue por ello que sumamos grandes espacios del mundo de arte como el Museo Reina Sofía, la calcografía Na- cional, la Casa Encendida, Matadero y Centro Centro, así como grandes figuras del mundo de la cultura y el activismo como J.M. Coetzee, Jane Goodall, Niño de Elche, El Roto, Forges, Chus Gutiérrez, Pierre Gonnord, Ouka Leele, Elvira Lindo, Igualdad Animal, etc… sin olvidar una gran diversidad de espacios alternativos y actividades paralelas.
Me interesa muchísimo el trabajo “Sin oro, no hay hombre” que realizaste en 2015. Une defensa medioambiental y denuncia social, con unas fotografías particularmente poderosas de mujeres luchadoras. ¿Cómo viviste todo el proceso?
Este proyecto ha sido de los más ambiciosos en los que me he metido hasta el momento, un trabajo que ha involucrado a muchísimas personas y que aún continúa su recorrido.
«Sin oro no hay hombre» me ha llevado a Perú y Sudáfrica, siendo el primer lugar el que me ha hecho conectar, de una manera casi visceral, con las personas que estaban sufriendo la opresión y destrucción de sus tierras.
Desde el principio, mi primer contacto fue con una mujer militante que lleva desde los 16 años luchando por el agua contra las empresas extractivas del país, Diana Puka Ti ́ka Flores Rojas, ella me conectó con Mirtha Vázquez, directora de Gru des y abogada de Máxima Acuña, campesina de la región de Cajamarca
Máscaras para los ilustres. 2014 Prácticas alquímicas para una ciudad. 2015 – 2016
que lleva desde el 2011 luchando contra la empresa extractiva Yanacocha que la quiere echar de sus tierras para poder crear una mina de oro abierta.También pude acompañar a las Lideresas de Cajamarca, no sólo en su lucha contra la empresa minera, sino también en la lucha feminista.
Luego salté a Sudáfrica para que, de la mano de grandes mujeres como Marta Garich, Marcelle Moses, Marjorie Jobson y Mariette Liefferink, pudiese tratar con personas que sufren la explotación laboral y el racismo por parte de las empresas extractivas, así como la contaminación de sus aguas y tierras. Además pude conocer de primera mano los casos de asesinatos a trabajadores, que se manifestaron en el 2012 para obtener un salario digno, y la vinculación del Apartheid con la explotación minera de oro en los orígenes de la ciudad de Johannesburgo.
La experiencia durante este trabajo fue tremendamente dura, tanto a nivel físico como psicológico, pero nada comparado con lo que las personas involucradas siguen viviendo.También he vivido momentos ma- ravillosos y me siento muy afortunada ya que he aprendido y desaprendido muchísimo, además de formar familia en ambos países.
Explícanos como el veganismo y el antiespecismo forman parte integral de tu trabajo.
Para mi, el antiespecismo es la mayor lucha que tenemos en este mundo, una guerra contra un sistema que explota, abusa, maltrata, encierra, denigra y asesina a los seres más indefensos del planeta, los animales.Todo ello me lleva a entender y crear una interseccionalidad con las otras luchas de género, raza, espacio natural o clase.
Al entender que la opresión hay que erradicarla de nuestra sociedad, mi trabajo ya lo lleva incrustado en su propio ADN, por lo que el antiespecismo es de manera directa o indirecta la columna vertebral de mi obra.
Sonidos para una utopía. 2015 Blancanieves. 2016
FEMINISMO
¿Cómo vives ser mujer en un universo tan masculino como es el arte? Nos gustaría saber tu opinión sobre la falta de representación y la discriminación de las mujeres artistas y sobre cómo las actoras del sector artístico tenemos que luchar para cambiarlo.
Vivir en un mundo de hombres es inmensamente duro pero en el arte, si cabe, aún lo es más. Ya no solo por la completa relegación a la mujer desde los principios de la historia, sino por la apropiación de muchos de los trabajos realizados por nosotras.
En la actualidad nos seguimos viendo abocadas al oscurantismo ya que los círculos de poder del mundo del arte siguen dirigidos por hombres, en su inmensa mayoría, por lo que las cuotas de participación en becas, premios, eventos, exposiciones, ferias, bienales, galerías y museos son muy bajas en comparación con los hombres. Ya no hablemos si eres mujer racializada, ellas lo tiene todavía peor que nosotras.
Es vital una conciencia feminista y transfeminista en nuestro sector y unir fuerzas para trabajar contra el heteropatriarcado anclado en nuestro sector que no sólo abusa de su poder de manera laboral, sino también sexual.
Guerilla Girls, Caja de Pandora, Mujeres mirando mujeres: ¿cómo iniciativas feministas están creando un nuevo paradigma visibilizando y empoderando a las mujeres del mundo del arte?
Sin oro no hay hombre. 2016 – 2017
Como te indicaba anteriormente, estas iniciativas son vitales y necesarias en nuestro sector, necesitamos reclamar nuestro espacio, debemos sentirnos protegidas allí donde intentan abusar de nosotras, donde nos cierran la puertas; tenemos que estar unidas allí donde intentan separarnos, alzar la voz cuando nos intentan callar, protegernos cuando nos atacan, pero sobre todo necesitamos revisarnos a nosotras mismas y unirnos a nuestras compañeras racializadas y transgénero para luchar contra la opresión heteropatriarcal que vivimos no sólo en nuestro sector, sino en el día a día.
¿Qué opinas sobre las recientes acusaciones de acoso sexual a personas muy influyentes del mundo del arte, en concreto a Javier Duero? ¿Ves importante que se citen nombres y se denuncie vía legal?
Por supuesto, siempre debe de ser denunciada por vía legal, lo que pasa es que en el caso que nos compete, las mujeres hemos sido educadas en que el patriarcado puede ejercer ciertos tipos de abusos sin que estos tengan que ser puestos en valor ya que es lo “normal” y son sólo “tonterias”.También se nos ha educado en la aceptación del abuso de poder para crecer en nuestra profesión, y aceptar ciertos comportamientos por el simple hecho de que es la “única manera”.
Prácticamente todas las compañeras de profesión hemos sufrido violencias de todo tipo por parte del heteropatriarcado en nuestro sector, pero el mayor problema es que mientras te escribo estas palabras, muchas compañeras estarán pensando por qué no denunció a ese profesor de estética que le acosaba en los pasillos, o a ese compañero de exposición que abusó de ella una noche de esta en la que no estaba plenamente consciente, o por qué aceptó que ese comisario le agrediera verbalmente por ser una compañera racializada o, incluso, piense en por qué no apoyó a esa compañera que públicamente tuvo el coraje de denunciar el acoso ejercido por un hombre con “poder” dentro del mundo del arte.
¡Muchas gracias Ruth!