Marcela Lobo: «A mi obra le es inherente la identidad de mi tradición cultural»

ANA GABRIELA BALLATE BENAVIDES mirando a MARCELA LOBO

Si algo define la obra de Marcela Lobo (México, 1959), así como su propia personalidad, es esa multiplicidad de escenarios en los que ha desenvuelto su creación a lo largo de estos años. Su espíritu nómada la ha llevado por los sitios más recónditos, para terminar recalando en la ciudad de Madrid y mostrarnos la sinceridad de su arte. Con una fructífera carrera artística donde explora medios como la pintura, la fotografía, la escultura hasta la instalación y las cajas-objetos, su producción ha sido exhibida en numerosas exposiciones tanto en México, su país natal como en Estados Unidos, Francia, España e Italia.

Marcela Lobo ©Fotografía cortesía de la artista

Marcela siempre supo que su vida estaría indisolublemente ligada al arte. Siempre admitió su deseo de ser pintora, grabadora, artista visual en todo sentido, una certeza que le vino, sin dudas, tanto por el ámbito familiar como por la influencia de la plástica mexicana, por esa cultura arraigada de la cual es auténticamente deudora. Conocer a Marcela Lobo implica entender la dimensión del arte en su vida, de la autorreferencialidad que va plagando en todas sus piezas, su identidad, pero mejor que sea ella misma quien ponga voz en esta entrevista:

A lo largo de los años has trabajado incansablemente en la pintura aunque no te has desligado de trabajar otros medios como la cerámica, el grabado, la fotografía, ¿podríamos decir que este es tu espacio de creación por excelencia?

Mi pintura es lo que yo tengo, lo que soy, lo que yo transmito a este mundo por todo lo que este mundo me ha dado. Pinto lo que me interesa, lo que veo. Una pintura es todo lo que hay a mi alrededor. Concibo la construcción de mis obras a partir de la plenitud de los elementos que me rodean y componen mi memoria. A lo largo de mi carrera he trabajado en el campo de la pintura como forma de expresión que invita a reconocer, de una manera otra, lo que no es completamente visible a los ojos de las imágenes de la cotidianeidad.

Trabajo con la complejidad de objetos simples como sillas, flores, sillones, floreros, tapetes, zapatos, relojes, jarrones, cojines, maniquíes, muñecas, amuletos, trofeos; todos ellos portadores de historias reales o fabuladas por esa memoria personal, tanto mía como del espectador. De esta manera compongo universos visuales, a partir de las imágenes que constituyen un relato social y cultural de quiénes somos como individuos y colectividad.

No obstante, como dices, he incursionado en otros medios, algunas veces con ese gran remanente pictórico, como cuando hago cerámica y escultura, y otras de manera más independiente, tanto temática como formalmente, tal y como ocurre con mis cajas de objetos y mi fotografía.

Marcela Lobo, “La Tina”, 2012, Acrílico y arena sobre tela, 100 x 120 cm © Cortesía de la artista

Cromáticamente, tus obras son inquietantes, vibran en cada trazo y beben de tu tradición cultural, de ese arte mexicano que se percibe arraigado en tu obra…

A mi obra le es inherente la identidad de mi tradición cultural, traducida en el (in)consciente colorido, las luces, las formas y los contrastes más vibrantes heredados de la plástica mexicana. No obstante considero esenciales la creación y la transformación constante. De ahí que mis materiales, las texturas que desarrollo, los medios que empleo y las formas que creo se encuentran en una continua evolución, como la vida.

A partir del trabajo con el color, forjo y transformo lo cotidiano y exploro la variedad de lo común a través de la redefinición de la belleza de los objetos más banales. Ello, sumado a la diversidad de juegos cromáticos que no se limitan a la reproducción de la realidad objetiva, el trabajo con la luz, la mezcla de influencias, estilos y soportes que componen mi labor creativa; generan cierto intimismo mágico, en ocasiones naif e infantil, que reflejan la compleja sencillez del mundo desde un punto de vista personal.

Marcela Lobo, “Esto no es una silla es un sillón”, 2012, Acrílico sobre tela, 60 x 80 cm © Cortesía de la artista

Tu condición de mujer y mexicana dejan su huella en tu discurso plástico y creativo ¿cómo lo experimenta Marcela Lobo?

Sin dudas ello deja su huella y es totalmente perceptible en mi producción artística, lo cual se encuentra en el trasfondo de los motivos que represento. En la manera en que observo y represento, me autorretrato en mi obra y hago referencia no solo a mi género, sino también a mi edad, a mis experiencias, y a mi filosofía de vida, que es la de muchas.

Creo en la capacidad del arte para suspender el tiempo, activar la memoria y acceder a nuestros mundos más internos. Es por ello que a través de mi obra reflexiono, de forma visual y narrativa, sobre ideales y realidades, construidas de la imaginación o extraídas de las experiencias más vitales. Mi fotografía es ejemplo de ello: transita de manera metafórica y plástica por los caminos de la historia personal y las vivencias como mujer y adulta, así como, de forma documental, por los numerosos lugares que he visitado a lo largo del orbe.

Como artista tengo muchas inquietudes, en el plano de la investigación formal y en el mundo de las ideas. Ello me permite, a lo largo de más de treinta años de carrera, continuar reformulando mi obra, continuar experimentando.

Marcela Lobo, “Asuntos de familia”, 2009, Acrílico sobre tela, 150 x 120 cm © Cortesía de la artista

¿Cómo te inclinas hacia la creación fotográfica como medio de expresión?

La fotografía es otra de mis grandes pasiones. Como dijera en algún momento Henri Cartier Bresson “es para mí el impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que atrapa el instante y su eternidad”. Para mí la fotografía es la manera más sutil de expresar un sentimiento vivido… Cada manifestación potencia, de una forma u otra, aquello que queremos contar. La fotografía es un medio completamente distinto y a través del mismo transmito otras maneras de interpretar mi mundo, otras visiones del mismo, un poco más apegadas a la realidad, y con un referente crítico o documental más acentuado, pero con el mismo sentido introspectivo y autorreferencial que transmito con en el resto de mi obra. Considero que en cada pieza dejo una parte de mí.

Marcela Lobo durante el proceso de impresión de su libro “Tierra y Agua” con la Editorial Turner © Fotografía cortesía de la artista

Recientemente, la Editorial Turner ha lanzado tu más reciente libro sobre fotografía “Tierra y Agua” donde podemos recorrer esos escenarios que alrededor del mundo has captado a través de tu lente y como resultado has realizado la exposición “La eterna mirada. Nos puedes comentar de ello…

Desde hace muchos años vengo recorriendo algunos de los lugares lejanos que guardaba en mis recuerdos de niña. Las imágenes que he ido tomando son las que comparto en este libro, esos parajes mágicos que me llenan el alma de paz y de tranquilidad. Concebido a la manera en que se presentaban las revistas de viaje de National Geographic, el libro de fotografías «Tierra y Agua» constituye mi más reciente publicación, lanzada en el año 2021. Comprende una serie de imágenes que acompañan un recorrido, a manera de reportaje, por los sorprendentes e increíbles paisajes que he tenido la oportunidad de visitar a lo largo de los cuatro puntos cardinales del orbe y algunos de sus sitios más recónditos, desde Islandia a Siberia, Kamtchatka, Islas Feroe, Montes Huang, Namibia, España, hasta Estados Unidos, Grecia, Kenia, Uganda, Etiopía y Myanmar, entre otros. Retrato, en cada uno de ellos, la belleza de aquellos lugares y su gente que inmortalizo con mi lente, las experiencias e inquietudes vividas en cada periplo, como si de una exploradora me tratase.

Marcela Lobo, “Etiopía Addis Abeba”, Fotografía, 2015, 69,5 x 103 cm

A partir de la publicación de este libro, surgió entonces la idea de mostrar públicamente algunas de sus imágenes. Es así como se decide inaugurar en Espacio Lobo, la exposición fotográfica “La Eterna Mirada”, segunda exposición de la galería. La muestra, que recogió 17 fotografías de “Tierra y Agua” y otras dos tomadas en Namibia, se propuso realizar un recorrido por aquellos paisajes naturales, urbanos y sociales que ponen de manifiesto la eternidad de las cosas a través de la memoria y la mirada.

Portada del libro “Tierra y Agua” de Marcela Lobo, Editorial Turner. 2021 © Fotografía cortesía de la artista y Editorial Turner

Espacio Lobo es tu propio espacio, tu galería de arte y a la vez taller donde produces. ¿Cómo concibes este espacio? ¿De dónde nace la idea de establecer una galería, y a la misma vez estudio, en una ciudad como Madrid?

Cuando me mudé a Madrid decidí establecer mi estudio. En principio me lo propuse como un espacio que me diera la posibilidad de crear en todos los sentidos. No obstante, esta idea se expandió y sentí la necesidad de hacer algo más, de utilizarlo de otra manera y de extender con ello mi capacidad creativa hacia otras ramas. Espacio Lobo se ha transformado en un proyecto más grande, con una idea de colectividad, de galería expositiva.

Lo califico como un espacio sui géneris donde convergen no solo mi obra, sino la de diversos artistas que encuentren su sitio en él, siempre con un sentido de calidad y de profesionalidad artística. Lo proyecto como un espacio multicultural y multidisciplinar. Pretendemos promover con él el arte contemporáneo desde el apoyo y la colaboración entre artistas provenientes, tanto del contexto madrileño como de otras regiones españolas y fuera de España. Con este nuevo proyecto sigo avanzando, abriendo nuevas puertas, y haciendo cosas nuevas, pero tengo curiosidad… La curiosidad sigue guiándome por nuevos caminos.

Nos interesa insertarnos en el circuito artístico de Madrid, promoviendo y potenciando la obra de artistas emergentes y de mediana carrera. Llegar a un nuevo contexto implica nuevos desafíos y la galería es bastante joven, su primera exposición fue inaugurada en septiembre del 2021. Pero ahora mismo estamos labrando ese camino y construyendo un proyecto desde sus inicios, dándonos a conocer, y adentrándonos en este escenario. Es un proceso en continuidad y extendido en el tiempo, por el cual tenemos muchas ganas de trabajar y llevar adelante.

Exposición “La eterna mirada”, Espacio Lobo, Ayala 62, Madrid, 2021. Comisarias: Ana Gabriela Ballate & Yadira de Armas © Cortesía de la artista.

El objetivo del proyecto resulta muy interesante. ¿Podrías comentarnos un poco en qué fase se encuentra ahora mismo?

Pues en este momento ya funciona como una galería. Justo el 18 de febrero hemos inaugurado la tercera exposición de Espacio Lobo: la muestra colectiva “No es cuestión de azar”. En ella se han reunido a cuatro artistas mujeres: Estela Martín (Argentina), Yanelis Mora (Cuba), María Dolores Gallego (España) y yo. La exposición aborda, a partir de sus obras, cómo estas creadoras han construido universos visuales particulares generando un escenario de confluencias, a la hora de entender y abordar el proceso creativo como parte de su experiencia vital. Las piezas escogidas traducen la exploración de lo matérico, lo textil, lo artesanal y lo pictórico en poesía visual, en un idioma propio. Son artistas que encuentran sus puntos de contacto en el cuestionamiento de los límites de la figuración y las nociones de la pintura expandida.

La exposición podrá ser visitada durante dos meses. Y posteriormente seguiremos programando nuevas propuestas. Tenemos la intención igualmente de lanzar una convocatoria dos veces al año para que los artistas presenten sus proyectos y escoger, por parte de nuestro equipo curatorial, aquellas que resulten más interesantes.

Exposición “No es cuestión de azar”, Exposición colectiva con las artistas Estela Martín, Yanelis Mora, María Dolores Gallego y Marcela Lobo, febrero 2022. Comisarias: Ana Gabriela Ballate & Yadira de Armas © Fotografía cortesía de la artista

¿Qué te ha supuesto el asumir el rol de artista y galerista a la vez?

En principio, mucho más trabajo del que ya tenía. No obstante, me apasiona. El hecho de incursionar en nuevos caminos, y entender el proceso artístico y el sistema del arte desde todas sus aristas me apasiona. El hecho de resultar galerista me permite también relacionarme con la obra de diferentes artistas desde varios puntos de vista, y en este sentido trabajar desde la colaboración.

Marcela Lobo durante la inauguración de la exposición colectiva “No es cuestión de azar” en Espacio Lobo © Fotografía cortesía de la artista

Para concluir por ahora, ¿cómo ve Marcela Lobo su obra a futuro?

Desconozco el futuro de mi trabajo, pero no he dejado de sentir cómo se está ampliando mi espacio, mi creación, como si la obra misma exigiera la variación y el aumento de una frecuencia plástica más diversa tanto en la pintura como en el collage, el barro y la fotografía. Todo me exige más.

Ana Gabriela Ballate Benavides. Web. Bio MMM
Marcela Lobo. Web. Bio MMM
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