Alice Geirinhas: Historias de mujeres
Ana Maria Pereirinha MIRANDO a Alice Geirinhas
Alice Geirinhas y yo somos mujeres, pero mujeres que comparten algo que las une de un modo particular: somos de la misma edad y pertenecemos a una generación que despertó en Portugal con una conciencia política, exigente y libertaria con la revolución de abril de 1974.
Teníamos 9 o 10 años cuando llegó la revolución, e imagino que Alice fuera considerada como lo fui yo, la contestataria, la rebelde de la familia desde pequeñita, aquella que se ponía firme para hacer valer sus ideas.
Después de 1974, ya nadie nos podría convencer de que cualquier cosa nos fuera vedada por el hecho de ser «muchachas», cuando dejamos de golpear el suelo con el pie como una señal de obstinación, levantamos el puño en las manifestaciones, gritábamos palabras de orden en las calles, organizábamos otras ideas.
Conozco la obra de Alice desde la década de 1980, cuando yo leía y ella hacía ilustraciones en un periódico que ha sido importante, entre otras cosas, por la aparición de una nueva generación de ilustradores portugueses: se le llamaba, de manera significativa, O Combate, era el órgano de un partido de extrema izquierda que está en el origen del actual Bloque de Izquierda, y el estilo original, bruto, urbano, subversivo, de los dibujos en blanco y negro de Alice me asombraba y me decía mucho.
Ella era una de las pocas mujeres que tenía lugar en esa generación, entonces revelada, de ilustradores talentosos que rompían con un estado del arte convencional y estructurado. Los dibujos de Alice Geirinhas eran, ya entonces, los que más impacto me causaron, y el trabajo de ella, aún estudiante de Bellas Artes, ya tenía éxito cuando, con otros dos colegas, lanzó una editorial de fanzines punk de cómic e ilustración llamada A Vaca que Veio do Espaço (La Vaca que vino del Espacio).
Geirinhas asocia en su obra la palabra al dibujo, una marca suya, signo de su conexión con el universo literario, pero también signo de una generación que sintió la necesidad de pensar e intervenir en una serie de cuestiones de las que hasta entonces no se hablaba, que eran tabú en la sociedad portuguesa. Entre ellas, una impuesta, la que entonces en una sociedad que jamás cuestionaba aquello que «naturalmente» estaba consignado como «el lugar de la mujer», y que todavía se llamaba «condición femenina». Hoy lo ponemos en cuestión como identitarios y de género, consignados en mundo contraído durante siglos en lo masculino en términos de visibilidad.
La obra artística, pero también académica y teórica, de Alice Geirinhas hace firme y afirmativamente, VISIBLE el trabajo de una artista, mujer, del siglo XX, y ahora en el siglo XXI.
Sus retratos, trabajados en narrativas ficcionales de personajes femeninos reales (a veces mujeres que conoce), en la serie «Las Grandes Narrativas» (1995/2000), la consagró como una observadora crítica dotada de una capacidad analítica e irónica verdaderamente originales y únicas en el mundo de las artes plásticas en Portugal, y como único e inconfundible su estilo.
Podemos evidenciar la coherencia de la totalidad de su recorrido, donde la obra gráfica y artística van a la par, no sólo a través de la ilustración editorial (que continuó teniendo un papel muy visible en su producción en la década de los 90, en el periódico O Independente); también de exposiciones individuales y colectivas de dibujo, instalación y performance. Siempre en espacios alternativos fuera del mercado del arte convencional en Lisboa, Oporto y otras ciudades; de los libros de artista donde ha publicado y reunido su obra gráfica, como Alice (1999). Nuestra necesidad de consuelo es imposible de satisfacer # 2 (2003), Repulsa (2010) y The Cabinet of Dr Alice (2014); y como no, a través de su recorrido académico: una maestría en Prácticas Artísticas Contemporáneas con una tesis sobre Luce Irigaray y un doctorado en Arte Contemporáneo en el Colegio de las Artes en Coimbra, en 2013, con una tesis autobiográfica titulada: Como Yo Soy Así, mapeo visuales primera persona: documento e índice. El recorrido y el mapeo visual, en el componente práctico de esta tesis que resultó en una exposición-instalación y en un libro de artista titulado The Cabinet of Dr. Alice (2014), habla de la madre y de las mujeres que la precedieron hasta sus dos hijas, generaciones de mujeres en la delimitación de una identidad de mujer y de artista.
Sus últimos proyectos prosiguen este cuestionamiento de los roles de género y del papel del género en el mundo artístico, fue una de las invitadas a participar en la exposición colectiva Género en el Arte: Cuerpo, Sexualidad, Identidad, Resistencia, que está actualmente en el Museu Nacional de Arte Contemporânea en Lisboa, pero también una de las invitadas por el nuevo colectivo de arte feminista y intervención «Pipi Colonial» por el «Efecto-Suruba», que puso en el debate de género en el arte y el poscolonialismo en noviembre de 2017, también en Lisboa.
Practicamente en simultáneo con esos dos proyectos, de 16 de septiembre a 28 de octubre, Alice Geirinhas hace su exposición más reciente – Take me Now Baby, Here as I am (el primer verso de Because theNight, de Patti Smith), en la Galería Monumental. Aquí se presenta como un reportaje en auto-retrato fotográfico de la artista en una ruta diaria, repetitiva pero nada monótona, durante un año de viajes entre Lisboa, la ciudad donde vive, y Coimbra, la ciudad donde enseña.
Los dibujos la completan, dando lugar a una reflexión irónica sobre la «mala feminista «y la» buena esposa «, cautiva de su «tragedia biológica» reproductiva. Una «fatalidad» que aún durante gran parte del siglo XX, tanto a la izquierda como a la derecha del espectro político (que en este aspecto muchas veces se equivalen) fue utilizada, y amenaza volver a serlo, como mecanismo de subyugación del cuerpo y del deseo femenino.
Volviendo al inicio de nuestra historia: no es la primera vez que Alice Geirinhas expone en la Galería Monumental. En 1990, cuando se organizó una exposición colectiva de originales de ilustraciones de O Combate, donde ella participaba, la entonces muy joven Monumental, en actividad desde 1986, y que era uno de los espacios más in de la movida artística lisboeta, fue el lugar elegido para hacerlo. Es para mí motivo de especial satisfacción que, tres décadas después, su primera exposición individual en esta Galería, coincida, por suerte mía, con el inicio de mi propio recorrido en su dirección. Historias de mujeres.
Alice Geirinhas.
Ana Maria Pereirinha. Web