Alba Soto. De la osadía. De lo ancestral.
PAULA CABALEIRO mirando a ALBA SOTO
Accionar desde los márgenes, desde esos límites, siempre difusos, entre realidad y representación, desde el símbolo a la metáfora.
El poder performativo del ritual.
La transformación. El tránsito. La hibridación. La metamorfosis.
Nuestro vínculo ineludible con lo ancestral. El mito.
Relación. Relacionar(se). Cuerpo, espacio, tiempo.
Cuerpo político. Otros cuerpos.
Situar(se).
Eran las 12:00h en una mañana húmeda de noviembre en Pontevedra. La artista ocupada el centro de un espacio neurálgico de la ciudad: la Plaza de la Peregrina. La gente la rodeaba envolviéndola, en un gran círculo, observando expectante. “Asta en cueva” presentaba una suerte de presencias arquetípicas que conectaban con el público desde el imaginario personal de la artista, acercándonos a la genealogía de la figura mitológica de Baubo, a través de la acción simbólica y el conjuro.
Una máscara, unos guantes de “manos de hombre”, varias tetinas. Una cadena plomada. Pesos. Siempre pesos y resistencias. Y el sonido de un matasuegras. Otro más, entre el público. Otro más. Todos sonando en una disonía improvisada, irregular e inédita. Diferentes vestuarios, formas y microacciones. Alba Soto transitaba a través de diferentes lugares identitarios, entre lo irreverente, lo absurdo, lo osado, la conexión grupal entre mujeres, lo ancestral, lo místico, en este “estar hacia dentro” con/en una misma. Lo velado y lo vetado. Lo contenido. Lo oculto y lo subconsciente. La cueva. En su proyección exterior, el asta.
Asta en cueva. Mulleres en acción violencia zero. Deputacion de Pontevedra, 2021.
Trabajé con la artista Alba Soto (Madrid, 1981) en la séptima edición de “Mulleres en acción: Violencia” de Diputación de Pontevedra, siendo la performance inaugural el 25 de noviembre de 2021. Su obra me trasladó simbólicamente a esas culturas ancestrales donde las mujeres/matriarcas invocaban a las fuerzas naturales, se enfrentaban a la oscuridad y hundían sus manos en la tierra, siendo raíces. Eran fuerzas naturales. Imponentes. Poderosas. Sabias. Seres conscientes de sí mismas, convergiendo con sus comunidades en sororidad, complicidad y sanación. Pero indaguemos un poco más en obra…
Amante del cine onírico de Fellini, de la pintura románica y de aquellas esculturas más primitivas, Alba Soto se inspira en el misticismo y el simbolismo, pudiendo leer en sus obras a algunos y algunas artistas referentes en su archivo personal. Desde la pintura, el dibujo, el vídeo, la fotografía, el sonido y desde la acción, Alba Soto trabaja el ámbito de la imagen (y nuestro imaginario), se adentra en el cuerpo y en su subconsciente, desde el mito, el símbolo, lo oculto e lo invisibilizado, para abordar preocupaciones existenciales inherentes al hombre y, sobre todo, a la mujer. Analizando su trabajo, es inevitable pensar en algunas artistas multidisciplinares como la gran Louise Bourgeois y sus reflexiones desde el cuerpo acerca de la feminidad, la casa/la jaula , la sutura/la herida, la familia, la opresión/la represión.
Fotograma del documento de la performance Punto de encuentro. 2013
En muchas de sus piezas nos acercamos a los rituales y a los arquetipos, recordándonos al movimiento Fluxus y a las obras performáticas de Joseph Beuys, en las que aparecen figuras metafóricas que transitan todo su trabajo, desde el chamán (que entra en contacto con animales para actos de curación) o el nómada (que transitan lugares y transgreden los bordes, las fronteras y los límites). También es latente la conexión con grandes artistas del arte de acción con fuerte carácter feminista, como Ana Mendieta (cuando en sus acciones reflexiona desde el cuerpo acerca de la violencia contra las mujeres, la identidad, el género, la vida o la muerte, siempre desde una fuerte espiritualidad), Valie Export (en su reivindicación contra los estereotipos machistas, contra la mercantilización de nuestro cuerpo y su objetualización, así como la violencia estructural contra las mujeres) o Elly Strick (en su obsesión por las brujas, los rituales, los sueños y esos dibujos imposibles de seres que mutan entre identidades y formas).
Lee Klawans. Performance Powered Milk. 2017
Nowsher Roman. Ovo Erectus. 2019
Así, en obras fundamentales en la trayectoria de Alba Soto los rituales relacionados con la mujer están muy presentes, tanto desde el concepto, como desde la forma. En la acción “Leche en polvo” exterioriza sus dudas y sus miedos, reflexionando sobre el papel que la mujer juega ante la sociedad como vientre reproductor, con toda la presión estructural que ello supone . Por su parte, “Ovo Erectus” (una de mis obras favoritas) presenta una suerte de ritual pagano, que trabaja desde lo aparentemente absurdo, para atraer la fertilidad en todas sus vertientes: creatividad, crecimiento y reproducción. También, al igual que “Asta en Cueva”, performance de la que hablamos al comienzo de este texto, muchas de sus obras se adentran en el ámbito de la mitología y su simbología. En uno de sus últimos trabajos, “Proyecto Baubo” (en colaboración con Marina Grau), Soto se acerca a los relatos mitológicos clásicos desde los que subvierte la posición en la que nos relegan a las mujeres, para transformar esa competitividad en la que nos sitúan, en sororidad y apoyo, en este caso a partir del mito de Deméter. Y esta obra nos permite viajar a otras, como “Ala y mesura”, “Besos” (ambas en colaboración con Sarah Gottlieb) o “Carcasa”, donde la artista reflexiona sobre la relación del cuerpo con otros cuerpos, nuestras actitudes y comportamientos, así como la relación de nuestro cuerpo con diferentes objetos y materiales desde el contacto, la convergencia/divergencia, la resistencia y la distancia.
Fotograma del documento de la performance Baubo y el espejo. Con Marina Grau. 2020
En muchas de sus acciones, la participación del público se vuelve protagonista, como en “Spoetry” (una performance improvisada para la construcción de un poema compuesto por las palabras elegidas por los asistentes.) o “Mirar y ser mirado” (donde las personas espectadoras asumen el rol de creadoras compartiendo su propia experiencia). Y, en general, en todos sus trabajos se destila un profundo trabajo de investigación, que prima el proceso creativo y la experimentación, resultando obras muy orgánicas, cambiantes y contextuales, derivadas de una notable capacidad de escucha y de empatía, de alteridad, haciéndonos viajar en muchas ocasiones a lugares comunes, a las pulsiones humanas más primigenias o a nuestros propios orígenes.
Alba Soto insta al público a cuestionar lo aprendido, lo socialmente aceptado, a subvertir estereotipos y a deconstruir historias, a que nos preguntemos acerca de nosotros y nosotras mismas, sobre nuestra posición en el mundo. También en su obra pictórica, donde descubrimos lo mágico y lo extraño, donde los cuerpos se fusionan y abandonan sus límites, donde el subconsciente abraza lo impulsivo, donde lo animal, lo humano, lo vegetal y lo objetual forman narrativas continuas, osadas, incluso absurdas. Os invito a descubrir sus series de pinturas “Catatarata” y “Lo azaroso”.
De la serie Catatarata o lo azaroso. Acrílico sobre lienzo. s/t. 100x200cm.
No se me ocurre una mejor premisa para adentrase en su trabajo que intentar tomar consciencia de nosotros mismos, de nosotras mismas y escuchar(nos).
“Cada lectura será libre y cambiante porque las imágenes abiertas sirven de espejo para el que mira”.
Paula Cabaleiro. Bio MMM.
Alba Soto. Bio MMM.
Imagen de la portada: Fotograma del video Cuentos cíclicos del esternón. 2012
Otras publicaciones de Paula Cabaleiro en MMM : Pamen Pereira. Carla Andrade. Mulleres en Acción. Violencia Zero. Paula Noya. Ana Matey. Alicia Framis. Mar Ramón.
