viernes, abril 19, 2024

    Leila Amat convierte lo real en pura poesía

    Mila Abadía MIRANDO A Leila Amat

    Soy muy dada a dejarme llevar por las primeras sensaciones al conocer a alguien, a veces, pocas, me equivocó. No se porqué algunas personas es verlas y notar cómo te trasmiten determinados sentimientos, eso me pasó con Leila Amat y con ella no hubo error, acababa de verla desarrollar una performance y me la presentó una amiga común, la dulzura me invadió por unos instantes, es lo que sentí, así que me dejé llevar un poco más, luego escuchándola hablar note cierto empoderamiento, cierta fuerza que enseguida comprendí de donde venía. Leila Amat sabe bien lo que dice y eso es más que notorio.

    Luego, cuando conocí su fotografía todo se clarificó aún más. Su capacidad para anidar en la piel del otro, su implicación personal, su especial naturalidad manipulando la realidad hasta convertirla en lo que ella quiere trasladar son solo una parte de lo que muestra.

    Delante o detrás de la cámara, Leila Amat hace un trabajo concienzudo en cuanto técnica; plásticamente su obra derrocha amor y cuidado, emoción y poesía; y por eso, porque no me he podido resistir, he querido que me acompañe en esta edición de Mujeres Mirando Mujeres.

     

     @Leila Amat | La jaula

    La jaula

    ¿Cuándo comienzas en la fotografía y porqué te decides por esta disciplina?

    A los 12 años empecé a realizar mis primeras fotografías, pero no les doy importancia alguna. No fue hasta los 18 años, cuando me instalé en Madrid, cuando empecé a descubrir que el mero hecho de registrar la realidad no me llenaba tanto como construirla desde cero, generar un universo de la nada empezó a llenarme como una actividad alternativa a mi carrera, Filología hispánica ¿Qué es lo que hizo que yo dejara de lado mi carrera y un Máster para formación del profesorado? Pues una depresión profunda durante casi 4 años que casi me manda para el otro barrio. Cuando empecé a salir, me di cuenta del poder casi terapéutico que tenía la fotografía para mí, me aferré a ella como una forma de respirar, así tengo estudios en hispánicas pero no me considero filóloga y no tengo estudios en fotografía pero me considero fotógrafa antes que nada.

    ¿Cómo es tu proceso artístico? ¿Cuánto hay de improvisación?

    Normalmente no hay improvisación, soy muy medida y cada una de mis fotos está elaborada con nocturnidad y alevosía. No obstante, hay veces en las que se me presenta un paisaje, objeto o atuendo inesperado y tengo que realizar una imagen, por lo que me someto a un ejercicio de creatividad. Puede que incluso me encuentre emocionalmente mal y necesite buscar el equilibrio con una foto y ahí sí recurro desesperadamente a la improvisación. A pesar de todo, lo más normal es que apunte con dibujos o con palabras, las ideas de mis fotos: composiciones, carga conceptual, colores, modelos, paisajes, etc. Las ideas me nacen de repente, yo soy muy de “Fotografías relámpago”, de repente están ahí, me nacen en la mente, me iluminan y ahí comienza una lucha por llevarlas a un plano visual.

    Esta foto fue totalmente improvisada, necesitaba hacer una foto, yacer entre las piedras, ser la hierba que las circunda.

     @Leila Amat | Romanticismo

    Romanticismo

     ¿El autorretrato como fórmula referencial?

    Sí, pero aunque la mayoría de mis fotos son autorretratos, en realidad no dejan de ser personajes, con los que me puedo sentir identificada o no. La fotografía construida o creativa no deja de ser un pequeño teatrillo. Otro motivo por el que aparezco en mis fotos con frecuencia es que me gusta estar sola, trabajar sola junto a mi marido, Guille, o mis perritas. Me voy a la naturaleza y allí me convierto en una persona mejor. Trabajar con modelos que no son muy cercanos me genera mucha inseguridad y cierta incomodidad. Para finalizar, ser fotógrafa y a la vez modelo en tu propia obra hace que la sienta 100% mía: nadie sabrá mejor que yo qué es lo que quiero, a qué resultado final quiero aferrarme.

    Te conocí realizando una performance en jäälphoto, reconozco que me impresionó tu capacidad de comunicación corporal ¿Que te ha llevado a desarrollarte en esta forma de acción artística?

    Hablando con sinceridad, creo que estoy muy verde en el terreno de la performance. Es un mundo que me apasiona y en el que quisiera desarrollarme muchísimo más. Sería para hacerlo ocasionalmente, pues me fascina el arte en vivo, el hecho de que se construya según las circunstancias de ese mismo momento e incluso el trabajo con mi propio cuerpo, pero como he comentado antes, como más cómoda trabajo es en soledad.

    Háblanos de un trabajo que haya supuesto para ti una mayor implicación emocional, para bien o para mal…

    Lo normal es que cada una de mis fotos tenga una base emocional inmensa, pero entre los trabajos recientes, destacaría la foto que hice en París tras la noche de los atentados.

    Se titula “Sonaba la música” y ese día sentía en mi cuerpo una pena inmensa ante la crueldad medida y deliberada del ser humano. Ese día nos costaba movernos, comer, mediar palabras. Lo mejor que podía hacer es volcar esa pesadumbre en una foto.

     @Leila Amat | Sonaba la música

    Sonaba la música

    ¿Crees que la mujer tiene una sensibilidad especial para expresarse artísticamente, o al menos distinta, por el hecho de serlo?

    No, creo que todo ser humano, por serlo, está dotado de sensibilidad (psicópatas aparte). El hecho de que unos la desarrollen más que otros no tiene nada que ver con el género de cada uno. La cuestión no es si nosotras somos más o menos sensibles o nos expresamos de forma diferente, la cuestión es qué se nos está permitido socialmente mostrar de nuestro interior. A nosotras se nos está permitido ser frágiles, de toda la vida se nos ha relegado a lo íntimo, incluso se nos ha ligado a la histeria y el desequilibrio emocional. En el terreno artístico, esto tenía que tener sus “ventajas”, de ahí que la expresión artística de una mujer sea, por norma general, mucho más íntima y emocional, nos desnudamos interiormente. Lo que puede ser una ventaja para nosotras, porque no se nos va a juzgar, se convierte en un caso de sexismo para ellos, ya que toda muestra de debilidad (o sensibilidad) es severamente criticada. Ellos tienen que ser fuertes física y emocionalmente, pater familias, responsables, dominantes, viriles, serios, trabajadores, la sociedad no les permite desarrollar esa sensibilidad y eso tiene que verse reflejado necesariamente en su trabajo artístico. Los homosexuales, por ejemplo, suelen acercarse más a las pautas que socialmente nos marcan a las mujeres. En definitiva, sí, nos expresamos artísticamente de forma distinta, pero no tiene que ver con nuestra condición de mujeres, sino con ciertos patrones sociales que se nos aplican a unos y otros.

    ¿Cómo ves la situación de la artista-mujer dentro del mundo del arte?

    La situación es lamentable y, tristemente, creo que todas podemos poner ejemplos de discriminación. Nuestro trabajo no se valora igual y la paridad en ferias de arte, concursos, becas, festivales, eventos, financiación o proyectos artísticos deja mucho que desear. A mí es algo que me toca mucho: soy mujer, feminista, me desnudo con frecuencia y me dedico a la fotografía creativa, categoría fotográfica más aislada dentro del panorama fotográfico. Una vez, en un desfile de lencería que participaba como modelo, un fotógrafo me identificó “Oh, ¿eres Leila Amat?” Y yo, contenta de ser reconocida, comenté orgullosa “La misma”, a lo que él respondió, mirándome a las tetas “Bueno, tengo un estudio fotográfico, si quieres puedes venir como ayudante y mirar cómo trabajo”. Y eso es sólo un 0’1% del sexismo que puedo haber sufrido como mujer y artista a lo largo de estos 10 años de dedicación a la fotografía. Para colmo, tenemos que luchar contra la etiqueta de “Fotografía femenina”, “Literatura femenina”, pon cualquier tipo de arte, que si eres mujer, se le pondrá el adjetivo de “Femenino”, mientras que si lo practican ellos, sólo será “Fotografía”, “Literatura”, “Cine”, “Música”.

    ¿Alguna vez te has sentido condicionada a la hora de desarrollar tu trabajo por el hecho de ser mujer?

    No, hago lo que quiero. Otra cosa es la censura posterior en redes sociales, webs, exposiciones, etc. Creo que por eso mismo me dedico al arte, porque me permite ser todo lo libre que en esta sociedad no puedo ser. Y si trabajo por encargo, las condiciones son las mías.

    Y ahora dinos ¿Cuál sería a tu modo de ver la “fórmula perfecta” para acaba con la desigualdad en cuestiones de género?

    Desconozco cuál es la fórmula perfecta, pero creo firmemente en la educación, el activismo y la cultura para cambiar mentalidades. Cierto es que esto requiere décadas, pero considero estos tres pilares necesarios en la lucha por un mundo más igualitario y equitativo.

     @Leila Amat | Rompiendo el mar

    Rompiendo el mar

     @Leila Amat | La espiral

    La espiral

    Acabas de presentar tu primer foto-libro, una obra creada junto a Irene Cruz ¿cómo ha sido trabajar “a medias” con otra artista? ¿Has quedado satisfecha con la fórmula y el resultado?

    Estoy enamorada de “Corneilles”, tengo que confesarlo. Hace poco soñé que ya lo tenía impreso entre mis manos, que era como un bebé frágil colmado de belleza. Es la primera vez que me fusiono con otra fotógrafa y no sé en realidad por qué lo he hecho, quizás accedí a un pálpito. Trabajar con Irene ha sido increíblemente fácil, creativamente hablando me he sentido yo misma y totalmente libre, ¿se puede pedir más? Lo ideal en una colaboración así es tener la capacidad para fusionarte con el otro, respetando su poética personal y su universo sin renunciar a ser tú mismo. Y todo en este proyecto se ha cumplido. Me siento cómoda trabajando con Irene, tanto a nivel personal como profesional. Espero que ese equilibrio hayamos conseguido transmitirlo en “Corneilles”, ya nos diréis…

    Y para terminar, tus próximos proyectos….

    Está en curso “Gran Hado”, un fotopoemario que lleva gestándose desde hace un año. Se publicará este mismo año, pero de momento no quisiera que se solapara con “Corneilles”, así que tendrá que esperar. Luego tengo un proyecto muy divertido y kitsch en fotomatones… y otro de fotógrafos bostezando, también con mucho humor… o mi proyecto 365 que gira en torno a Guille, que sigue su evolución y curso hasta el 19 de agosto. El resto de fotografías probablemente me sorprendan hasta a mí, como siempre. En el fondo yo sólo soy una mera transmisora, el enlace entre ellas y el plano visual. Yo me encargo de llevar a un plano visual lo que la fotografía en mi interior me dicte.

    Muchas gracias Leila por todas esas capacidades que te hacen tan especial….

     @Leila Amat | Naufragio

    Naufragio

     @Leila Amat | Empapado de siglos

    Empapado de siglos

    @ Leila Amat | Cartujana

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    @Leila Amat | Caperucita, lo nuestro ya no tiene remedio

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    Imágenes © Leila Amat | Web

    Entrevista: Mila Abadía | Web

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